Helena Sassone, a la memoria de su obra literaria por Laura S. Leret

Una larga enfermedad ha terminado con la vida de la escritora Helena Sassone, suceso acaecido en Caracas, Venezuela, el día 5 de agosto de 2019. Nació en Madrid en 1938, hija del escritor de teatro Felipe Sassone y de la actriz Pura Martínez.

Estudió Periodismo en la Escuela Oficial de Madrid, y en 1955 sus deseos de alejarse de la España franquista, la impulsaron a aceptar una invitación de un periódico caraqueño para realizar una pasantía. Desde entonces Sassone echó raíces en Venezuela.

Infatigable escritora, vivió de lo que escribía, ejerció como crítica literaria, de música, ballet y teatro en los periódicos: El Nacional, El Universal, Panorama y en las revistas Imagen, Resumen y Nacional de Cultura.

Helena Sassone fue miembro fundador del Círculo de Críticos de Teatro de Venezuela, de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) donde ejerció la Secretaría General. También fue Presidenta del Círculo de Cronistas y Críticos de Música y miembro de la Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela durante varios años.

Se destacó por su obra poética, 14 poemarios que publicó a lo largo de su vida, siendo el primer poemario editado a principio de los años 1960 por Lírica Hispana. Sus versos han sido incluidos en diversas antologías de poesía tanto en Latinoamérica como en Europa.

La obra de teatro titulada “El Parto” (Editorial Once, C.A., 2005) obtuvo la Mención de Honor de dramaturgia José Ignacio Cabrujas. Farsa en dos tiempos, Sassone intercambia los roles de los sexos en un mundo de su creación. Revive el mito de la diosa de la inteligencia Atenea, la hija nacida de la cabeza de Zeus. El parturiente en “El Parto” es un hombre.

Su novela “No siempre el olvido” (Monte Ávila Editores, 2007) está inspirada en su viaje a Rumania durante el gobierno comunista de Ceaucescu. A lo largo del relato se respira el asfixiante entorno político de la época. Sassone representó a Venezuela en el Congreso Internacional de Música celebrado en Bucarest en 1981.

A continuación de su último poemario “Extraña Sonoridad” (Caracas, Editorial Anghel, 2012) transcribo uno de sus poemas, “La alquimia del sufrimiento”:

Mi cabeza he visto recién cortada/adornando el centro de la mesa/el rostro tenía expresión alegre/aunque de los ojos salían lágrimas.

Desdoblada de mí y ya sin figura/como sombra invisible contemplaba/la vida sin mí que vivían otros/esa ausencia que la eternidad llaman.

Les había donado mi cabeza/de todo mi yo lo mejor dotado/separada del cuerpo y ya sin mente/era la cuenta gigante de un ábaco.

Helena Sassone fue mi maestra y mi amiga. Dedico estas líneas a la memoria de su obra literaria: Ars Longa, Vita Brevis.

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