Enrique Gracia Trinidad: Al final de la escalera

Poemas del madrileño Enrique Gracia Trinidad

Fuente: http://www.crearensalamanca.com

Del libro Al final de la escalera

CUANDO NO TUVE NADA IMPORTANTE QUE HACER

 

Trabajé en muchos sitios imposibles,

en oficios absurdos y ridículos.

 

He sido porque sí:

Restaurador del cuarto menguante de la Luna,

crupier en una mesa en que jugaban

a la ruleta rusa o al simple desamparo,

conservador del horizonte

eso siempre por horas y en las tardes nubosas—,

albacea del tiempo por venir,

conductor de un ilustre carromato de feria que perseguía la justicia,

distribuidor a domicilio de sensaciones imposibles,

pescador en un barco que se matriculó como patera,

sacerdote del dios desconocido que aún lo sigue siendo.

cocinero del hambre sin fogones ni plato ni cuchara,

monaguillo de alguna misa negra

que terminó en guateque deslucido,

ladrón de guante roto algunos viernes. Los sábados libraba.

 

Me desgané la vida como pude:

He vendido la droga de los sueños

a la puerta de alguna residencia de ancianos;

canté —muy mal, por cierto—en un mariachi turbulento y triste;

zurcí suicidios y pinté esperanza, la restauré después,

al cabo de los años, para que siga viéndose a lo lejos;

ecualicé los ruidos en un andén del metro

y el canto de los grillos en un solar de las afueras del silencio;

recogí los misterios de la vida

que abandonaban los adolescentes en las terrazas de los bares;

clasifiqué y almacené la risa, la ironía, la burla y el sarcasmo;

pregoné los poemas de la desolación.

 

Fui lo que nadie quiso ser, no me arrepiento.

Ahora que ha llegado la edad de jubilarme,

me niegan la pensión por inconstante.

 

Me ofreceré de voluntario en el Armagedón,

afinando trompetas,

o sacándole brillo a la guadaña.

 

CORSO EN LA ESCALERA

Subí seis tramos de escalera

hasta mi cuarto amueblado,

abrí la ventana

y empecé a tirar

Las cosas más importantes de la vida.

(Grégory Corso)

 

¿Y qué importa subir una escalera,

llegar arriba, ver el mundo…?

Ni siquiera bajar para contarlo es importante.

Lo mejor en las muchas escaleras

de este planeta en guerra sin cuartel,

es saber que uno puede detenerse

en cualquier escalón, subas o bajes,

para mirar la luz que es diferente

según cambia de altura y ama cada peldaño.

 

Lo más hermoso es sentir algún pie

que pisó un descansillo,

una mano que hurgó en la barandilla,

un sueño que subió, esa tristeza que bajó,

o quizás al revés; sentir, vivir

cada fortuna y cada desengaño,

cada tiempo y su amarga soledad,

cada alegre fracaso

o cada triunfo que se vuelve turbio.

 

Cuando llegas al fin de la escalera

hay que tirar las cosas importantes

de la vida, si es eso lo que quieres,

a través de la ventana

como hizo aquel poeta impertinente,

o dejarlas al fondo del armario.

 

Pero la auténtica fortuna está

a lo largo de toda la escalera

subiendo a veces y bajando siempre.

*La revista digital Crear en Salamanca difunde cuatro poemas de Enrique Gracia Trinidad (Madrid, 1950), quien fue Accésit del Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador, por su libro “Juego de damas” (2015, Diputación de Salamanca). Es poeta, divulgador cultural y actor. Sus libros de poesía son -1972 a 2013-: Encuentros, Canto del último profeta, Crónicas del laberinto; A quemarropa; Restos de almanaque; Tiempo de Apocalipsis; Historias para tiempos raros; La pintura de Xu-Zonghui (bilingüe chino-español); Siempre tiempo; Contrafábula. Poesía reunida 1972-2004; Todo es papel; Sin noticias de Gato de Ursaria; La poética del vértigo (Antología, estudio y selección de Enrique Vitoria); Pentimento (2009); Hazversidades poéticas (miniantología); Butaca de entresuelo (2011), Mentidero de Madrid y Ver para vivir. Además ha publicado libros de prosa, artículos y dibujos. Le han concedido, entre otros, los siguientes premios: Vicente Gerbasi, por el conjunto de su obra (Venezuela), Accésit de Adonais, Premio Feria del Libro de Madrid, Accésit Rafael Morales, Premio Blas de Otero, Premio Bahía, Premio Juan Alcaide, Accésit Ciudad de Torrevieja, Premio Emilio Alarcos, Premio Juan Van-Halen. Parte de su obra se ha traducido a varios idiomas y figura en antologías y publicaciones de catorce países.

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