POESÍA FEMENINA
¿Qué es eso que llaman poesía femenina?
¿Se hornea, se come,
corazón, verde espinaca, berenjena sensual
suspiros de tomate?
Intimismo: ¿acaso receta de cocina para sobrevivir a la soledad?
“Una mujer debe ser soñadora, coqueta, ardiente
y mucho más”
A nadie le interesa estrujar un postre , masticar el poema
que escribe una mujer para su amante mientras cocina
hortalizas de fuego en la cazuela
En realidad todos quieren abrir la puerta, sexo, mujer,
surco donde esta encerrada la exacta sabiduría del Universo
Alcanzo mi identidad en el relámpago. Me reconozco en este fuego interno, estado inicial de
larva centelleante, consecución perenne de lo que no se nombra.
Reniego de la antigua ruta. De la huella equivocada (me pregunto en qué punto podría de
nuevo la rosa pervertirse
Descubro que soy mi propio fraude. Repetida en lanza, en miedo, en ardor hasta lo incierto
Del libro inédito “Donde la piel se hace silencio”. 1999-2010
En estas noches de crecido aroma, cuando el sudor de los cuerpos humedece ventanas
y nos desliza hacia el último pétalo del tiempo
En las que el hondo respiro de la brisa nos arropa y no decimos nada. Porque la palabra
espiga sobre la piel desnuda y no alcanza para apagar la lumbre de la urgencia
En estas noches donde nada el desvelo. Y vencidos de plazos desatamos amarras
dejándonos llevar por cualquier cauce hasta el lecho dispuesto a treparnos de sombras.
Y en verdad nos parece que estuviéramos allí. Sobrevivientes
Solo para eso
Del libro inédito “Donde la piel se hace silencio”
Sacudo el polvo
La primera espiga cae
La caña amarga del techo
Se quebró en mi falda
Hubo cielos con figuras
de nubes
el día se volvió harapos
Ahora
Busco otro tiempo
En la casa de al lado
En esta hora
abandono
cuadros, terracota
tinajero, azul incertidumbre
me arropo en tu pecho
musgo ardiente
me empuja Charles Aznavour
Vuelo en alfombra
hacia el sitio donde el Sena
desborda
(Del libro inédito “Mientras el angel de la guarda duerme” (2.000)
Germen de la vida. Dólmenes, menhires
El día, la noche, primera morada
tu costilla en mi pecho.
La manzana en mi mano
es muy fresca. Pruébala.
Centro dulce
suave a tu dedo, a tu boca golosa.
El Edén está quieto, amable el camino.
Come en silencio. El ángel de la guarda duerme
No puede echarnos
(Del libro inédito “Mientras el ángel de la guarda duerme”
Gladys Ramos. Escritora venezolana (Maracay, Aragua, 1950). Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela.
Estudió Derecho en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Posgrado en Derecho Penal en la Universidad de Carabobo (UC) Diplomado en Docencia en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel). Abogada contratada para el Concejo Municipal del Distrito Girardot y para Corpoindustria. Fiscal del Ministerio Público en el área Penal. Presidenta de la Comisiòn de Cultura del Colegio de Abogados del Estado Aragua.