Agasajo a la nueva junta directiva del Círculo de Escritores de Venezuela

El viernes 27 de julio se juramenta la nueva junta directiva del Círculo de Escritores. El agasajo será en la Universidad Humboldt, Av. Rómulo Gallegos, Aula Magna, a las 6 de la tarde.

Se despide su actual presidente, Carmen Cristina Wolf, y asume el periodista, biógrafo y ensayista Carlos Alarico Gómez. Lo acompañará Jon Aizpurua, psicólogo, conocido por sus programas radiales Grandes Biografías y Valores del Espíritu, y por su libro Razón y pasión de la Novela, entre otros.

En la entrevista realizada a Carmen Cristina Wolf, esta expresó lo siguiente:

… «Haber compartido durante cuatro años con ustedes, ha sido para mi una experiencia invalorable, que jamas podré olvidar. Ha sido un recorrido de circunstancias gratas, que me ha dado la oportunidad de conocer a buena parte de la inteligencia de nuestro país.
De todos he recibido muestras de un trato gentil y delicado. Personas que traslucen elegancia del espíritu. Cada uno de ustees me ha dejado una enseñanza. Ha sido un privilegio que hayan confiado en mí, cuando estoy segura de que cualquiera de ustedes lo hubiese hecho mejor.

Nada se hubiera realizado sin las ideas y la colaboración de los integrantes de las dos juntas directivas que me acompañaron, del consejo consultivo y de los que han acudido generosamente a los eventos que con dedicación hemos organizado. Manifiesto mi profunda gratitud al respaldo y la experiencia de los anteriores Presidentes de la Junta, con los que he estado en estrecho contacto, Luis Beltrán Mago, Eduardo Casanova, José Tomás Angola, y con los presidentes honorarios, Luis Pastori y Guillermo Morón. Y agradezco a los escritores que han formado parte de las directivas que me correspondió presidir. Sin ellos nada hubiese podido lograrse.

También deseo expresar gratitud al Colegio Emil Friedman, al Centro Cultural Chacao, a la Casa Uslar Pietri, al Ateneo de Caracas, a la Universidad Nacional Abierta, a la Corporación Andina de Fomento, a Sophia Producciones, a la Librería Alejandría Uno, por habernos apoyado en la realización de nuestros proyectos. No puedo dejar de mencionar al Instituto de Estudios Ibéricos y Americanos de Salamanca, a Venezuela Positiva, a la Universidad Marítima, a Letralia, Tierra de Letras, a PublicArte, a Analítica y a Literanova, por la publicación de nuestros trabajos. Y a los diarios El Nacional, El Universal, Tal Cual, El Impulso, El Diario de Caracas, al Papel Literario de El Nacional, a las revistas Todo en Domingo y Estampas.

No me permitiré hacer un recuento de la labor realizada, prefiero dejar constancia escrita de los objetivos y proyectos cumplidos para una lectura posterior por parte de los interesados, que saldrá publicada en breve en la revista digital y en la revista impresa Equinoccio, que será iniciativa y labor del nuevo Presidente.
Solo me resta decir que procuremos hacer de la palabra, la acción y de esa cosa fría que sonlos estatutos y las convenciones, un mensaje que vaya directo al corazón y que cree resonancias
en la vida de los integrantes de este Círculo virtuoso de Escritores de Venezuela.

Hacer las cosas con empeño y entusiasmo, significa un intenso despliegue de actividad. La más pura alegría sólo nace del trabajo que puede cambiarlo todo, transformar al hombre y hacerlo distinto de lo que era. Aquella sentencia bíblica de que «ganarás el pan con el sudor de tu frente», ha sido interpretada como si el trabajo fuese un castigo y en realidad, es el origen fundamental de la alegría, pues su actividad
laboriosa tiene resultados concretos que nos colman.

Hacer un trabajo de grupo significa dedicar un tiempo valioso para compartir con los demás.No hay que olvidar que nuestra entrega a los otros, no es una debilidad del carácter, mas bien conlleva un fortalecimientp. Si no hemos dado primero,¿qué esperamos recibir? Así dice la enseñanza de la sabiduría: ¿Qué has hecho por tu hermano?
Si la idea es reunirse para compartir, no olvidemos el espacio para las mujeres,
para que no caminen en la punta de los pies, como en el pasado, porque ellas son casa primigenia, además de abrazo y pensamiento.
No importa que el trabajo sea sencillo, lo importante es que sea fructífero y beneficie a los integrantes de la Institución e irradie hacia la colectividad. Ya dialogaremos acerca de las mejores posibilidades, bueno es servir y mantener el propósito para ser firme en los objetivos que nos propongamos, sin palabras vanas porque ellas no denotan sabiduría. Lo sabio se lee en la sonrisa satisfecha del otro, que es el sello lacrado del diálogo.»

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