Taller «Aprende a escribir un Cuento» se impartirá en agosto de 2014

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 TALLER  APRENDE A ESCRIBIR UN CUENTO 

SE DICTARÁ

EN LA SALA CABRUJAS DE CHACAO

 Se inició el proceso de inscripciones para el taller Aprende a escribir un Cuento que ofrecerán la Fundación Aprende a Escribir un Cuento (FAEC), el Círculo de Escritores de Venezuela y Cultura Chacao los días sábados 9, 16, 23 y 30 de agosto de 2014, de 9 a 11 am.

Será dictado por Heberto Gamero Contín www.hebertogamero.info ganador del 63° concurso de cuento de El Nacional en el 2008, miembro del Círculo de Escritores de Venezuela y autor de varios libros de cuentos. Es un taller práctico e intensivo donde se enseñará a escribir un cuento básico siguiendo las normas del cuento moderno. Cada participante escribirá un cuento que se corregirá en clase y tendrá la posibilidad de formar parte del libro III Edición de Cuentos de FAEC  a publicarse en agosto del año entrante. Asimismo se darán a conocer a los grandes maestros del relato breve y se leerán algunos de los cuentos más relevantes de la literatura mundial.
Dirección: Sala Cabrujas. Espacio de Cultura Chacao. C. C. El Parque (al lado de Parque Cristal), Nivel 1. Av. Francisco de Miranda, entrada por la 3a Av. de Los Palos Grandes. Metro Altamira.
Inversión: 800,00 Bs.
Interesados en formalizar su inscripción pueden hacerlo por:www.fundafaec.org / hgtallerdecuento@gmail.com / 0414-2467753. Cupo limitado. Para mayores de 18 años.

Cómo llegar: http://bit.ly/Um2Pwr

 

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Teresa Coraspe: Selección de poemas inéditos

 Proyecto «Literatura Hispanoamericana Contemporánea»

Del libro Éxtasis del Mar

Por Teresa Coraspe

«La poesía siempre, señora y dueña de la casa y del tiempo.»

«Hay que cuidar la casa, no olvides que es de vidrio

LA PUERTA

I

La puerta (de mi casa) mide un metro setenta y dos

de estatura

un tin encorvada -según dice-

Ella sale del marco y la veo entrar

hacia este espacio donde espero

abrazo la puerta fuerte contra mi pecho

y le quito el respiro

ella se desmaya y la acuesto sobre la cama/

en el cuarto (de al lado) donde viven los muertos

con sus plegarias

En la curvatura de sus pies  cansados

la beso suavemente como siempre hago

y no despierte

El marco se desprende y fragmenta

surgen varas para que nadie entre o salga

yo miro la complicidad del marco

mientras la puerta duerme y yo me acerco.

 

Un siglo después

no logro descifrar qué sucedió.

DAME UN POCO DE MAR

  II

Dame un poco de mar

mientras me voy desdibujando

como esas acuarelas

a quien la lluvia cae

Entonces soy

el puerto que se pierde

cuando los barcos se alejan de las costas

un rostro triste amurallado y gris como las tardes

que se van ocultando entre la noche

Dame un poco de mar

el que guarda escondido tu mirada

y reposa en las esquinas de tus labios

Dame un poco de mar

porque tu mar es dulce

y puedo sostenerlo entre mis brazos

abrir las rutas y encender los faros

que la vida no espera

y   ella         también se va.

  LUCES EN LA CASA DEL RIO 

  III

Hay que cuidar la casa

no olvides que es de vidrio

contiene letras de cristales

que bien pueden quebrarse

romperse con el tiempo

Si alguien pretende entrar

nunca los dejes

en ella habitan duendes

hadas      gnomos

que pueden asustarse

los fantasmas también

ellos encienden los cirios en las tardes

cuando el mar y el río se aprestan a dormir

y el silencio con velos sobre el rostro

les canta una canción

Cuida la casa que cambia en las mañanas

y en las puestas de sol.

SIEMPRE ESTARÁ EL MAR

IV

Siempre estará el mar
y yo me perderé entre sus olas

Cuando busques ya estaré lejos
 donde el olvido aguarda
 y no quiero que alguna vez haya que lamentar
lo que la vida no ha podido darnos

Sólo he querido mirar las olas juntos
cuando la tarde enciende las miradas
y la noche entreabre los párpados
con la voz del silencio

Estoy reconstruyendo las rocas
esparcidas por las aguas sobre las arenas

Allí estoy
en ese espacio de blancas espumas
donde te he buscado a gritos
ahogados en mi propia garganta

Ya el tiempo se ha cansado de esperar
su propio tiempo
las horas se han quedado fijadas
a sus propios horarios

Yo camino
sigo sin detenerme y sin volver el rostro
sé que siempre estará el mar
y las huellas aferradas a los pasos.

FONDO NEGRO

  V

Soy el fulgor de un relámpago inconcluso
Soy ese viento (fuerte) que se calma en la atadura
del instante
el ojo que se asoma desde el fondo del mar
a mirar los abismos de la soledad
adheridos a mi espalda

Soy quien tiembla
se interroga y estremece
en las esquinas dobladas de mi piel
Soy quien repasa una a una
la lectura de tus pasos
el encierro de tus ojos
el silencio mortal de las ventanas sin abrir de tu boca
Soy quien no soporta el aullido de la espera
la oscuridad de los muelles sin faro
donde he vaciado el rostro como relojes desteñidos
sobre paredes derruídas hace tiempo
Soy el modo de la desesperación más profunda
catedral diluída por el fervor de los fieles
Soy el grito del silencio en noches interminables
espinas infernales en toda la extensión del alma
Soy la descripción perfecta de un paso vacilante
la interrogante jamás descifrada
que ve en la hondura del abismo
su propia salvación.

* Poemas publicados en OJO DE BÚHO 129
 
© TERESA CORASPE: Del libro inédito Éxtasis del Mar, 2003 – 2009.

«Esta selección la dedico a Eve Guzmán, Horacio Biord, Elluz, Hildelisa Cabello,Roger Vilaín, Ricardo Azuaje, Milagro Haack, Dinapiera, Mercis, Carmen Cristina Wolf, Gabriela Abeal y a todo querido lector que le agrade leer poemas, así como Geraldine Fowler, quien tuvo la gentileza de leer mis poemas en Francia, los encontró en Internet y los seleccionó para un evento en ese país, donde se leerían poemas de mujeres latinas. Desde aquí mi agradecimiento.»

 

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Cuatro sonetos de Noé Machado Matheus

 

Requena EspañaMonumento a la vendimia

     CANTO A REQUENA

 

    Por Noé Machado Matheus

 

 I

Era su edad temprana y jugaba con los vientos,

sobre su piel dormida los cánticos del agua

caminaron descalzos la sed de la nostalgia

y dieron al paisaje el color de los viñedos.

 

Eran siglos ajenos, hoy son siglos muy viejos,

escondidos en el vientre rojizo de su alma

de lenguajes lejanos e historia provinciana

contada en los caminos errantes de los sueños.

 

Requena era una estrella de los cielos de España

sembrada por los dioses en los verdes del campo

como premio a la tierra de virtud valenciana.

 

Habitante del verso de Venancio Serrano;

corazón y latido de toda la comarca

transitada en la orilla de las aguas del Magro.

 

II

 

En sus predios crecieron las uvas y el cultivo

y abundantes racimos besados por el viento

alcanzaron los brazos silentes del viñedo

y dieron a Requena su espíritu festivo.

 

Requena es un milagro y es un milagro el vino

en las manos sagradas de oraciones y templo

del domingo de ramos, la mirada en el cielo

y en el cáliz, Requena, con la sangre de Cristo.

 

Se llenaron de voces las casas de Valencia

y allí se escuchó un grito como última palabra:

¡que corra en toda España la savia de Requena!.

 

La bondad de la tierra presintió la cosecha

y en su piel requenense de sangre castellana

se escondían los secretos de cada nochevieja.

 

 

 

III

 

Dios bendiga las manos, bendiga la carreta

y los pies del pisado, benditos los lagares,

los racimos y el mosto de tus uvas sangrantes

donde viven la esencia y el alma de la siembra.

 

Bendita sea la nube de invierno que te riega

y te borda caminos de inquietos manantiales,

caminantes furtivos en dormidos parajes

donde nacen silencios de aromática espera.

 

En el bosque los robles te ofrecen sus maderas

porque tienentus viñas toda el alma del campo

en colmenas que zumban de avispas y de abejas

 

y te arrullan las aguas que cantan tus bodegas

atrapadas en ecos del Cabriel y del Magro

con sus rimas y versos de canciones bohemias.

 

IV

 

Yo te quiero, Requena, con tus vinos y ancestros,

con mi ausencia y la tuya buscándose las manos;

como a novia lejana de encuentros no olvidados

en el viejo poema que rima sus secretos;

 

y te busco en mi casa de libros y silencios

y te encuentro en los mapas que tienen tus veranos,

las vendimias y fiestas, con carruaje y caballos

y tu tierra española, corazón de estos versos.

 

Te bendice la tierra con tus vinos y siembra,

te bendice tu cielo por lo buena que eres

y cada tres semanas te da la luna llena.

 

Cuando vuelva, Requena, quiero estar en tu fiesta

y decirle a los vientos del paisaje que tienes,

lo que dice en los versos a su España un poeta.

 

Noé Machado Matheus

Escritor y periodista venezolano (San Carlos del Zulia, 1945). Licenciado en comunicación social por la Universidad del Zulia (LUZ). Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela

Ha trabajado en varios medios de comunicación de Maracaibo y de Mérida, donde obtuvo el Premio de Periodismo Don Tulio Febres Cordero en 1986. Publicó el poemario Fabulario del tiempo. 

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Urbasa, nuevo libro de Joaquín Marta Sosa

 

 El sábado 5 de julio, acompañamos al poeta venezolano Joaquín Marta Sosa a bautizar su libro URBASA, en la Librería Kalathos de Caracas, publicado por Fundavag Ediciones, un proyecto de la Fundación Rosa y Giuseppe Vagnoni. Caracas 2014. Es una edición cuidada  y hermosa, 

En la librería no cabía un alma, el público atento y emocionado escuchó las palabras de Rafael Cadenas sobre el ars poética de Marta Sosa. Este leyó algunos de sus poemas y habló, con la sencillez que lo caracteriza, de como surgió la idea del libro, una reflexión sobre la vida, la muerte y el poder.  El  Palacio de Urbasa fue construido a finales del siglo XVII por Fernando Ramírez Baquedano , II Marqués de Andía, quien ejercía la jurisdicción civil y criminal en los montes de Urbasa y Andia. Ningún miembro de la familia Baquedano habitó el palacio, que sirvió de residencia a los caseros de los marqueses. así como al capellán de la capellanía-abadía. Con el tiempo, el palacio se convirtió en el refugio de todo transeúnte de Urbasa y de pastores y ganaderos. En la actualidad es una edificación abandonada.

 El libro abre página con un epígrafe de Tadeusz Rózewicz:  La poesía / es una lucha por respirar. El poemario se divide en dos partes: «Brevedad de la lluvia», que agrupa veintitrés poemas y «Vastedad de la sombra», con veinticuatro poemas.

Entre los asistentes se encontraban los escritores Ana María Del Re, Lidia Salas, Yolanda Pantin, Rafael Arráiz Lucca, Violeta Rojo, Carmen Cristina Wolf, Hildegart Acosta, Luisa Helena Calcaño, Ligia Colmenares, Silene Sanabria, Ildemaro Torres y Perán Erminy, entre otros. Y una numerosa concurrencia de amigos y lectores de la obra de Marta Sosa.

Joaquín Marta Sosa es venezolano nacido en Nogueira, Portugal. Es Profesor de la Universidad Simón Bolívar y Miembro de la Academia de la Lengua. Le fue conferida la Medalla Internacional de Poesía «Vicente Gerbasi», otorgada por el Círculo de Escritores de Venezuela. Ha publicado más de una docena de títulos, un libro de relatos y dos libros de ensayos.  y su obra ha sido traducida al portugués, italiano, inglés, alemán y coreano. 

Daniel Fermín escribió el 23 de junio en El Universal … «Joaquín Marta Sosa (Nogueira, 1940) escribió una vez un poema en la Sierra de Urbasa. El palacio en ruinas que vio en medio de ese bosque español le pareció la metáfora de la vida. Aquel texto se convirtió luego en el título de su nuevo libro, que fue publicado en Venezuela por Fundavag ediciones. El poeta sólo intenta hacer de la literatura un análisis espiritual de su propia existencia. Marta Sosa escribe aunque a nadie, o a pocos, le importe. «Hago poesía para entenderme.Urbasa no es un libro colectivo ni de relación con el prójimo. Sólo que lo que tiene que ver con el otro o con los otros está sustentado en el hecho de que la vida de todos nosotros no es demasiado distinta», dijo el autor, que siempre termina con más dudas que certezas. …  El poeta venezolano explora varios otros temas en Urbasa. El tiempo, la memoria, la escritura, el fracaso o las heridas. ‘La poesía indaga en la ingrimitud, en la soledad, en el hecho de que vivimos aislados dentro de nosotros mismos. Hay en el libro una suerte de lamento por la pérdida del paraíso, de la inocencia, y el arribo a la certidumbre de que siempre lo que nos aguarda es una vida muy por debajo de los deseos de nuestra alma’. «

A continuación, transcribimos un poema del libro Urbasa:

VENTANA

Observa el tiempo

Escribe el viaje del viento y de las voces                                                                                           su silencio

Añora a cada uno                                                                                                                                                que a su frágil lindero se asomó

Allí está                                                                                                                                                                 prueba inflexible                                                                                                                                               de que eres poco más que tú                                                                                                                       encaminado  a las manos de los dioses                                                                                                       que despiadados cavan tu destino

tú y ellos                                                                                                                                                               cenizas fatigadas

ventana que ni siquiera al abrirse                                                                                                                 permite que se hablen                                                                                                                                     o conozcan

p. 18 Urbasa

URBASA

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Carmen Cristina Wolf: El Alma, traducción al italiano

EL ALMA

L’anima

Carmen Cristina Wolf

Dimmi, geranio del giardino
Sai dove se n’è andata l’anima?
Il corpo assente
e le mie mani non riescono a ricamare i suoi ricordi
Non so dove tu sia, anima mia
spero solo che tu vada di buon passo
Non parlare con l’usignolo
perderesti il volo nell’ombra
Non è ancora tempo
di incontrare l’albero dell’inizio.

Traducción de Silvano Bottaro

Del libro Atavíos

CarmenCristinacloseup 2014 Blog Mujer, ilustración

 

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Tres poemas de Sandy Juhasz

Mujer 1

Diluvia
Afuera
un terco zumbido pica la luz animal
retumba en los dientes del tigre
que afila en la piel su hembra
Rugen lunas de bengala
de un zarpazo rompe el trueno la noche
en fieros relámpagos vegetales
Adentro
llueve una mujer a cántaros
sus labios empozan nubes de leopardo
y el universo se derrama todo
en un silencio que no escampa
A veces somos un reino sin palabras

&   &   &

Baldía la tierra que no arde
Abril como un incendio de tigres quema tu cuerpo madreselva
y el averno de viento aletea una niña de hojas y narcisos
nada queda en la savia de Deméter
ya se secaron sus pechos blandos
el tibio recuerdo de su retoño le enmudece el vientre
y la ausencia esparce su perfume negro
y la tierra se deshace en un sudario de polvo
y las hembras se arrancan el pelaje en sacrificio
vuelven a ser Eva, vuelven a ser tuya
arden en tu piel de primavera
duermen en tu lengua de serpiente
que humedecida de lunas
siembra sus bocas de peces

&   &   &

Árbol prometido
Son las hojas del tiempo que cae
en el furioso remolino de tus labios
balbuceando lo que aún no tiene nombre
el miedo todavía no es miedo
la noche sangra su sigilo
y el aire respira por primera vez
esta blancura que le tumba las paredes a la tarde
dejándola sin corteza
como el cadáver que nos despierta
cuando a la selva llegamos

* Sandy Juhasz. (Caracas) Actriz. Estudió Letras en la UCAB. Mercadeo en la Ecole Marcel Proust París. Guionista de programas de radio. Directora Creativa en Publicidad y Eventos Especiales. Participó en el taller de poesía dirigido por Edda Armas. Lleva el blog.http://historiasquenuncamecontaron.blogspot.com/. Su trabajo poético se encuentra aún inédito.

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Enrique Viloria: Selección de poemas

Flores 2 blog

Selección del Libro del silencio. Caracas, 2001. Ediciones Pavilo

ORIGEN

El silencio

es polvo del desierto

Añoro

tus tormentas de arena

&   &   &

ESENCIA

Mientras menos digo

más soy!

&   &   &

CONSECUENCIA

Tu palabra

aturde mi silencio

&   &   &

SOLUCIÓN

Somos aceites de oliva

apliquen

a mi lengua

mis cuerdas vocales

mis versos

sin palabras

Ungido

me escucho mejor

&  &   &

PROPORCIÓN

Mientras más decimos

menos somos!

&   &   &

VENTRILOCUO

Esta lágrima

escondida     descolgada

decir te amo intenta

usando letras

de un alfabeto

nuevo    líquido    sin estreno

carente de verbos y pronombres

&   &   &

AGUACERO

Llueve dentro de mí

olvidos

paréntesis

renuncias

adiós y muerte

húmedo mojado       mojado

me cobijo

en esta tormenta de silencios

&   &   &

CARNAVAL

Tiempo de palabras correctas

de versos bien escritos

de poemas vestidos

de otro

Enrique Viloria. Poeta, ensayista y editor venezolano

Flores 2 blog

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Salutación de Magaly Salazar Sanabria

 

La espesura de un camino

Buenos días apreciados amigos. Saludo la presencia en este acto de los siguientes escritores que nos acompañan: Carmen Cristina Wolf, Lidia Salas, Laura Margarita Febres, Rosario Anzola, Carmen Mannarino, Carmen América Oropeza, Ligia Colmenárez, Antonieta Madrid, Marisol Marrero, Carlos Alarico Gómez, Edgar Vidaurre, Luis Beltrán Mago, Jon Aizpúrua, Ildemaro Torres, Alvaro Pérez Capiello, Heberto Gamero, Blanca Miosi, Silene Sanabria, Iris de Gamero, Natividad Barroso. También, apreciamos y saludamos, la camaradería de distinguidas personalidades que nos acompañan y deseamos que la mañana sea muy grata para todos.

Antes de entrar en consideraciones felicitamos y agradecemos la labor del Doctor Carlos Alarico Gómez, quien se desempeñó con eficacia y solicitud al frente de la Presidencia del Círculo de Escritores, de igual manera, a nuestra amiga Carmen Cristina Wolf, pivote fundamental de la Institución y a toda la Junta Directiva saliente.

Aplaudimos la ganancia que acabamos de alcanzar con la elección de nuestro amigo, escritor y por añadidura músico, Edgar Vidaurre como Presidente de nuestra Corporación, porque “la palabra es también silencio y sentido pero sobre un pentagrama, ¡cómo suena!”. Cumplimentamos con afecto a todos los Miembros de la Nueva Junta Directiva y deseamos que su ejercicio sea fructífero

Entretanto, “La alta torre surge de un puñado de tierra,” dice una frase del Tao Tè Ching que sirve como pretexto para introducirnos en una breve semblanza acerca del Círculo de Escritores de Venezuela y digo breve, porque los anteriores disertantes han sido prolijamente explícitos. Así es, como la imagen del montoncito de tierra que comenzó a levantarse en 1989, ha llegado hasta nuestros días orgullosa de haber crecido y acogido entre sus miembros a ilustres figuras de las letras venezolanas. Así, el Círculo ha crecido y una manera de hacerlo ha sido a partir del establecimiento de relaciones con Universidades, Entidades Culturales y Diplomáticas, Medios de Comunicación, otras organizaciones y muy especialmente por el aporte intelectual y moral de cada uno de sus integrantes.

Para hacer un resumen de las múltiples actividades de la organización se puede señalar que el Círculo de Escritores, a través de su Fondo Editorial ha publicado muchos libros de autores conocidos como Lucila Palacios, Marcos Ramírez Murzi, Helena Sassone, Carlos Gottberg; Alvaro Pérez Capiello, María Gabriela Madrid, Lidia Salas, Marisol Marrero, Alejo Urdaneta, Magaly Salazar Sanabria, Carmen Cristina Wolf. También se crearon las Medallas “Lucila Palaciios”, “ Vicente Gerbasi”, “Pálmenes Yarza”, “Tomás Polanco Alcántara” con las que se han distinguido a destacados autores de las Letras venezolanas.

Mientras Dios se hace, reconocemos la fortuna de poder andar sobre las huellas de hombres y mujeres de la talla de Marcos Ramírez Murzi, Pedro Díaz Seijas, Luis Beltrán Mago, Arturo Croce, Pascual Venegas Filardo, Elizabeth Schön, Benito Raúl Losada, Gustavo Díaz Solís, Lucila Velásquez, Luz Machado, Pálmenes Yarza, Mario Torrealba Lossi, Francisco Salazar Martínez y tantos escritores valiosos de las Letras Venezolanas. Estos humanistas contribuyeron al engrandecimiento del Círculo y trabajaron con entusiasmo para enaltecer la Institución.

En este afán, las labores del Círculo siempre han sido múltiples y diversas: teatro, foros, conferencias recitales; la Institución no ha cesado de ofrecer al público una programación en la cual el talento venezolano no ha estado desligado del ardor creativo. Sin embargo, hoy queremos referirnos a una faceta muy importante del escritor y es su compromiso con Venezuela.

Estos días padecen lo triste, la rabia y también el fulgor. En este país todo es posible mientras tengamos la oportunidad de encontrarnos y por eso estamos aquí, buscando el resplandor entre los afectos, entre los libros, entre las ideas, entre los destacados escribidores para salvaguardar los más caros principios y valores de la paz, la vida y la democracia del país. Porque unas de las premisas del Círculo de Escritores de Venezuela, es la de defender la libertad de expresión y los Derechos Humanos. A los efectos, es importante citar dos párrafos del Comunicado que el Círculo de Escritores, presidido por el Doctor Carlos Alarico Gómez, hizo del conocimiento público a raíz, de los últimos acontecimientos ocurridos en el país:

Como trabajadores de la palabra, señalamos la ruta trazada por don Andrés Bello, quien insistió en que era el lenguaje el verdadero vínculo de los pueblos. Creemos que el discurso de escarnio, afrenta y descalificación contra los que no siguen la ideología del partido que ha ejercido el poder en los últimos 15 años, es causa principal de la violencia, la cual ha ensangrentado las calles y plazas de nuestras ciudades, por cuyo motivo manifestamos nuestro pesar y nos unimos al duelo de muchas familias y comunidades. Asimismo, elevamos nuestras voces para exigir justicia ante la iniquidad de algunos colectivos civiles armados y ante la brutalidad de quienes debían -de acuerdo con la Constitución- ser garantes de la integridad individual y de la paz social.”

En ese sentido, deseamos exhortar al Ejecutivo a escuchar en el reclamo de los estudiantes, la angustia de un pueblo que hoy padece inseguridad, desabastecimiento de alimentos, medicinas y bienes necesarios para mantener calidad de vida. Solicitamos, por tanto, una justa inversión en los recursos para hacer de la salud y de la educación, en todos los niveles, el motor que impulse el desarrollo del país y el cese de la corrupción, el facilismo y la miseria moral en valores tales como el respeto, la tolerancia, el trabajo y la paz.”

Dice María Zambrano, “la realidad agobia y no se sabe su nombre” Y es cierto, la realidad nos rebasa. Por eso, de acuerdo con lo expresado en ese comunicado, podemos afirmar que los escritores debemos estar cada día más comprometidos con el país. Las universidades y los estudiantes nos importan mucho porque un país sin educación es como la cáscara vacía de una luciérnaga muerta.

Son los escritores los garantes del lenguaje. De esta manera, debemos puntualizar que no sólo la economía, la salud, los alimentos, la esperanza y la vida caen heridos por el aplazamiento, la corrupción, la ineficiencia y la maldad. También las palabras pierden la compostura y se empantanan, también la posibilidad. Al respecto, Rafael Cadenas afirma: “La quiebra de la lengua es la quiebra de la cultura, de la sociedad y del espíritu”. Con estas palabras concluyo. Saludo a todos los integrantes de la nueva Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela y a todo el honorable público que nos ha acompañado. Reconocemos la trayectoria de los grandes escritores que nos precedieron y nos sentimos orgullosos de su herencia. Hoy, ante Ustedes, nos responsabilizamos para realizar un trabajo eficiente en beneficio de la comunidad literaria. Que Dios ilumine a Venezuela y nos proporcione sabiduría y discernimiento. Buenos días.

Magaly Salazar Sanabria. Poeta, ensayista, docente

Vicepresidenta del Círculo de Escritores

Caracas, 24 de mayo de 2014. Día de Elecciones y Asamblea del Círculo de Escritores de Venezuela.

Magaly Salazar Sanabria

 

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Carmen María Salge y el Café de Sócrates de Caracas

 

Café de Sócrates en Venezuela

La palabra no es el sitio del resplandor, pero

insistimos

insistimos, nadie sabe por qué

 Rafael Cadenas

La significación de las enseñanzas del filósofo griego Sócrates, nacido en Atenas en el año 470 antes de Cristo, ha sido una fuente de reflexión e inspiración para la venezolana Carmen María Ravelo de Salge, quien en febrero del año 2001 creó en la ciudad de Caracas, el Café de Sócrates, a la manera de los cafés literarios del siglo XIX. Su propósito esencial ha sido el diálogo sobre los asuntos que han interesado a la humanidad en todos los tiempos. La finalidad va más allá de sostener tertulias sobre temas sociales, filosóficos, científicos o literarios. Su fundadora, la caraqueña Carmen María Ravelo de Salge, creó el Café de Sócrates bajo el ideal de rescatar la ética y los principios esenciales de la convivencia fraterna, del respeto más genuino a los derechos humanos y a la verdadera democracia.

Hasta hoy, se han celebrado aproximadamente 50 reuniones del Café de Sócrates en Caracas. Concebido como una reunión de hombres y mujeres amantes del diálogo, Carmen María ha reunido a personas del mundo literario, artístico, científico, con los más diversos oficios, profesiones y ocupaciones. Son asistentes asiduos los poetas, novelistas, filósofos, investigadores, maestros, estudiantes, periodistas, artistas plásticos, dramaturgos, cineastas, músicos, chefs, diseñadores de moda, enólogos,  etc. Sería interminable enumerar las  aficiones de las personas que han sido recibidas en estas reuniones creadas para compartir ideas, conocimientos y plantear discusiones que atañen al ser humano en profundidad.

Un café literario es «un lugar para la soledad reflexiva, la grata compañía de la lectura y la concentración en la escritura», define el poeta, narrador, ensayista y traductor Marco Antonio Campos, autor del libro, El café literario en ciudad de México en los siglos XIX y XX. Campos explica cómo el ensayista austriaco Michael Rössner lo invitó a escribir sobre los cafés literarios de Europa y América Latina. Señala que la vida literaria de México se hacía en las cantinas, bares, desayunos y tertulias, pero que atrás de eso también existía una vida de café muy intensa.

Platón, que recogió las enseñanzas de Sócrates fue fiel en buena medida a su maestro, y a través de sus Diálogos, considera que la verdad se evidencia a través del intercambio de ideas entre diversos interlocutores. En su juventud Platón escribió tragedias, mas según cuenta la tradición, al conocer a Sócrates quemó sus escritos y decidió dedicarse a la filosofía. Desde entonces, la mayor parte de sus textos adoptan la forma de diálogos. Se reúnen varios amigos y entablan una conversación sobre un tema de importancia filosófica, bien sea el bien, la virtud, el amor, la verdad, la belleza, la ética, la política, el ser. Y en casi todos los diálogos participa Sócrates como interlocutor principal que conduce las discusiones.

Las reuniones del Café de Sócrates en la ciudad de Santiago de León de Caracas, creado en el 2001, han sido y continuarán siendo un semillero de la reflexión y de creatividad. Las reuniones se han desarrollado en algunas de las residencias de los amigos socráticos, así como en magníficas cafeterías capitalinas, restaurantes y lugares maravillosos como la Casa Anauco, la Alianza Francesa y la casa colonial La Estancia. Con su amplia cultura e inteligencia, Carmen María Salge convoca a los integrantes del Café de Sócrates a conversar sobre asuntos tan esenciales como la Libertad, los Derechos del Hombre, la Amistad, la Esperanza, el Amor, la Ética, la Revolución, la Verdad, el Alma, la existencia de los Ángeles, y otros; también se abordan asuntos profanos  pero igualmente fascinantes, como las Imágenes, la Silla, el Vino, el Perfume, el Circo, la Risa, etc. En una ocasión fue invitado al Café el investigador y explorador Charles Brewer Carías, para compartir con los asistentes su descubrimiento y experiencia en la Meseta del Sarisariñama, al sureste del Estado Bolívar en Venezuela, uno de los más grandes descubrimientos que registra la historia de las Ciencias Naturales en el siglo XX.

Es intenso el trabajo de Carmen María Salge en la investigación de los temas a discutir. Desde las tarjetas de invitación, que son verdaderas obras de arte y anuncian el asunto elegido, hasta los textos y la bibliografía que se entrega a los asistentes. Los invitados generalmente traen material escrito y vienen preparados para intervenir. Cada uno expone sus puntos de vista con toda libertad. Los encuentros son cuidadosamente organizados, y jamás falta el ágape con deliciosos platillos a bebidas.

Deseo expresar mi profunda gratitud a Carmen María Ravelo de Salge y a esposo Dietlif Salge, por lo que han significado las reuniones del Café de Sócrates para los asiduos. He compartido la alegría y el humor. He compartido con personas fascinantes y entrañables, no podría nombrarlas a todas, grandes momentos en las reuniones socráticas, donde no sólo he tenido el privilegio de conocer el modo de pensar de los otros, sino también ha sido un espacio para el espíritu, porque cada una de ellas me ha aportado calidez, conocimientos y he disfrutado de su sensibilidad e inteligencia. Carmen María ha escrito un libro que recoge las ideas y puntos de vista expuestos en  las reuniones, los detalles del Café y dará cuenta de los integrantes e invitados.

La crónica de las peñas y las tertulias de Venezuela se viste de gala con la existencia del Café de Sócrates de Santiago de León de Caracas.

Caracas, mayo de 2014

@literaturayvida

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CarmenMaríaCristinaTamara

                                    Foto: Carmen María Salge, Carmen Cristina Wolf y Maribel Proietti

 

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Palabras del nuevo presidente, Edgar Vidaurre Miranda

 

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Gracia y Benignidad a todos los colegas del Círculo de Escritores de Venezuela…

Hace unos meses la poeta Carmen Cristina Wolf me pidió considerar el asumir la Presidencia de esta institución. Luego hace una semana me comunicó el hecho cumplido de que los queridos escritores del círculo habían decidido unánimemente que esto fuera así, seguido de la petición para que preparara unas palabras como discurso de orden a pronunciar como presidente entrante en este mayo de Asamblea General.

Debo confesar que no sabía qué hacer al respecto, pues nunca pensé que en mi vida anímica revestida de soledades y de plenitudes esenciales, me iba tocar presidir institución alguna, siendo que por otra parte, nunca me han gustado los discursos de ningún tipo y menos los discursos de orden.

Sentimientos encontrados, pues además de haber participado de manera voluntaria y honesta dentro de las actividades de este maravilloso círculo, creo firmemente en los rituales y en las formalidades que de manera despojada le quitan a los hitos y a los acontecimientos extraordinarios, el carácter profano y cotidiano, para darles un sentido esencial y sagrado.

Así pues, que de manera obediente he dado mi aceptación al cargo y heme aquí preparado a decir las palabras de rigor.

A manera de dirimir estos sentimientos contradictorios, y tomando en cuenta que soy un poeta, las palabras que llenarán esta formalidad no serán pronunciadas dentro del estilo discursivo formal, si no cantadas en forma de parábola o relato simbólico al estilo de los sencillos evangelios:

“Había una vez un hombre que buscaba la integración de todos los elementos en su corazón y que buscaba en su corazón la respuesta al sentido de la vida. Por ello, se había apartado de todo aquello circunstancial que perturbara su armonía con lo esencial, buscando a su vez la expresión de esa inflexión silenciosa del alma, en la palabra. Un día cuando de manera inesperada, algunos amigos lo llamaron para que saliera de su plena soledad a fin de ayudar a la permanencia del ejercicio colectivo de esa palabra escrita, quiso revisar ese corazón para poder una respuesta a esos amigos y a sí mismo.

Por aquel tiempo, ese hombre había tomado otra decisión importante: la de construir un abejar o apiario en el huerto de flores de mastranto y azahar que circundan su casa de campo en donde la plenitud de su soledad lo vinculaba de manera intensa con los ritmos de la tierra y del cielo, con las lluvias, con el viento, con el fuego pero sobre todo con la luna. He aquí entonces la “sincronía” maravillosa que no solo vincula al hombre con la naturaleza, si no con su quehacer humano cualquiera que sea las derivaciones y manifestaciones de la vida.

Durante el tiempo de aprendizaje sobre el pastoreo de los enjambres de esos maravillosos seres que son las abejas comprendió el sentido de todo y desapareció de manera milagrosa la contradicción y la duda. Ver como en la unidad de la colmena cada abeja cumple su función…la Abeja Reina, madre total y absoluta generadora de vida, las obreras con su permanente función de mantener y sostener todo, las nodrizas encargadas de alimentar y nutrir, las recolectoras que buscan el sostén en tiempos de sequía e invierno y los zánganos (esto encaja con los poetas) encargados de seducir, enamorar y fecundar a la madre. Todas ellas unidas con el fin de producir mediante el más asombrosos proceso de transmutación alquímica la miel.

Ahondando aún más en estas revelaciones, ese hombre encontró que además de la miel, este abejar, puede producir también la milagrosa “Jalea Real”, Polen concentrado y cera para las velas que lo pueden alumbrar en las noches cerradas hasta la llegada del alba, y lo hacen a pesar de la lluvia y del viento que tanto daño le hace al vuelo.

Pudo observar además que a pesar de producir la dulzura de la miel, sus aguijones y su valentía a toda prueba, están prestos a defender como sea a la colmena. Nadie puede salir indemne a la confrontación con un enjambre de abejas furiosas. Algo parecido a esa agudeza y esa resolución de clavar aguijones a la injusticia de parte de muchos escritores…”

Dicha esta parábola, les confieso que ese hombre soy yo, y que este maravilloso círculo se asemeja mucha a esa colmena dorada. Por ese entendimiento y esa revelación contenida en ella, asumo y me comprometo de manera humilde y por el tiempo que sea necesario, a ser el colmenero de este abejar. El poeta Eugenio de Andrade decía en un verso sobre su sentir cuando arrojaba poemas al viento: “…las abejas que salen de mi cuerpo”. A su vez el amado Antonio Machado nos habla del “colmenero del alma, Colmenera”.

Este abejero, se compromete formalmente pues a ampliar este colmenar, a cuidar sus flores y sus campos, a mantener limpias y comunicadas sus estancias. Para ello cuento con las bellas poetas Magaly Salazar y Carmen Cristina Wolf, esas grandes Abejas Reinas y con tanto abejorro aguerrido que con aquellos otros soñadores y mansos, componen esta colmena sagrada.

Cuento para ello también con los maravillosos narradores, dramaturgos y poetas (ahora también hay que hablar de twitteros y facebuqueros). Vamos pues a producir nuestra miel como una ofrenda, a espesar nuestras esencias, nuestro polen y nuestras blancas ceras, a defender con denuedo estos espacios a pesar de la lluvia y del viento que tanto daño le hace al vuelo…pero sobre todo a seguir creando, transmutando y fecundando por la gracia que se manifiesta en la polinización de la palabra.

Colmeneros del alma, muchas gracias.

 

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María Luisa Escobar y la Cultura en Venezuela

 

Por Carmen Cristina Wolf

Al cumplirse 20 años del fallecimiento de la pianista, compositora y promotora cultural venezolana María Luisa Escobar, desde el afecto dedico a su memoria esta semblanza de su vida. La historia, aunque algunos deseen sepultarla en el olvido, tiene la terquedad de los grandes ríos. Ellos siempre vuelven a su cauce natural aunque la voluntad humana trate de desviarlos. La obra musical de María Luisa Escobar es profusa e invalorable. Entre sus composiciones más conocidas destacan: la sinfonía ballet Orquídeas Azules, presentada con gran éxito en el Teatro Municipal de Caracas; las canciones Desesperanza, Noches de Luna en Altamira, Súplica, La espera, Naranjas de Valencia, Ven sin que te detengas, No puedo olvidarte, y el Concierto Sentimental, recientemente interpretado y grabado por la gran pianista venezolana Guiomar Narváez.

En sus composiciones se encuentran una serie de ballets y creaciones dedicados a las leyendas indígenas venezolanas. Una buena parte de su obra permanece inédita.

Fundación del Ateneo de Caracas

El Ateneo de Caracas fue fundado en 1931 por iniciativa de la pianista y compositora valenciana María Luisa Escobar, quien también creó la Asociación Venezolana de Autores y Compositores y luchó incansablemente por el reconocimiento a los Derechos de Autor. María Luisa González Gragirena, quien adoptó el apellido Escobar después de su segundo matrimonio con el violinista José Antonio Escobar Saluzzo, reunió en su casa a un grupo de mujeres con la intención de constituir una Junta que habría de fundar un Centro dedicado a la Cultura, el Arte y la Ciencia. El nombre de Ateneo de Caracas fue propuesto por Eva Mondolfi. La primera directiva la integraron Luisa del Valle Silva, Cachi de Corao, Enma Silveira, Ana Cristina Medina Jiménez y María Luisa Escobar como su presidenta. Los padrinos del acto de fundación fueron el maestro Pedro Antonio Ríos Reina y Eva Mondolfi.

La ciudadanía venezolana tiene mucho que decir con respecto al apoyo que merece el Ateneo de Caracas y los ateneos de todo el país. No los dejemos solos. Son y siempre serán de todos los venezolanos.

El movimiento cultural en Venezuela

La historia del movimiento cultural venezolano giraba en torno al Ateneo de Caracas. Congregó a pintores, escultores, novelistas, poetas, historiadores, músicos, el mundo del teatro y el ballet. Impulsó la cultura con proyección internacional. Desde sus inicios, el Ateneo fue un lugar de convergencia de destacados hombres y mujeres y era frecuentado por los escritores, en especial el Grupo Viernes, combatido, incomprendido en sus novísimas creaciones poéticas. Con los viernistas, escribe Lucila Palacios en su libro Espejo Rodante, se reunían los integrantes del Ateneo en la casa de habitación de María Luisa Escobar, para dar lectura a sus obras. Algunos de ellos, Pedro Grases, Pablo Rojas Guardia, Pascual Venegas Filardo, Manuel Felipe Rugeles, Aquiles Certad, Luis Fernando Álvarez y Ramón Díaz Sánchez

De las nuevas generaciones también frecuentaron el Ateneo Aquiles Nazoa, Rafael Clemente Arráiz, Juan Beroes, Ida Gramcko, Ramón González Paredes, Lucila Palacios, Luz Machado, Alirio Ugarte Pelayo, Ana Enriqueta Terán, Jean Aristiguieta, Pedro Antonio Vásquez, René D´Sola, Manuel Alfredo Rugeles, Juan Bautista Plaza, Pedro Antonio Ríos Reyna, Marcos Castillo, Leoncio Martínez “Leo”, Gonzalo Castellanos, Antonio Lauro y otros distinguidos músicos y intelectuales de la época.

El Ateneo, tributo a la excelencia

Desde su fundación hasta ahora, el Ateneo de Caracas es y ha sido un tributo a la excelencia, al amor por el país, donde han tenido cabida todas las tendencias políticas y las manifestaciones de la cultura venezolana, sus tradiciones, sus valores. Las señoras María Teresa Castillo, Carmen Ramia y sus colaboradores han realizado una valiosa labor que ha permitido a niños, jóvenes y adultos recrearse con los conciertos, el teatro, el cine, las exposiciones de artes plásticas, presentaciones de libros, foros, conferencias, recitales, en fin, no podría en una nota dar cuenta de lo que nos ha ofrecido siempre el Ateneo de Caracas, con unos precios casi irrisorios que han permitido a los ciudadanos de pocos recursos económicos conocer y disfrutar las manifestaciones culturales mas diversas.

A raíz de la intervención en 2007, por parte del Ministerio de la Cultura, de la administración de los Ateneos de Venezuela, Carmen Ramia, Presidenta del Ateneo de Caracas, señalaba: “…El Ateneo de Caracas es una institución privada como lo son todos los ateneos del país y tenemos capacidad de decisión… La ley indica que somos un ente privado y no nos pueden intervenir. … A nosotros pueden quitarnos el edificio y el subsidio –que es sólo del 18 % del presupuesto-, esto lo que significaría es que entregamos el edificio y nos vamos a otra sede y seguimos trabajando como hasta ahora porque el Ateneo no es un edificio” … Por otra parte, Javier Martínez, al frente de la Federación de Ateneos de Ateneos, considera ilegal esta intervención, por ser estos instituciones de carácter privado, que sólo reciben una fracción de recursos del Estado para su financiamiento. Para Martínez, “el que los ateneos sean reductos privados para la cultura es positivo, puesto que los aleja de la politización” (El Nacional 8/08/07).

Y regresando a los primeros años de funcionamiento del Ateneo de Caracas, de cuya iniciativa surgió la creación de Ateneos en todo el país, me entrego a la lectura de los periódicos de la época, y leo que a partir de 1932 se dictan en el Ateneo conferencias sobre historia y temas culturales, se celebran festivales de poesía y música, con la participación de escritores venezolanos y extranjeros, entre ellos Andrés Eloy Blanco, Fernando Paz Castillo, Luisa del Valle Silva, Jacinto Bombona Pachano, Alberto Arvelo Torrealba y otros.

La primera Exposición Anual de Artes Plásticas

El Ateneo creó la Exposición Anual de Artes Plásticas, a la que concurrió todo el país. Se expuso la obra de Armando Reverón, Federico Brandt y Francisco Narváez, entre otros.

La creación de la Asociación Venezolana de Autores y Compositores

De los viajes de María Luisa Escobar a Europa y Estados Unidos, trajo a Venezuela la inquietud de reunir en una organización a los autores y compositores. Con ese fin, fundó la Asociación Venezolana de Autores y Compositores (AVAC) en 1948, para la defensa de sus derechos, que con el paso del tiempo se transformó en SACVEN. Ella pagó los primeros derechos de autor, y contribuyó con la proyección nacional e internacional de nuestros artistas. La acompañaron como fundadores de la Asociación, Guillermo Castillo Bustamante, Eduardo Serrano y Luis Alfonso Larrain.

Las páginas de los diarios abundan en datos sobre la espléndida labor cultural del Ateneo en sus primeros años de existencia, bajo la dirección de la compositora e intérprete María Luisa Escobar. Pero es necesario hacer hincapié en una realidad. El Ateneo siempre fue una institución abierta a todos sin distinciones y sirvió de reducto a las luchas contra la dictadura. El 14 de febrero de 1936 se instala en su sede la Junta Patriótica Femenina y el día siguiente se instala en su sede la Guardia Cívica Venezolana. En el Ateneo se celebraron las Conferencias Venezolanistas. El país vivía momentos agitados a raíz de la muerte de Juan Vicente Gómez y en la clandestinidad se trabajaba por la libertad. Al finalizar la etapa gomecista se celebraron numerosos eventos literarios, uno de ellos en homenaje a Rómulo Gallegos a su regreso del exilio, con el concurso de escritores de la talla de Antonio Arráiz, Lucila Palacios y Julián Padrón.

La memoria histórica

Hoy en día vivimos días de destrucción sistemática de la memoria histórica de Venezuela por parte de un régimen que se ha propuesto borrar todo lo que pertenece al pasado, aunque sean las mejores manifestaciones de un pueblo inteligente, laborioso y creativo como el nuestro. Es importante tener presente lo que han significado y significan los Ateneos en Venezuela. No olvidemos a María Luisa Escobar y a todos aquellos hombres y mujeres que trabajaron por la cultura con dedicación y honradez. Es necesario recordar sus luchas y su compromiso con el movimiento artístico, literario y musical del país.

Merece mención especial el extenso artículo del escritor Eleazar López Contreras, quien dedica un extenso ensayo sobre el Ateneo de Caracas, bajo el título “Las luces del Ateneo” (Diario Las verdades de Miguel 7/02/2014) que aporta valiosa información sobre la actividad de los creadores venezolanos en el ámbito musical y literario; así como el libro de Maríantonia Palacios que lleva por título “María Luisa Escobar, un nombre escrito en nuestra historia”, publicado por SACVEN en el año 2008, hecha en la que se le rindió un homenaje póstumo a María Luisa Escobar.

Caracas, 2014

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Facebook: Carmen Cristina Wolf

Blog: http://carmencristinawolf.wordpress.com La llama incesante

EL ATENEO NO ES UN LUGAR, ES UNA IDEA

Las ideologías excluyentes, sean de corte fascista o comunista, edifican sus regímenes sobre los escombros. Hacen loas sobre la destrucción de los valores, tradiciones y cultura anterior a sus “gestas”. Por eso, ¿cómo podría extrañarnos la decisión del gobierno actual de intentar desaparecer el Ateneo de Caracas? No sólo éste,

Sino todos los Ateneos de Venezuela.

Recordemos como se creó el Ateneo de Caracas. Fue fundado en 1931 por iniciativa de la pianista y compositora valenciana María Luisa Escobar, quien también creó la Asociación Venezolana de Autores y Compositores y luchó incansablemente por el reconocimiento a los Derechos de Autor. María Luisa González Gragirena, quien adoptó el apellido Escobar después de su segundo matrimonio con el violinista José Antonio Escobar Saluzzo, reunió en su casa a un grupo de mujeres con la intención de constituir una Junta que habría de fundar un Centro dedicado a la Cultura, el Arte y la Ciencia. El nombre de Ateneo de Caracas fue propuesto por Eva Mondolfi. La primera directiva la integraron Luisa del Valle Silva, Cachi de Corao, Enma Silveira y Ana Cristina Medina Jiménez. Los padrinos del acto de fundación fueron el maestro Pedro Antonio Ríos Reina y Eva Mondolfi.

La historia del movimiento cultural venezolano giraba en torno al Ateneo de Caracas. Congregó a pintores, escultores, novelistas, poetas, historiadores, músicos, el mundo del teatro y el ballet. Impulsó la cultura con proyección internacional. Desde sus inicios, el Ateneo fue un lugar de convergencia de destacados hombres y mujeres y era frecuentado por los escritores, en especial el Grupo Viernes, combatido, incomprendido en sus novísimas creaciones poéticas. Con los viernistas, escribe Lucila Palacios en su libro Espejo Rodante, se reunían los integrantes del Ateneo en la casa de habitación de María Luisa Escobar, para dar lectura a sus obras. Algunos de ellos, Pedro Grases, Pablo Rojas Guardia, Pascual Venegas Filardo, Manuel Felipe Rugeles, Aquiles Certad, Luis Fernando Álvarez y Ramón Díaz Sánchez

De las nuevas generaciones también frecuentaron el Ateneo Aquiles Nazca, Rafael Clemente Arráiz, Juan Beroes, Ida Gramcko, Ramón González Paredes, Lucila Palacios, Luz Machado, Alirio Ugarte Pelayo, Ana Enriqueta Terán, Jean Aristiguieta, Pedro Antonio Vásquez, René D´Sola, Manuel Alfredo Rugeles y otros.

La historia, aunque algunos deseen sepultarla en el olvido, tiene la terquedad de los grandes ríos. Ellos siempre vuelven a su cauce natural aunque la voluntad humana trate de desviarlos. Este recuerdo documentado con notas de prensa, escritos de puño y letra y fotografías, viene a cuento a raíz de la intervención, por parte del Ministerio de la Cultura, en la administración de los Ateneos de Venezuela.

A propósito de estas declaraciones Carmen Ramia, Presidenta del Ateneo de Caracas, señala: “…El Ateneo de Caracas es una institución privada como lo son todos los ateneos del país y tenemos capacidad de decisión. La intervención es una aberración … La ley indica que somos un ente privado y no nos pueden intervenir, pero como aquí no se respeta la ley, todo es posible. A nosotros pueden quitarnos el edificio y el subsidio –que es sólo del 18 % del presupuesto-, esto lo que significaría es que entregamos el edificio y nos vamos a otra sede y seguimos trabajando como hasta ahora porque el Ateneo no es un edificio” … Por otra parte, Javier Martínez, al frente de la Federación de Ateneos de Ateneos, considera ilegal esta intervención, por ser estos instituciones de carácter privado, que sólo reciben una fracción de recursos del Estado para su financiamiento. Para Martínez, “el que los ateneos sean reductos privados para la cultura es positivo, puesto que los aleja de la politización” (El Nacional 8/08/07).

Desde su fundación hasta ahora, el Ateneo de Caracas es y ha sido un tributo a la excelencia, al amor por el país, donde han tenido cabida todas las tendencias políticas y las manifestaciones de la cultura venezolana, sus tradiciones, sus valores. Las señoras María Teresa Castillo, Carmen Ramia y sus colaboradores han realizado una valiosa labor que ha permitido a niños, jóvenes y adultos recrearse con los conciertos, el teatro, el cine, las exposiciones de artes plásticas, presentaciones de libros, foros, conferencias, recitales, en fin, no podría en una nota dar cuenta de lo que nos ha ofrecido siempre el Ateneo de Caracas, con unos precios casi irrisorios que han permitido a los ciudadanos de pocos recursos económicos conocer y disfrutar las manifestaciones culturales mas diversas.

Y regresando a los primeros años de funcionamiento del Ateneo de Caracas, de cuya iniciativa surgió la creación de Ateneos en todo el país, me entrego a la lectura de los diarios de la época, y leo que a partir de 1932 se dictan conferencias sobre la historia, se celebran festivales de poesía y música, con la participación de escritores venezolanos y extranjeros, entre ellos Andrés Eloy Blanco, Fernando Paz Castillo, Luisa del Valle Silva, Jacinto Bombona Pachano, Alberto Arvelo Torrealba y otros. El Ateneo creó la Exposición Anual de Artes Plásticas, a la que concurrió todo el país. Se expuso la obra de Armando Reverón, Federico Brandt y Francisco Narváez, entre otros. Mi biblioteca abunda en datos sobre la espléndida labor del Ateneo en sus primeros años de existencia, pero debo concluir con una reflexión: El Ateneo de Caracas siempre fue una institución de carácter privado, abierto a todos sin distinciones y sirvió de reducto a las luchas contra la dictadura. El 14 de febrero de 1936 se instala en su sede la Junta Patriótica Femenina y el día siguiente se instala en su sede la Guardia Cívica Venezolana. En el Ateneo se celebraron las Conferencias Venezolanistas. El país vivía momentos agitados a raíz de la muerte de Juan Vicente Gómez y en la clandestinidad se trabajaba por la libertad. Al finalizar la etapa gomecista se celebraron numerosos eventos literarios, uno de ellos en homenaje a Rómulo Gallegos a su regreso del exilio, con el concurso de escritores de la talla de Antonio Arráiz, Lucila Palacios y Julián Padrón.

Vivimos días de destrucción sistemática de la memoria histórica de Venezuela por parte de un régimen que se ha propuesto borrar todo lo que pertenezca al pasado, aunque sean las mejores manifestaciones de un pueblo inteligente, laborioso y creativo como el nuestro. Es importante tener presente lo que han significado y significan los Ateneos en Venezuela. No olvidemos tampoco a María Luisa Escobar y a todos aquellos hombres y mujeres que trabajaron con dedicación y honradez. Es necesario recordar sus luchas y su compromiso con el movimiento artístico, literario y musical del país.

La ciudadanía venezolana tiene mucho que decir con respecto al apoyo que merece el Ateneo de Caracas. Es y será siempre de todos los venezolanos, aunque sea acogido de nuevo en una casa humilde, en cualquier parte, porque el Ateneo no es un lugar, es la idea de la cultura en libertad de pensamiento, sin exclusiones de credo, nacionalidad, religión o color político.

 

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Presentación del libro La Travesía del Indigente

   Círculo de Escritores de Venezuela.

   Editorial Lector Cómplice.

  Se complacen en invitar a ustedes

     al bautizo del libro:

 La Travesía del Indigente

De Maggida Lovera

 

Presentación a cargo de Carmen Cristina Wolf.

 

Librería Kalathos

Centro de arte los galpones

8va transversal, con avenida Ávila. Los Chorros. Caracas.

 

14 de Junio de 2014. 3:00pm

«La poesía social de La travesía del indigente, de Maggida Lovera, exquisita poeta de cielos venezolanos, es conmovedora por las circunstancias que describe. Cada frase recuerda al ser social perdido en la calle, sobre todo en estas aciagas horas que vive Venezuela hoy día.

Es una poesía del encanto, de la fascinación que siente la poeta e impregna la obra. Es la fascinación de ver, de describir lo que la rodea, al mismo tiempo que clama: apaga al idiota, al loco, al inquieto… Es como una fotógrafa recogiendo imágenes, coagulando hechos que luego traslada a palabras. Maggida traduce el silencio de los rostros que observa en las calles, en las aceras, en el hilo de la vida que se desgasta en cada evento, en la preocupación que recorre la ciudad.

La Travesía del indigente evoca la precariedad de los sueños, de las súplicas, de la necesidad de vivir y desear. El canto se ofrece como una forma de inmortalizar cada momento vivido, entrevisto en el paso rápido de la poeta que observa, quizá cuando sale del metro o cuando pasea, cuando se dirige a su trabajo o corre al encuentro del amor. Esta travesía es un vagabundeo permanente, un vagabundeo que reza en nombre de los desfallecidos, de los insultados, de aquellos sometidos por la fuerza.

En este poemario se dibuja una existencia itinerante y la ruta inquieta del indigente del alma, de aquél que ya no vive, sino que experimenta el momento como un relámpago difuso y volátil. Esas personas que dejaron de vivir para sobrevivir en una sociedad de consumo, o arrastrados por la fatalidad de un país que despedazan a dentelladas por intereses mezquinos (…)

Esta Travesía del indigente, es una denuncia que toca la calle y toca el alma. Es una poética al desamparo de la conciencia, a la soledad y la esclavitud actual que amenaza con apoderarse del mundo. Con todo, la poesía le hace frente y contrarresta el mal del siglo XXI con sus luces de neón que alumbran la vacuidad del hombre, acorralado por sí mismo en una geografía disímil.»

Karime Nabté.

Mérida, México. Marzo 2014

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París en la Rayuela de Cortázar

PARÍS EN LA RAYUELA DE CORTAZAR

Por Enrique Viloria Vera

Cuántas palabras, cuántas nomenclaturas
para un mismo desconcierto.
Julio Cortázar

Cada quien puede construir su propia vivencia, su personal metáfora de esta ciudad plural, siempre inédita, que a nadie deja indiferente. Para uno es el fasto de los grandes bulevares, la trepidación del colectivo, la majestad de unas avenidas triunfales que raudas desembocan en monumentos llenos de historia y tradición para crear carrefours que propician el cruce de gente, culturas y gentilicios. Para otros, es el espectáculo nocturno, luces, plumas, candilejas, música y champán, alimentando un inmanente trasfondo voyeurista que estimulan bellas y bien formadas marjorettes que cubren precariamente sus depilados Montes de Venus con una prenda mínima e innecesaria.

Para algunos, París puede ser también estrellas que se ponderan, golosamente, en unas guías gastronómicas que generan salivaciones inmediatas, dudas acerca de cuál sabor, cuál gusto, sustentará una comida que deja de ser simple acto de supervivencia para transformarse en comentario obligado, en consejo o advertencia para aquellos amigos gurmandos que también perciben el mundo a través de las papilas gustativas.

Sin embargo, para Cortázar y sus personajes, para esos que no están esperando “otra cosa que salvarse del recorrido ordinario de los autobuses y de la historia”, París es una afrenta, la posibilidad última de ser lo que se anhela ser, de concretar una ilusión, una esperanza, que no conoce las medias tintas porque la ciudad sólo sabe de éxitos o fracasos.

Para esa compleja fauna de artistas de segunda en busca del protagonismo, de exiliados políticos, falsos estudiantes, mitómanos y expatriados a voluntad, París es una manera de vivir, de entender la vida, lejos de recorridos turísticos, de confirmaciones del vuelo de regreso, de preocupaciones por el número de maletines de mano o por el exceso de peso del equipaje. Para esos tantos Oliveiras y Magas, la ciudad es un vagabundo circunscrito, sin nuevos o trascendentes destinos, cuya ruta la aconseja la circunstancia, una frase escuchada al azar, un súbito deseo de besarse en una plaza anónima donde aún reposan las rayuelas, “los ritos infantiles del guijarro y el salto sobre un pie para entrar en el Cielo”.

París oculto, construido de falencias y precariedades, erigido sobre la escasez de dinero y la falta de espacio, donde se tropieza con las paredes, un bidé sirve de biblioteca, y las medias sucias acompañan en la repisa de la chimenea a unas botellas vacías que atestiguan una noche de tristeza y de nostalgia por la novia o la patria lejana, por los familiares que no se felicitarán esta Navidad y, sobre todo, por la constatación de que no se es lo que se quiere ser en esta ciudad donde, en palabras de la Maga: “somos como hongos, crecemos en los pasamanos de las escaleras, en piezas oscuras donde huele a sebo”.

Ciudad limitada a las andanzas por los sitios de siempre, el Barrio Latino, el Boul Mich, Saint-Germain-des-Prés, con su miríada de callejuelas: la Rue Bonaparte, la Dauphine, la Buci con sus puestos de venta de alimentos en plena calle, en los que una pierna de ganso, unas clementinas, un filete de salmón, una porción de terrine o una secuencia de entrecôtes rojas y frescas se convierten en verdadera obra de arte, en decoración disruptiva que altera procesos fisiológicos, porque los alimentos se digieren primero con los ojos antes que con la boca. Callejuelas generosas, conectoras, como la Rue de Seine que comunica el boulevard de cemento y el bullicio de los cafés al aire libre con el de agua, el Quai de Conti, ese borde plácido, donde el Sena aporta su contribución para que París asuma ahora la forma de luz “ceniza y oliva”, reflejada en el río, de lento serpenteo de péniche, de besos apasionados y manos agarradas confirmando una promesa de amor adolescente que, por su frescura, se torna en sombra descifrable.

Imposiciones culturales transforman también la vida de los personajes de Cortázar en un conjunto de eventos que se deben presenciar por vez primera o volver a ver, simplemente porque “il le faut” : Potemkim, Mercedes Sosa, el Ciudadano Kane, Jacques Prévert leído por no se sabe quién, Moustaki, el Teatro Negro de Praga o el Quilapayún, asumen la forma de mandatos ineludibles a los que se debe asistir sin importar la lluvia, la nieve, el calor, la huelga de trenes y metro, la ausencia de acompañante, porque se trata simplemente de algo verdadero, auténtico, desinteresado.

Ciudad adulta y para adultos, en la que los niños se acarician con guantes de goma, asépticos, se encuentran prescritos y proscritos debido a que se llanto molesta a los vecinos y, en especial, a la conserje, a esa Torquemada cotidiana que juzga lo bueno y lo malo, lo oportuno y conveniente, lo socialmente aceptable que excluye, por supuesto, al bebé Rocamadour, “dientecito de ajo, nariz de azúcar, arbolito, caballito de juguete”, y, en consecuencia, a las nociones, a las realidades de padre y madre. Adultos que sólo saben hacer el amor en cuartos marchitos, en camas de jergones pretéritos, adornadas con coberturas rancias y deshilachadas, compartida por dos soledades que confunden el acto sexual, el jadeo de pie, arrodillado, parado, en cuclillas, con el verdadero amor, porque la felicidad para el escritor tiene que “ser otra cosa, algo quizás más triste que esta paz y este placer… una caída interminable en la inmortalidad”.

Urbe protagonizada por las contradicciones, hecha indistintamente de proezas y frustraciones, de éxitos rotundos y fracasos contundentes en la que los diversos personajes de Cortázar deambulan de un lado a otro, sin cumplir metas y objetivos personales, contándose sus penas, porque “es mucho más fácil hablar de las cosas tristes que de las alegres”. Ciudad incoherente, habitada por ciudadanos corrientes, en donde “sólo viviendo absurdamente se podría romper alguna vez este absurdo infinito”, razón por la cual Oliveira percibe que “yo en realidad no tengo nada que ver conmigo mismo”, porque los expatriados terminan por sentir “como una última luz que se va apagando en una enorme casa donde todas las luces se extinguen una por una”.

París desconocido por turistas efímeros, cotidiano, profundo, hecho tanto de gauloises, pastís, panaches de cerveza y limonada, cafés de quartier, hediondeces perfumadas, supositorios para cualquier enfermedad, como de suciedades permitidas, loterías de miércoles y viernes, besos franceses plenos de lengua, copas de blanco y rojo, mascotas consentidas, y de clochards que prefieren la policía al frío; habitado, en fin por una pléyade de tránsfugas, quienes, imposibilitados de regresar a sus lugares de origen, resignados, descreídos, confirman con Cortázar que “es mejor pactar como los gatos y musgos, trabar amistad inmediata con las porteras de roncas voces … Así es como París nos destruye despacio, silenciosamente, triturándonos entre flores viejas y manteles de papel con manchas de vino…”

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