ALBERT CAMUS Y EL COMPROMISO DEL ESCRITOR

Por Magaly Salazar Sanabria

Camus dice: “¿Qué es un hombre en rebeldía?Un hombre que dice no. Pero negar no significa renunciar porque es también un hombre que dice sí desde su primer movimiento. El Hombre en rebeldía es un esclavo que, habiendo obedecido toda su vida, juzga inaceptable una nueva orden”. Según estas ideas, la actitud de rebeldía constante es una energía espiritual que determina la acción del hombre crítico, humanista, liberador, en el ejercicio de la lucha contra la tiranía que se impone en nombre de la libertad. El escritor debe ser un hombre rebelde y comprometido con el porvenir de la humanidad

Siguiendo las directrices de Camus, mientras el revolucionario sólo quiere transformar el mundo, el hombre rebelde quiere Cambiar la vida. Para realizar tales transformaciones es indispensable proceder con generosidad en relación con el futuro, esto requiere una entrega total al presente. El escritor debe estar presente en estas mudanzas.

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CHARLA SOBRE EL COMPROMISO DEL ESCRITOR, EL 27 DE MARZO A LAS 11 EN LA SALA CABRUJAS

En la Sala Cabrujas el domingo 27 de marzo, a las 11 de la mañana, compartiremos con el escritor venezolano Ildemaro Torres, sus experiencias y opiniones acerca del Compromiso del Escritor en la sociedad actual.

Lugar: Sala Cabrujas, 3ª avenida de Los Palos Grandes con avenida Francisco de Miranda, Torre El Parque, Nivel C 1, entrada lateral derecha. Centro de Cultura Chacao.

Invitación del Círculo de Escritores y Cutura Chacao

Estacionamiento en Parque Cristal.
Entrada libre

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Ildemaro Torres: El compromiso del Escritor domingo 27 de marzo

En la Sala Cabrujas el domingo 27 de marzo, a las 11 de la mañana, compartiremos con el escritor venezolano Ildemaro Torres, sus experiencias y opiniones acerca del Compromiso del Escritor en la sociedad actual.

Lugar: Sala Cabrujas, 3ª avenida de Los Palos Grandes con avenida Francisco de Miranda, Torre El Parque, Nivel C 1, entrada lateral derecha. Centro de Cultura Chacao.

Invitación del Círculo de Escritores y Cutura Chacao

Estacionamiento en Parque Cristal.
Entrada libre

* Ildemaro Torres es Médico Cirujano graduado en la Universidad Central de Venezuela. Doctor en Filosofía de la Universidad de Birmingham, Inglaterra. Profesor Titulat de la Facultad de Medicina de la U.C.V.
Es autor de los siguientes libros: Chile, de Allende a la Junta Militar (1974),Zapata (1979), Ernesto Cardenal en Selentiname (1981), El Humorismo Gráfico en Venezuela (1982, Aquiles Nazoa Inventor de Mariposas (1998,Abilio, Maestro no sólo del Dibujo ( 2000), Historia del Humor Gráfico en Venezuela (2003), Tomo 3 de la Historia del Humor Gráfico Iberoamericano, por invitación de la Universidad de Aolcalá de Heneres y la Editorial Milenio, España; Biografías de Aquiles Nazoa y Morella Muñoz, en la Colección Biblioteca Biográfica Venezolana. La magia del Buen Decir,Antología de Conferencias de Aquiles Nazoa (2010). Coordinó la Edición Aniversaria «Tierra de Gracia» de El Nacional (1985 y es columnista regular de dicho diario.

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Abrazando el Cisne negro en el mes de la mujer

Por Ana María Velázquez

El viaje femenino es un viaje hacia las profundidades del alma. Es sólo allí donde se produce el encuentro de la mujer con sus propias fuerzas arcaicas y sombrías. En esas fuerzas sombrías es donde encuentra su enorme poder creativo, ellas son las que le permiten experimentar su pasión artística y asumir su libertad a plenitud. Como en la película El Cisne negro, del director Darren Aronofsk, lo virginal de la protagonista, Nina, su anhelo de perfección basado erróneamente en la pureza es, precisamente, lo que le impide alcanzar su máximo potencial para interpretar el papel principal en el ballet “El lago de los cisnes”, de Tchaikovsky.  Su danza es carente de pasión, de verdadera emoción. Su creación está condicionada a la techné, a la técnica, más que a su deseo, por eso vive totalmente dedicada a la danza, sin permitirse nada más.

Todo lo contrario ocurre con Lily, otra bailarina que encarna su sombra, aquellos aspectos desconocidos que el ser humano no ve en sí, pero que se perciben en los demás como amenazantes y peligrosos. Lily está plenamente conectada a su sensualidad y, por lo tanto, disfruta enormemente el amor, la fiesta, el baile, su arte se basa en el disfrute del hecho estético, permitiéndose introducir el juego y la dispersión, en vez de aferrarse a la técnica. En medio de las dos bailarinas aparece la figura masculina como una figura iniciática. Thomas Leroy, el director de la compañía de ballet, es el mediador entre el mundo virginal de Nina y el mundo erótico de Lily, un individuo que impulsa constantemente a Nina hacia su máximo logro. Con aspectos de fijación con la figura materna y un final espectacular en el que Nina logra integrar dentro de sí, después de un proceso doloroso, sus energías eróticas, logrando la adoración de un público que queda impactado por sus dos interpretaciones, la del cisne blanco, hermoso, pero frío, y la del cisne negro, lleno de una energía espectacular que hace que le “nazcan alas”, una metáfora del alcance de su libertad. El director logra así recrear el viaje femenino en toda su extensión, no sólo el viaje de la mujer artista sino el de toda mujer que necesite hacer contacto con lo desconocido de sí misma  para enfrentar a un “público”, es decir, a la sociedad toda en el gran teatro del mundo, y dar lo mejor. La película es un reconocimiento del poder de lo femenino y de su capacidad de transformar la angustia, el dolor y la oscuridad en algo valioso para la mujer.

Hoy, en especial, Día de la mujer, y en todo el mes de Marzo, mes de la mujer, es importante reflexionar sobre estos aspectos y proponernos concederle el espacio necesario a todas las fuerzas ancestrales y sagradas que conforman lo femenino.

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*Ana María Velásquez es ensayista, poeta e investigadora. Ha obtenido un gran éxito con sus libros de relatos, Creí que me besarías antes de partir y Con los ojos abiertos. Es integrante del Círculo de Escritores de Venezuela.

Ana María ganó el Premio de Poesía 2011 de Latin Heritage Foundation, Estados Unidos.

Felicitamos a la escritora venezolana por haber obtenido el premio, que  consiste en la publicación del poema ganador en la antología Una isla en la isla a ser distribuida en Estados Unidos e Inglaterra. También fueron selccionados los autores venezolanos Pedro Segundo Yajure, Damelis Brito, Rosalinda Mariño, Urbano Antonio Durán.


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Día Internacional de la Mujer 2011

En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegral como persona. Es fiesta nacional en algunos países.

El Día Internacional de la Mujer se celebra el día 8 de marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La idea de un día internacional de la mujer surgió a finales del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración recoge una lucha emprendida en la antigua Grecia por Lisístrata, quien empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a las interminables guerras. En la Revolución Francesa las mujeres al grito de “libertad, igualdad, fraternidad”, marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino, pero no fue sino hasta los primeros años del siglo XX cuando se comenzó a proclamar, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda, la celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos.

Hoy, los escritores recordamos a las Mujeres venezolanas que han sembrado de generosidad esta tierra, mujeres como Luisa del Valle Silva, María Teresa Castillo, María Luisa Escobar, Lucila Velásquez, Rosa Melo. y tantas otras que han llenado de luz y esperanza a América. Y a las Mujeres que todos los días salen a la calle a trabajar, que enseñan a sus hijos a vivir con principios y valores de honestidad, libertad y amor por su país.

Para ellas, para todos los que las amamos y las admiramos, este poema de Lucila Velásquez:


«es posible que un día

intercambiemos sitios más lejos en la voz

lugares más difíciles

es decir

por qué no?

que escribamos sin fecha

ni lugar

,ças despacio

una Nota Verbal a la Esperanza

donde hagamos una bella ciudad

a la Igualdad

donde quepan los pueblos

donde se unan los tiempos

o se eliminen las cotradicciones

entre la historia

y la verdad (…)    De Acantilada en el tiempo, 1982

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El Compromiso del Escritor, por Ildemaro Torres, el domingo 27 de marzo

El domingo 27 de marzo a las 11 de la mañana, compartiremos con el escritor venezolano Ildemaro Torres, sus criterios y opiniones acerca del Compromiso del Escritor en la sociedad actual.

Lugar: Sala Cabrujas, 3ª avenida de Los Palos Grandes con avenida Francisco de Miranda, Torre El Parque, Nivel C 1, entrada lateral derecha. Centro de Cultura Chacao.

Invitación del Círculo de Escritores y Cutura Chacao

Estacionamiento en Parque Cristal.
Entrada libre

* Ildemaro Torres es Médico Cirujano graduado en la Universidad Central de Venezuela. Doctor en Filosofía de la Universidad de Birmingham, Inglaterra. Profesor Titulat de la Facultad de Medicina de la U.C.V.
Es autor de los siguientes libros: Chile, de Allende a la Junta Militar (1974), Zapata (1979), Ernesto Cardenal en Selentiname (1981), El Humorismo Gráfico en Venezuela (1982, Aquiles Nazoa Inventor de Mariposas (1998, Abilio, Maestro no sólo del Dibujo ( 2000), Historia del Humor Gráfico en Venezuela (2003), Tomo 3 de la Historia del Humor Gráfico Iberoamericano, por invitación de la Universidad de Aolcalá de Heneres y la Editorial Milenio, España; Biografías de Aquiles Nazoa y Morella Muñoz, en la Colección Biblioteca Biográfica Venezolana. La magia del Buen Decir, Antología de Conferencias de Aquiles Nazoa (2010). Coordinó la Edición Aniversaria «Tierra de Gracia» de El Nacional (1985 y es columnista regular de dicho diario.

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El Dr. Jacinto Convit recibió la Orden de la Legión de Honor del Gobierno de Francia

Jean-Marc Laforêt, Embajador de Francia en Venezuela, entregó el pasado 1ro de marzo, en nombre del Sr. Nicolas Sarkozy, Presidente de la República Francesa, las insignias de Oficial de la Orden de la Legión de Honor al Dr. Jacinto Convit, Director del Instituto Nacional de Biomedicina, en presencia del Sr. Jorge Arreza, Viceministro de Desarrollo científico y tecnológico, como de destacadas personalidades.

En su discurso, el Embajador saludó el “momento especial” que representaba esta condecoración e hizo énfasis en el “honor” que le ofrecía esta oportunidad de rendir un homenaje a la obra y al trabajo del Doctor Jacinto Convit, una “autoridad internacional”,laureado de numerosos premios tantos nacionales como internacionales.

Recordó que la Legión de Honor es la más alta distinción honorífica de la República Francesa, instaurada en 1802 por Napoleón Bonaparte, que recompensa desde su creación los méritos eminentes prestados a Francia por sus ciudadanos o por importantes dignatarios extranjeros. El Embajador subrayó que la atribución de esta prestigiosa condecoración, altamente selectiva, recae en una decisión del Presidente de la República Francesa y significa “la voluntad particular del Gobierno francés de poner de relieve la trayectoria ejemplar de un gran Venezolano”.

El Embajador recordó a los presentes los meritos como la importancia del trabajo del Dr. Convit durante su larga y exitosa carrera de investigador, cuyo reconocimiento internacional resaltó con el descubrimiento de una vacuna curativa contra la lepra. También quiso recordar que “si vencer al prejuicio social fue, de cierta manera, más difícil que vencer al bacilo”, el trabajo del Doctor Convit fue “sumamente importante y tuvo un papel histórico: su vacuna impidió la difusión del virus y permitió la no contaminación de los familiares del leproso”.

El Sr. Laforêt hizo énfasis sobre el carácter de “verdadero visionario” del Doctor, quien “conservó durante toda su carrera el entusiasmo intacto por las causas nobles de la medicina”. Recalcó que el Dr. Convit fue galardonado en 2009 con el Premio de la Fundación Alstom, que recompensó su proyecto de prevención sanitaria de los indios Warao del Delta del Orinoco, y añadió que el Doctor, estando a la cabeza del Instituto de Biomedicina, “puso en marcha un tratamiento inmunológico experimental contra el cáncer” que actualmente se encuentra en fase de estudio.

Pero más que todo, el Embajador quiso subrayar que “este gran médico es también un verdadero humanista”.

El Sr. Laforêt saludó el papel ejemplar de “servidor del servicio público” que tuvo el Doctor, quien “nunca ha pedido un solo bolivar a sus pacientes”. Resaltó que el Doctor Convit, durante su larga carrera, fue un hombre de ciencia “totalmente desinteresado”, quien ofreció el resultado de sus investigaciones a la humanidad a través de un donativo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). El Sr. Laforêt también quiso recordar que el Dr. Convit, un “hombre de convicción”, ha trabajado durante su vida entera para que “los enfermos puedan gozar del beneficio de las patentes”. El Embajador puso en relieve la “lucha del Dr. Convit para conseguir la justicia social”, subrayando que “el enfoque de su trabajo de investigación sobre la lepra fue la defensa de los derechos humanos de los leprosos, quienes sufrían, en los años 30, del aislamiento compulsivo”. Precisó que las investigaciones del Doctor convirtieron a Venezuela en un país pionero de la medicina a nivel mundial, subrayando que “gracias al trabajo del Doctor, Venezuela decidió la abolición del sistema del aislamiento de los leprosos. Y fue el primer país en el mundo en hacerlo. Después, la OMS se inspiró del modelo venezolano para ampliar esta medida al nivel internacional”.

El Sr. Laforêt hizo también una comparación entre el Dr. Convit y otras grandes personalidades, como el arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y el Embajador y escritor francés Stéphane Hessel : los tres tienen una muy amplia trayectoría y, buscando siempre ideas nuevas o proyectos nuevos, intentan mejorar la condición del ser humano. Son verdaderos ejemplos para las generaciones futuras.


El Embajador Laforêt finalizó su discurso con estas palabras:

Estimado Doctor, Usted dice a veces que “el más hermoso de los premios es la sonrisa de un paciente curado, una recompensa que no se ponga en una pared sino que se pueda guardar en el corazón”. Es con mucho corazón y mucha afección que tengo ahora el honor de devolver a Usted, y en francés, estas tan merecidas insignias de la República francesa:

Docteur Jacinto Convit, au nom du Président de la République française, je vous remets les insignes d’Officier de l’Ordre national de la Légion d’Honneur.»

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LOUNOJUNTOALOTRO

Por Atanasio Alegre

Cuando la recepcionista termina de dar la información sobre las condiciones de alojamiento en el hotel añade como si se tratara del slogan de un político en campaña: Francia no es solo Paris.

Francia, en el camino hacia Normandía, es, efectivamente, esa alfombra verde de una campiña festoneada por los más variados cultivos:, con mucho agua, con muchos puentes sobre el Sena -algunos de una belleza soberbia como el que une a la ciudad de Le Havre y la población de Honfleur-. La  Francia interior son los viñedos con los pámpanos desmelenados  al viento. Es el vino,  la industria del motor y la del perfume,  como el que usa esta moza morena que atiende  la recepción en este hotel de Le Havre.

Pero Francia no solo es el paisaje sino el paisanaje, sus pobladores. ¿Qué quienes pueblan ahora esta Francia del siglo XXI? Pues, si uno quisiera reseñarlos  atendiendo a los que suben y bajan de los autobuses,  los que toman el tren en las estaciones, los que andan a pie  tendría que contar también, entre ellos, a quienes vinieron  de esas regiones del África donde el sol es tan peligrosamente amigo del hombre. Y son tantos, que uno de los políticos más pintorescamente malévolos, como es el tal Le Pen, ha anunciado que se va a vivir a  la campiña porque prefiere ver las vacas a tanto  árabe en las calles de Paris. Es el tinte moreno  que  cubre hoy  la Francia, reflejado en alguna de  esas novecientas novelas aparecidas este otoño entre las que no faltan títulos de autores de esta derivación morena de la ciudanía actual.

Que así vaya el tema es cosa que merece una explicación, cosa que  ha hecho Michel Huellebecq,  uno de los escritores más connotados por haberse hecho acreedor este año al Premio Goncourt.  Houllebecq tiene la parroquia divida, ya  que no todo aquel que ha comprado alguno de los cuatrocientos mil ejemplares vendidos de su novela El mapa  y el territorio,  lo ha hecho en son de amigo, sino  por tener a mano,  como la niña fea, un espejo. Para tomar el pulso de la Francia  morena de hoy.

La revista alemana Der Spiegel llama a Houllebecq el poeta francés de la  alienación. Pero lo cierto es que la critica encuentra una estrecha vinculación entre El mapa y el territorio con la manera cómo Balzac notarió a la sociedad de su tiempo. Su estilo es lineal, fluido, con personajes a lo Dostojewsky, con guiños al paisaje y con una originalidad que ningún novelista en la larga historia del género había acometido, a saber, convertir en tema de una novela el asesinato de su autor.  A Houllebecq lo asesinan –en la novela-  para robarle el cuadro que un pintor, el protagonista de la obra-  había hecho como gratificación  por haber escrito el texto del catálogo de una  de sus exposiciones.

Sucede, por otro camino,  que desde hace ya algún tiempo circula un libro anónimo, en forma de panfleto, que lleva por título La revolución que viene,  escrito por un comité invisible en  el que se cuenta el trance por el que pasan las sociedades europeas. Se sabe que la obra  salió de una comuna en la localidad de Tarnac en Francia.

Desde cualquier ángulo que se  mire –se lee allí- la llamada sociedad europea no tiene salida. Hay un acuerdo generalizado de que todo lo que hoy está tan mal, va a seguir peor. La cosa es tan grave que estamos dispuestos a fingir ante el hecho de que, teniendo un cadáver sobre la mesa, pasamos por delante sin enterarnos. ¿Cómo salir de esta situación?  Mediante la implantación de la anarquía, sin escatimar ni en la violencia y en terrorismo. Y  es aquí  donde la autoridad ha comenzado a tomar cartas en el asunto.

El panfleto tiene un innegable gancho literario. La primera edición de la traducción alemana  ya  vendió veinticinco mil ejemplares y se dice que el toque literario maestro  se debela pluma de Houllebecq.

Claro, que  hay que contar con otro hecho. El francés -acaba de de decir Umberto Eo en su novela El cementerio de Praga– no sabe bien lo que quiere, lo único que sabe es que no le gusta lo que tiene. Están orgullosos de tener un estado que dicen poderoso, pero se pasan el tiempo intentado que caiga. Ils grognent toujours. Pues bien, podría ser que esto de la revolución que viene en una Europa gobernada por la derecha con la excepción de España, no sea más que otro gruñido en el que haya colaborado un autor con tanta dinamita en la pluma y tan buena seda en la mano como Michel Houllebecq.-

Atanasio Alegre.

Nació en Medellín, en 1950, y comenzó a escribir a principios de la década de los setenta, poco después de entrar a estudiar filosofía en la Universidad Nacional de Colombia. A partir de entonces no hadejado de escribir, publicando sus libros en Venezuela, Colombia y México. Aparte de algunos poemas y cuentos que se sitúan en Nueva York, el resto de su obra se centra en Colombia. Ha publicado las novelas La historia de Horacio, Para antes del olvido, ganadora del quinto Premio Nacional de Novela Plaza & Janés de 1987; El mercado de los gansos y El crepúsculo del hebraísta.  La colección de cuentos El Rey del Honka- Monka y la colección de poemas Manglares.

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ANTONIO ARRÁIZ, LA REBELDÍA Y EL TALENTO

Por Eduardo Casanova

En 1938 el poeta Antonio Arráiz, barquisimetano nacido en 1903, generó un pequeño escándalo en la pacata sociedad de Caracas al publicar, en 1938, Puros hombres, una estupenda novela testimonial, construida a partir de la realidad de las cárceles gomecistas, en la que no escatimó expresiones malsonantes y todo tipo de crudezas.

Fue un escándalo parecido al que causó en Estados Unidos (y Francia) Henry Miller (1991-1980) al editarse Trópico de Cáncer en 1934, aunque el norteamericano no tocaba para nada la política y el venezolano sí. O, en menor grado, comparable con el alboroto que se armó en París cuando Céline (Louis Ferdinand Destouches) dio a conocer su Viaje al fin de la noche (Voyage au bout de la nuit), en 1932, novela que sí tocaba el elemento político, pero en forma muy distinta a la de Puros hombres.

Un par de años antes se había editado en Venezuela Memorias de un venezolano de la decadencia, de José Rafael Pocaterra, de modo que el tema ya era conocido, pero la forma en la que lo trató Arráiz resultó demasiado para la Caracas provinciana de entonces, que a lo sumo podría tolerar una que otra “grosería” que con cierto rubor intercalaban los novelistas del realismo (los de Fantoches, Válvula o El Ingenioso Hidalgo), que preferían ser algo audaces en las situaciones a serlo en el lenguaje. De 1931 en adelante más de una matrona había fruncido la nariz porque Arturo Uslar Pietri habló de nalgas en Las lanzas coloradas.

En su mundo de poeta, Arráiz ya había quebrantado las reglas de la pequeña ciudad que siempre dormitaba “a los pies del Sultán enamorado”, cuando en 1924 dio a conocer su primer poemario, Áspero, en versos libres y en el que trataba temas un tanto audaces para su momento, con un lenguaje que parecía demasiado adelantado y que debe haber desconcertado a los poetas ilustres de aquel tiempo. Y como novelista sus únicos antecedentes serían Blanco Fombona y Pocaterra, pero ninguno de los dos llegó a los niveles de audacia y fuerza expresiva de Arráiz, ni tuvieron la calidad de la prosa de Arráiz.

No era su primera incursión en el campo de la novela: en 1931 había ganado un premio en Buenos Aires con Los lunares de la virreina. Sus otras novelas (Dámaso Velásquez, editada en 1943 y reeditada en 1950 con el título El mar es como un potro, y Todos iban desorientados, 1951, no alcanzan la misma dimensión de Puros hombres, aunque son novelas excelentes). Sus cuentos publicados inicialmente en la Revista Nacional de Cultura y recogidos en 1945 en el libro Tío Tigre y Tío Conejo, son únicos en nuestra literatura. En ellos Arráiz se apoya en la chismografía rural venezolana, tal como Uslar Pietri (que los elogió mucho) en Red, en treinta hombres y sus sombras y en las obras teatrales El día de Antero Albán y Chúo Gil y las tejedoras. Se trata de un muestrario del mundo picaresco que rodaba a Juan Vicente Gómez e integraba la nueva plutocracia petrolera caraqueña, con una notable carga de humor bien entendido. Antonio Arráiz nació en Barquisimeto el 27 de marzo de 1903.

Luego de estudiar primaria en su ciudad natal, a los trece años entró en Caracas al Colegio Católico Alemán, luego pasó por el Liceo Caracas, en donde conoció a muchos de los que integrarían con él la Generación del 28, y a los dieciséis años (1919) se fue a los Estados Unidos, aparentemente con la idea de hacerse aviador o actor de cine. Llegó a pasar hambre, luego de desempeñar varios trabajos de poca monta, y hasta tuvo que pasar noches, como un vagabundo, en las grandes tuberías del Subway que aún esperaban para ser colocadas y estaban en el Central Park, porque no tenía ni dinero ni dónde dormir. Se enroló en la Marina, pero fue declarado no apto para el servicio militar y en 1922, a los diecinueve años, volvió a Caracas.

No siguió estudios formales, pero fue un gran lector y tenía una gran facilidad para absorber conocimientos. Trabajó como jefe de propaganda de los cines Rialto, Rívoli y Ayacucho y se dedicó a los deportes y a la lectura, y en 1924 se dio a conocer como poeta, influenciado tardíamente por Walt Whitman (1819-1892) y otros poetas del Norte. En su poesía defendía lo indígena y repudiaba la herencia española, en lo que incluía el catolicismo. En el carnaval del 28 se incorporó con gran entusiasmo a la protesta estudiantil, y en abril estuvo entre los que promovieron un golpe militar para deponer al general Gómez. Preso en La Rotunda inicialmente, después conoció el Castillo de las Tres Torres en su ciudad natal. Tras siete años de castigo, parte de encierro y parte de confinamiento en Barquisimeto, desde donde publicó algunos trabajos con seudónimo, especialmente en La Gaceta de América, que dirigía Inocente Palacios.

En ese tiempo escribió también su primera novela: Los lunares de la Virreina, que ganó un Premio promovido por el Diario La Prensa, de Buenos Aires. Finalmente salió hacia Ecuador y Colombia. En abril de 1936, ya muerto el general Gómez, regresó al país y fue de los que pudo aprovechar la nueva situación de Venezuela, que conducida por Eleazar López Contreras se adentraba por los caminos de la democracia. Fue redactor del diario Ahora y colaborador de otras publicaciones. Fue Secretario de la Gobernación del Estado Carabobo y ocupó brevemente un cargo en el servicio exterior. En 1943 fue llamado por otro de los miembros importantes de la Generación del 28, Miguel Otero Silva, para que trabajara como Director del diario que los Otero crearon: El Nacional. Fue el primer director, por demás exitoso, de ese diario que cambiaría radicalmente el periodismo en Venezuela.

No aprobó el derrocamiento de Medina Angarita, pero repudió con más fuerza el derrocamiento de Rómulo Gallegos en noviembre de 1948. Y el 6 de enero de 1949 se fue definitivamente de Venezuela, a ocupar un cargo modesto en la ONU, un cargo en el Departamento de Publicaciones que, por lo menos, le permitía sobrevivir con su familia. Murió en Westport, NY, el 6 de septiembre de 1962. Un ataque cardíaco fulminante se lo llevó cuando apenas despuntaba el sol, sin enterarse de que él mismo era un sol en las letras venezolanas.

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Pedro Grases y el Surrealismo

Por Carlos Maldonado-Bourgoin

Aspecto insospechado en la vida de Don Pedro Grases, erudito académico, emérito profesor y humanista, fue su cercanía con los movimientos estéticos literarios vanguardistas europeos desde su Cataluña natal. El ilustre erudito, bibliófilo y docente catalán, venezolano por adopción, Pedro Grases, llegó al país por la guerra civil española en 1937

(Publicado por cortesía del escritor Carlos Maldonado-Burgoin y del Correo del Caroní)

Su cercanía a las vanguardias lo confirma la amarillenta edición de Los Cantos de Maldoror (arcángel del mal), del Conde de Lautreamont. Traducción del francés al español de Julio Gómez de la Serna y Prólogo Ramón Gómez de la Serna. Biblioteca Nueva, Madrid, S/F. 4 pesetas. Pertenece a la biblioteca juvenil que guardó Pedro Grases hasta el final de su vida en su casa de Montaspre (Vilafranca del Penedés); hoy, en la Biblioteca que lleva su nombre en la Universidad Metropolitana, dentro del fondo de la Fundación Pedro Grases.

La revolucionaria prosa poética simbolista del uruguayo-francés Isidoro Ducasse, Conde de Lautreamont, fue inspirada por el Manfred de Lord Byron, elKonrad de Adam Mickiewicz y el Fausto de Goethe.
Su descubrimiento se debe a León Bloy en 1890. “Sólo algunos hombres de letras conocieron esos primeros ejemplares (…) de imágenes delirantes, blasfemas, eróticas, grandiosas y horrendas, pero su estilo y lenguaje la convierten en un ejemplo sobresaliente de escritura que más adelante utilizarían los surrealistas”. (Mónica Marchesky). La genial obra atípica y sorprendente de los Cantos…, es un gran collage que usa citas, frases de otros autores y sirvió puntal estético a los Manifiestos del Surrealismo. De los Cantos de Maldoror el propio André Bretón dijo: “expresión de una revelación total que parece exceder las posibilidades humanas”.
Antes de la guerra civil, el exitoso profesor universitario, político y escritor Pedro Grases era promotor y co-redactor de la revista de vanguardia Hélix, en Vilafranca del Penedés (Provincia de Barcelona-España). Colaboraban en ella Juan Ramón Masoliver, Carlos Clavería, Guillermo Díaz Plaja (de la misma promoción de Pedro Grases). Figuran también en la revista Hélix Benjamín Jarnés. Max Aub, Julio y Ramón Gómez de la Serna, Foix, Giménez Caballero, Luis Buñuel y tiene como ilustradores a Joan Miró, Salvador Dalí, Benjamín Palencia y Ángel Planells (1929-1932).
Pedro Grases (1909-2004) mantuvo correspondencia desde su exilio venezolano con Juan Ramón Masoliver, hasta su deceso ocurrido en 1997. Masoliver fue ensayista, escritor, traductor zaragozano asimilado a la vida intelectual de Barcelona, quizás el último de los surrealistas.

Algunas fotografías permiten un viaje por la época de las vanguardias: Pedro Grases junto a Ramón Gómez de la Serna en tertulia de café, como en el cuadro de José Gutiérrez Solana La tertulia del Café Pombo. En dicha pintura está representado Pedro Emilio Coll en compañía de figuras de las letras y de las artes españolas. Pero, bastó que vieran a Don Pedro Emilio para que fueran con el chisme a Cancillería gomencista y lo removieran de su cargo en el servicio exterior en Madrid.

En el año Centenario del Nacimiento del Maestro Pedro Grases yo escribí Pedro Grases y el humor para este diario Correo del Caroní (Puerto Ordaz, 29 de septiembre del 2009, página de Cultura). Una faceta poco conocida del intelectual y docente, que por docente e intelectual no tenía necesariamente que ser aburrido, pedante y triste.
Hoy asomamos en este artículo otro aspecto de Pedro Grases, quien estuvo piel a piel con las vanguardias y la estética contemporáneas.
Pero, tuvo un cambio de su suerte y destino, a consecuencia de la tragedia nacional española, que lo trajo al Nuevo Mundo a hacer la otra América. Quizás en su inconsciente el recordado Don Pedro tuvo la máxima del Conde de Lautreamont, citada en el prefacio de sus Poesías: “Reemplazo la melancolía por el coraje, la duda por la certidumbre, la desesperación por la esperanza, la maldad por el bien, las quejas por el deber, el escepticismo por la fe, los sofismas por la frialdad de la calma y el orgullo por la modestia
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Luz Machado: El milagro del poema

Luz Machado: Acontecer fecundo

Por Carmen Cristina Wolf

El próximo 31 de marzo es el Día Internacional de la Poesía. Yo lo celebro con mis poetas predilectos. Entre ellos, Luz Machado ocupa un lugar dentral. Con frecuencia acude a mi memoria la visión de la poeta una mujer de figura armoniosa, vestida con distinción y sencillez, siempre atenta y a punto de marcharse, silenciosa. Y se  hace presente la aseveración de la escritora española Rosa Navarro Durán: “El poeta puede identificarse o no con el yo poético… la ilusión del lector de que ambos son siempre uno ha llevado a muchas lecturas erróneas o al menos a dar una importancia excesiva a la biografía del poeta” (Cómo leer un poema, Ariel Practicum 1998). En la escritura de Luz Machado causa asombro encontrarse con una poesía osada, una voz femenina llena de fuerza, un tono propio que aborda temas podría decirse “prohibidos” para la sociedad venezolana de la década de los cuarenta y cincuenta.

Su poética es de una delicadísima riqueza y evoluciona constantemente tanto en las formas como en la temática. Desde muy joven aborda temas psicológicos y conflictos existenciales:

Este mirarme siempre el propio abismo

ha invertido el mirar y es sólo adentro

donde tiene mi esencia estas pupilas

que vigilan lo efímero y lo eterno.

Quién me dejó el Amor y su cadáver

a  la orilla del ser?…                                           Vaso de Resplandor, 1946

Fácilmente se descubre en estos versos la condición reflexiva y la profundidad de un discurso poético exento de superficialidad. Era muy joven Luz Machado cuando escribió sobre la impostergable necesidad de volverse hacia adentro, ir más allá de las cenizas del Amor perdido, para mirar sin miedo en el fondo del ser.

Luz Machado nació en Ciudad Bolívar, Venezuela, en 1916, y falleció en Caracas, en el año 1999. Periodista, poeta, desarrolló también la crítica literaria. Cofundadora de la revista «Contrapunto». Diplomática, activista política, estudiantil, cultural. Cofundadora del Círculo Escritores de Venezuela. Medalla de Plata de la Asociación de Escritores Venezolanos, Miembro de la Sociedad Bolivariana. Seudónimo: Agata Cruz. Recibió distinciones, como las Ordenes Francisco de Miranda (1993) y Congreso de Angostura (1996). La Universidad de  Guayana le concedió el Doctorado Honoris Causa (1996). Recibió el premio Municipal de Poesía (1946) y el Premio Nacional de Literatura (1987). Sus poemariosùblicados: Ronda (1941), Variaciones en tono de amor (1943), Vaso de resplandor (1946), Poemas (1948), La espiga amarga (1950), Poemas (1951), Canto al Orinoco (plaq. 1953), Sonetos nobles y sentimentales (1956), Cartas al señor Tiempo (1959), La casa por dentro (1965), Poemas sueltos (plaquette 1965), Sonetos a la sombra de Sor Juana Inés de la Cruz (1966), La ciudad instantánea (1969), Retratos y tormentos (1973), Soneterío (1973), Palabra de honor (1974), Poesía de Luz Machado, Antología (1980), A sol y a sombra (1992), Libro del abuelazgo (1997).

Mujer de amplia cultura y lectora incansable, puede descubrirse en alguno de sus versos una lejana influencia de la poetisa norteamericana Emily Dickinson:

Comparezco ante la tempestad

con un espejo de rosas en las manos

Para qué huir si el relámpago es cielo fugitivo

y en el trueno cabalga un arcángel herido?

La Espiga Amarga, 1950

En el poema Embriaguez de la Muerte de su libro La espiga amarga, se advierte el uso atrevido de los adjetivos, es difícil encontrar un poeta de mediados del siglo XX que no se viese influenciado por la exuberancia de Neruda, y podemos leer estos versos magníficos:

“Quiero una casa de piedra junto al mar //… echarías tu cabeza de diamante imprevisto / en el agua madura de mis hombros / buscando, como un pez ávido de soledad, un par de lunas de limo detenido / en las que un bosque antiguo recogiera sus iniciales savias. // Yo calzaría el crepúsculo entero entre mis dedos / probándome su herencia de anillos, / esperando que creciera en mi cara el polen de la eternidad. (…) / Eras un marino ciego contando barcos / por el recuerdo de las constelaciones en el puerto.”

Con una escritura que podría definirse de vanguardia para la época, también vuelve los ojos a la temática y a las formas de Rubén Darío:

La mar bajo mis pies salva azules panteras,

la espuma en mis rodillas salva serpientes de oro,

el aire contra el pecho salva fantasmas bellos

y sofoca doncellas y liras en la noche                 (Ibidem)

Es recurrente el tema de la casa “de piedra junto al mar”, el hogar, la ciudad, el alma, el amor deseado y perdido, la reflexión lírica sobre la palabra, el poema y  la muerte. “Hay que dejar en las ciudades algo / ¿Para qué vamos hacia ellas si cuando nos marchamos / no sentimos en el pecho una pequeña piedra oscura, golpeándonos?” ¿Es acaso cierto que se vive una ciudad cuando no hemos derramado en su suelo nuestro llanto, cuando no hemos encontrado ni perdido un sueño, cuando no somos asiduos de una cafetería o de un bar determinados, ni conocemos los aromas de la grama del parque, o el olor picante que se siente desde la taberna hacia la calle? “Toda esa ciudad yo la conozco… Pero de nada vale decirla si no duele / amor, palabra, estatua, mujer árbol, poema.”, escribe Machado.

En el libro La Espiga Amarga  ella dedica una carta a la Poesía:

Ay, me duele la piel del cántico,

la frente de la piedra, la pestaña del musgo.      (…)

llevo una luna ardiente clavada entre los senos

y una palabra antigua me crece como hierba olorosa en la boca…

¡Qué claros pergaminos arden bajo mis sienes!

Su dominio de la escritura clásica se pone en evidencia en estos perfectos endecasílabos del poemario Canto al Orinoco (1953). Un pensamiento reflexivo y profundo se muestra en estos versos:

En el nombre de Dios declaro miedo.

Iniciando un poema, este poema,

en cuya letra viviré sin muerte

lo que con gracia está en mi entendimiento.

Declaro miedo y me persigo y tiemblo (…)         Canto al Orinoco

Sus poemas amorosos revelan la absoluta libertad de su escritura, excepcional en la sociedad de mediados de siglo:

Eras frente a la ciudad un hombre silencioso y total y magnífico

En cada uno de sus libros Luz Machado dedica algunos versos a la poesía o al poema. Ella funda su arte poética como si fuera el techo de la casa que habita, como si para ella la escritura fuese lo más importante, lo primordial. Así, ella dedica este poema que lleva por título La casa por dentro, a la poesía:

La casa necesita mis dos manos.
Yo debo sostener su cal como mis huesos,
su sal como mis gozos,
su fábula en la noche
y el sol ardiendo en mitad de su cuerpo.
Deben dolerme las cortinas y sus gaviotas
muertas en el vuelo.
Conmoverme el jardín y su antifaz de flores dibujado,
el ladrillo inocente acusado
de no haber alcanzado los espejos,
y las puertas abiertas para las recién casadas
con su rumor de arroz creciendo bajo el velo.
Debo atender su réplica del universo,
la memoria del campo en los floreros,
la unánime vigilia de la mesa,
la almohada y su igualdad de pájaros dispersos,
la leche con el rostro del amanecer bajo la frente
con esa yerta soledad de una azucena
simplemente naciendo.
Debo quererla entera, salida de mis manos
con la gracia que vive de mi gracia muriendo.
Y no saber, no saber que hay un pueblo de trébol
con el mar a la puerta
y sin nombres
ni lámparas
La casa por dentro, 1963

Sobre ella escribe Joaquín Marta Sosa: …» Ella pertenece, junto con Enriqueta Arvelo Larriva (1886-1962) y Ana Enriqueta Terán (1918) a una insuperable trilogía de fundadoras de la voz y la visión femenina en la poesía venezolana. En su caso particular ha sido el universo doméstico, el domus aurea, lo que signó la mejor factura espiritual y lingüística de su poesía. Su poética se adscribió de modo constante más al «estar» (vivencias, experiencias, situaciones) que al «ser» (esencialidades), desde cuya perspectiva acomete una poesía confesional que viene a ser su arma para comprender y, a la vez, hacerse del mundo. Desde esa perspectiva, su corpus poético va creciendo y ganando en penetración a partir del universo «de la casa» y de lo «antipoético» que pueda habitarlo» …

Esta es la casa edificada con su pluma, parecida tal vez a su hogar real, igual pero distinta, porque esta casa de palabras es “fábula en la noche”, es “ladrillo inocente acusado de no haber alcanzado los espejos”. Sorprende encontrar en una escritura del cincuenta, que corresponde a una mujer con una vida de costumbres recoletas desde el punto de vista de los cánones sociales, un dominio del lenguaje que trasluce un mundo de lecturas vastísimo. Se pueden observar pinceladas de surrealismo en ese “ladrillo acusado” de no alcanzar los espejos. Al mismo tiempo, ese estado de gracia que se respira de la “gracia muriendo”, evidencia la lectura de la poesía mística, San Juan de la Cruz, Santa Teresa y Sor Juana Inés de la Cruz. De hecho, Luz Machado publica en 1962, los Sonetos a la sombra de Sor Juana Inés de la Cruz, que son una verdadera belleza tanto en la forma como en el trato con el lenguaje.

Todas las cosas cotidianas fueron cantadas en los versos de Luz Machado: escobas, zapatos, cacharros, hornillas, platos, vasos, cubiertos y agujas de tejer:

En mis manos, como una astilla cósmica, una sola aguja

Realiza los milagros más simples, sin salir de casa.”

La casa por dentro, 1965

No sin nostalgia debo concluir, porque se me quedan muchos poemas que amo sin comentar, pero así es la página en las publicaciones: generosa y concisa. Dejo ante la ventana del lector este última confesión de Luz Machado:

Un gran dolor pule los huesos de la casa. / Sí. La casa entera sobre los hombros, / sobre la espalda, sobre la frente (…) / Es dolor de ser vivo, / de estar viva. / en la madrugada que recoge esta sed de cansancios” (…) (Ibidem). Alguien, alguna vez, puede identificarse con este sentir suyo, alguna vez también nos sentimos dolorosa, terriblemente vivos.

Más, al otro día “Se siente abierta ya una nueva página / y todo puede acontecer aún”. (El libro de horas de Rilke, 1906)

Carmen Cristina Wolf. Del libro inédito «Literatura y Vida»

@literaturayvida

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María Gabriela Madrid seleccionada «Mujer del Año 2010»

Maria Gabriela Madrid seleccionada  como «Woman of the Year » 2010

Febrero 2011

Felicitamos a la autora venezolana María Gabriela Madrid, integrante del Círculo de Escritores de Venezuela, por haber sido seleccionada como Mujer del Año 2010, por su obra literaria y su trabajo como editora. El Círculo de Escritores publicó su libro de relatos “Entre los surcos del recuerdo”, que ha sido muy bien acogido por la crítica, y fue presentado en la Librería El Buscón del Trasnocho Cultural. Actualmente, la escritora reside en Texas. A continuación, transcribimos la noticia, publicada en Latino Book www.examiner.com:

Latino Book Examiner Mayra Calvani

Traducción al español:
Maria Gabriela Madrid elegida «Mujer del año 2010»
La escritora venezolana,poeta y editora de la revista «Voices de la luna», ha sido escogida como «Mujer del año 2010» y le va a ser entregado en su cuarto año consecutivo el premio «Tributo a la mujer hispana» por sus aportes en el área de la Literatura.El periódico de la comunidad hispana «Sucesos» es el que apoya el evento.
La ceremonia tendrá lugar el miércoles 9 de Marzo a las 11:30 de la mañana en el centro «Norris» (803 Town and Country lane) Suite 210 Houston, TX 77024 Segundo piso.Al lado del hotel Sollera.
Alrededor de 25 mujeres talentosas y exitosas serán premiadas en diferentes categorías: Arte, Educación, Periodismo, Deportes, Empresarias y Ejecutivas entre otras.
El evento incluirá un delicioso almuerzo y culminará con un desfile de modas de la diseñadora salvadoreña «Francesca Miranda», quien es la invitada especial éste año. Las palabras de clausura serán dichas por el alcalde de Houston «Annise Parker»
«La noticia me causo gran alegría» dice Madrid, «Ya que el premio celebra quién soy, mis raíces, mi cultura y reconoce a la vez el poder de mis palabras»
Aquí está otra escritora latina haciéndonos sentir orgullosos.

Felicidades María!
Maria Gabriela Madrid selected as «Woman of the Year 2010» – National Latino Books | Examiner.com
www.examiner.com

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Bella Clara Ventura presenta su nuevo poemario: Paz, sicaria de la lágrima

El Presidente del Consejo Directivo del Instituto Cultural Peruano Norteamericano, invita a la presentación del poemario

Paz, sicaria de la lágrima, de Bella Clara Ventura
Coedición: Alejo Ediciones (Perú) – Editorial Oveja Negra (Colombia)

Los comentarios estarán a cargo de los poetas Raquel Jodorowsky y Santiago Risso, a realizarse el día miércoles 2 de marzo a las 7:00 pm. en el ICPNA de Miraflores, Lima, Perú

(Av. Angamos Oeste 120, esquina con Arequipa)

Proyección del vídeo poema La Casa, de Bella Clara Ventura.

Número musical con la cantautora peruana Pilar Barrón.

Ingreso libre. Brindis de honor.

Bella Clara Ventura. Poeta colombomexicana, ciudadana del mundo, ha recorrido los cinco continentes difundiendo su obra. Autora de más de 20 libros entre poemarios y novelas: Almamocha (1993), Lo que la vida quiera (1999), Hechizos de bosque (2001), Magias y retablos (2004), La voz de la pasión (2006), Rehén de la memoria (2009), y muchos etcéteras. Embajadora de la Paz, del Círculo Universal de Embajadores de la Paz, con sede en Ginebra. Miembro Correspondiente del Círculo de Escritores de Venezuela.

Santiago Risso

Presidente de Mammalia Comunicación & Cultura
Universal Peace Ambassador in Universal Ambassador Peace Circle
www.delfinderisso.blogspot.com


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Taller «APRENDE A ESCRIBIR UN CUENTO»

CÍRCULO DE ESCRITORES VENEZUELA INVITA

Se inició el proceso de inscripciones para el taller “Aprende a escribir un cuento”, que ofrecerán la Fundación Aprende a Escribir un Cuento (FAEC), Cultura Chacao y el Círculo de Escritores de Venezuela.

Fechas: los días sábados 12, 19, 26 de marzo y 02 de abril, de 9 a 11am, en la Sala Cabrujas de Cultura Chacao.

InstructorHeberto Gamero Contín, ganador del 63° concurso de cuento de El Nacional en el 2008, pertenece al Círculo de Escritores de Venezuela y es autor de varios libros de cuentos, este taller enseñará a los participantes a escribir un cuento básico, siguiendo las normas del cuento moderno. Asimismo, se darán a conocer a los grandes maestros del relato breve y se leerán algunos de los cuentos más relevantes de la literatura universal.

Dirigido a: Público en general

Contenido: En el taller se estudian las características del cuento, la estructura, la brevedad y  sus límites, los escenarios, el tiempo interno en el que se desarrolla, los personajes que en él intervienen, la importancia del conflicto, el punto de vista del narrador, etc. También se analizan las recomendaciones de los más importantes maestros del relato breve. Se leen algunos cuentos reconocidos y se recomiendan los autores y libros clásicos de la cuentística universal.

Sesión I: Antecedentes, características básicas y definición del cuento. El estudiante comienza a escribir un cuento para ser leído y evaluado.

Sesión II: Análisis del personaje. Lectura y corrección de los cuentos de los participantes.

Sesión III: Análisis del conflicto. Lectura y corrección de cuentos.

Sesión IV: Análisis  de algunos decálogos de grandes cuentistas. Lectura y corrección de cuentos.

Metodología: Clases interactivas en todas las sesiones.

Sábados 12, 19 y 27 de marzo, Sábado 2 de abril. Son 8 horas

Lugar: El taller “Aprende a escribir un cuento” será impartido en la Sala Cabrujas, en la Av. Francisco de Miranda con 3º Avenida de Los Palos Grandes, C.C. El Parque, Nivel C-1 (al lado de Parque Cristal).

Las personas interesadas en realizar este curso, deberán formalizar su inscripción por los teléfonos 0416-629 7062 o al 0424 105 3136

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El tiempo derramado

(Del buen decir)

Por Alberto Hernández

1.-

Me inclino ante la voz de quien hizo del buen decir un acto sagrado. Me inclino ante la pureza de espíritu de quien supo que en la poesía estaba el destino humano del mundo. Me inclino ante quien sabía de la humildad y administraba el corazón para buenos propósitos.

Digo hoy –y siempre lo diré- de Pedro Francisco Lizardo, el poeta, el excelente periodista que Venezuela se dio el lujo de tener. Digo de un hombre a quien tuve el honor de oír desde su arcádica estrategia poética, estrechar su mano y saberme arcano a sus afectos por la vía de otros amigos quienes me indicaron el camino de su sabiduría verbal.

En estos tiempos de vulgaridades, de destemplanzas públicas, me adhiero al silencio de Pedro Francisco Lizardo, el nacido en la fronda de Bejuma, próximo a Vicente Gerbasi, el relampagueante de Canoabo. En estos tiempos precarios, engreídos y poco revelados en el buen decir, repito mi porfía por la palabra, por ese buen decir, como rezaban los antiguos del Siglo de Oro. En ese lugar está y siempre estaré el poeta que hoy es silencio, el más sencillo de los silencios, en medio de las estrellas.

2.-

Dejadme con mis fantasmas infatigables,

con mi carga de llanto brumoso,

con mis desesperación ciudadana

en esta hora que se desangra entre paredes.

Dejadme, en lo profundo de mi tosco e inevitable silencio,

cuando todo lo que permanece, pasa, sin pasar y cae.

3.-

Tanto ruido en ls hojas diarias, tanta baratura, tanta falta de inteligencia en el escribir que mancha los ojos de quienes en la calle comentan y desnudan la ciudadanía de amanuenses hechos a la medida de mensajes de empeño banal, abrumados por la viudez de ideas, las poquísimas anidadas en el más cursi de los odios, el asido del miedo y el despecho.

Muchos sufren de arrebatos pasionales proclives a la insensatez verbal. Célebres por sus germanías escritas y por un dudoso humor gráfico, quedan al descubierto, desnudos, esteparios. ¿Quién dijo que no hay manera de controversia mediante conceptos? Aquel que escribe con los mecanismos del peor de los periodismos, inmancablemente tiene como destino los olores de un tanatorio.

Por eso recurro a Pedro Francisco Lizardo, que es atender al eco de los tantos que, aparte de respetar el idioma, son dueños de una sensibilidad entregada al servicio humano. Quien mal dice o mal escribe, estropea a los demás. Pero también devela las miserias que lo habitan.

4.-

Cuando el amor desnudo de palabras erige catedrales en lo alto de la tarde,

como un mango sin luz y sin dominio que perdiera su rumbo.

Cuando no estoy para jugar al escondite,

ni escribir las curtillas cotidianas que se van a la calle inundadas de prisa

y silencios.

Dejadme mirar esta postal desteñida y gloriosa

de la infancia detenida por menos secretos,

por miradas y campanas y vitrales,

por el zumo de la sangre que no muere y se reparte,

por el aire del hueso y su prodigio,

por la pupila llena de mereces y caminos,

por el acre sabor de los recuerdos…

5.-

Las bondades de la palabra del periodista tocan su casa poética, lo desdoblan para enriquecer la diaria lectura. Tanto se me parece Pedro Francisco Lizardo a Eliseo Diego, a Jesús Sanoja Hernández, a Héctor Mujica. Tanto han sido que marcan con hierro en la hondura del espíritu, en la misma superficie de los días.

Perder su presencia, la de un hombre como éste, significa perder el país que tantas veces hemos nombrado, el que soñamos inútilmente porque lo sabemos difícil de alcanzar.

Vergüenza da desconocer en estos y otros días la ciudadanía verbal de un Mario Briceño Iragorry, de todos estos señores del cotidiano horario redaccional. Por eso la pena ajena se instala con facilidad luego de “leer” tantos despropósitos y vulgaridades, esa jerga prostibularia tan bien expresada por Juan Carlos Onetti en la maravilla de sus novelas donde la decadencia social retrata la ciudad que hoy nos agota.

Invadidos por la incuria, una falsa caridad pública, vemos como se desvanecen los dueños de la petulancia, la gresca y esa dolorosa reverencia a lo ásperamente vulgar.

6.-

Pienso en la necesidad de retornar a nuestros muertos bondadosos e inteligentes, a los que desde lejos hablan y escriben. A los que han dejado como heredad la maestría de sus vidas. La pedagogía del silencio conduce a lo inimaginado, a ser hombres en el estricto sentido de la palabra, la poética y la cotidiana. Ser hombre es sinónimo de poder, del más sencillo poder alentado por el buen decir, el buen escribir, el saber respirar con toda la gracia de aquellos que aún hablan en nuestros adentros.

Dejadme por favor, en esta puerta de resplandores y presagios,

malherido y postrado, en pleno corazón,

con mi hospital de recientes nostalgias…

En estos versos, el tiempo derramado, el tiempo líquido, casi perdido entre los dedos.


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