JOHNNY GAVLOVSKI: LAS RAÍCES DEL MIEDO

Johnny Gavlovski

Las raíces del miedo

Johnny Gavlovski E.

 

Hay un cuadro en la Galería Nacional de Berlín. Se trata de Autorretrato con la Muerte que toca la viola  de Arnold Bocklin. Allí el artista se pinta, sublima su relación con lo inefable en un hecho artístico de extrema belleza. Sin embargo, ¿cómo puede decirse bello la representación de algo que evoca la propia muerte? De solo pensar en el momento en que Bocklin lo pintó, e imaginar su fatum presente, podría inducir miedo. Kant diría incluso “que la fealdad que provoca repulsión no puede ser representada sin destruir cualquier clase de placer estético[2] Con la entrada del periodo romántico en la historia, la afirmación del filósofo alemán  enmudece, pues los límites quedaron superados.

Quién mejor lo define es uno de los grandes escritores de la literatura fantástica y de terror Guy de Maupassant, cuando escribe[3]:

No tengo miedo de un peligro. Si entrase un hombre, lo mataría sin que me temblara ni un músculo. No tengo miedo de los fantasmas; no creo en lo sobrenatural. No tengo miedo de los muertos; creo en la aniquilación definitiva de todo ser que desaparece. ¿Entonces?… si, ¿entonces?… ¡Pues bien! Tengo miedo de mi mismo! Tengo miedo del miedo; miedo de la angustia de la mente que se extravía, miedo de esa horrible sensación de que es el terror incomprensible (…)

Maupassant, como buen artista, guía los pasos para la comprensión del miedo. Miedo a la locura, miedo a la pérdida de la razón, miedo a la pérdida del control de si, y por último, miedo a la propia muerte. Y no será ese miedo, lo que hace que Bocklin la incluya en su autorretrato anunciando su llegada a partir de las nostálgicas notas de la viola.

Freud diría que la sublimación era llevar al más alto nivel lo más primitivo de nuestras pulsiones, y Brocklin pareciera sublimar su angustia de muerte en dicho autorretrato. Como una suerte de preparación para el inevitable destino.

Una paciente me dijo recientemente: Tengo miedo del miedo que pueda tener. Ella decía de temerle a su propia dimensión de su miedo. Temor que converge con la última línea que leímos de Maupassant: miedo de esa horrible sensación de que es el terror incomprensible (…)” Frase que, más allá de la literatura, todos los que trabajamos en clínica la hemos escuchado una y otra vez: en las crisis de los llamados, estados de pánico.

 

      El psicoanalista francés Jacques Lacan diría que la angustia es el único afecto verdadero que emerge desde lo Real; pero no entendiendo ésto como la realidad, sino lo Real como ese espacio imposible de definir con palabras, que está más allá de lo inconsciente. Es propio, particular del sujeto. Particular de cada quien. Y desde éste, la angustia, más auténtica que el miedo, puesto que viene desde nuestras mismas profundidades, a diferencia del miedo que lo sentimos desde el peligro que se anuncia desde afuera.

El miedo como emoción, podría incluso ubicarse en la  amígdala cerebral “encargada de recibir las señales del peligro potencial y comienza a desencadenar una serie de reacciones que ayudan a la auto-protección[4] Sin embargo, este dato no resulta suficiente frente al fenómeno humano y su reacción subjetiva frente al miedo, o más allá, su posible vínculo con lo Real,  ese espacio que escapa de toda definición psicológica del miedo como una emoción, pues es lo imposible de verbalizar. Es un vacío constitutivo del sujeto mismo. Imposible de calmar como lo intenta la neuropsicología ubicando la raíz del miedo en la amígdala cerebral.

 Es interesante notar como para la Real Academia Española, la palabra miedo va ligada a la angustia. Así lo define: Miedo, “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. Aquí vemos que no es solo la angustia juega un rol importante en esta definición, sino la subjetividad de la persona que tiene el miedo al admitir que este puede ser producto de la realidad o de su imaginación. Si este es muy intenso, deja entonces de llamarse miedo y la Real Academia le da un nuevo nombre “Terror”.

Como vemos, el factor cuantitativo está de por medio. Miedo es la reacción ante un peligro. Si es intenso se denomina terror y si es más fuerte aún “Horror”. Tres acepciones depara esto el diccionario: 1.- Sentimiento intenso causado por algo terrible y espantoso. 2.-. Aversión profunda hacia alguien o algo. 3.- Atrocidad, monstruosidad, enormidad.

 Es interesante como en algunos trabajos se destaca la función adaptativa del miedo, de forma que ayudaría a un sujeto a reaccionar frente a un peligro inminente; aunque las reacciones que se pueden observar desmienten un tanto esta función. Freud al distinguir entre  el miedo y la angustia, hablaba del  Schreck, a saber, del estado de terror en que un sujeto cae al verse sorprendido por un peligro. Este factor sorpresa será determinante en el comentario que hace Lacan cuando dijo:

“…resulta claro que la insistencia sobre el hecho de que los efectos del miedo poseen en cierto modo un carácter de adecuación de principio, a saber, que el miedo desencadena la huida, queda suficientemente comprometida por algo que es preciso remarcar: que en muchos casos el miedo paralizante se manifiesta como acción inhibidora y hasta plenamente desorganizante, y hasta puede arrojar al sujeto en el desconcierto menos adaptado a la respuesta, menos adaptado a la finalidad considerada como la forma subjetiva adecuada”.[5]

Que mejor ejemplo que la descripción que hace el texto sagrado de la India, el Bhagavadgîtâ cuando describe la reacción de un gran héroe Arjuna, cuando en la gran batalla entre los justos los malvados, ve en el bando contrario muchos seres queridos y dignos de veneración y cae en un estado de abatimiento que se describe en los capítulos 1 y 2 del poema. Lleno de compasión y desalentado (vishîdat) dijo: «Viendo a los míos reunidos aquí dispuestos a combatir / mis miembros desfallecen, se me seca la boca, me tiembla el cuerpo y el pelo se me eriza. / El arco se me cae de las manos, me arde la piel. No puedo mantenerme en pie y la cabeza parece darme vueltas» (1.28b-30)”[6].

Traigo este ejemplo a colación, no sólo por la extraordinaria ejemplificación de las reacciones que el miedo puede suscitar descritas con la belleza del Bhagavadgîtâ, sino por un dato curioso que en relación a ello Lacan nos aporta. Buscando las raíces de la palabra miedo Lacan se topa con el significante  “Aterrado”, sorprendiéndose ante éste pues “»aterrado» no tiene originalmente y en muchos de sus empleos el sentido de impresionado de terror, sino el de caído en tierra”[7] recordándonos así que etimológicamente “no es otra cosa que volver a la tierra, que hacer tocar tierra, o que poner tan bajo como tierra” viendo así, en el uso corriente del término, lo que de ello implica este trasfondo de terror.

Así Lacan demostrará el vínculo entre aterrado y abatido, en tanto sustitución metafórica. Al decir: “un guerrero fue abatido”, es lo mismo que decir, “fue echado a tierra”.

 También demostrara que, desde nuestra subjetividad, cuando topamos con el significante aterrado, no lo asociamos directamente con tierra. De inmediato la asociación parte de la raíz terque tiene el mismo fonema que está en «terror». Es por la vía significante, es por la vía del equivoco, es por la vía de la homonimia, es decir de la cosa más sin sentido que pueda haber, que viene a engendrar este matiz de sentido, que va a introducir, que va a inyectar, en el sentido ya metafórico de »abatido», este matiz de terror”.[8]

El Bhagavadgîtâ lo ejemplifica en el terror de Arjuna de verse en dicha situación: “¿Cómo voy a atacar a mis mayores dignos de veneración? Más me valdría vivir de limosnas, o morir  Es por ello que Arjuna «…se sentó en el asiento de su carro dejando caer el arco y las flechas con la mente sumida en el dolor»  Estaba «abrumado por la compasión, con los ojos llenos de lágrimas y totalmente abatido (vishîdat)»[9]

Otra interesante relación es la del miedo con el pánico. Nos dice la Real Academia que pánico viene del latín panicus en referencia al dios Pan. Pánico procede del griego Panikós. En realidad, la expresión completa es «terror pánico». Inspirado en ésta faceta de Pan, debida a su “naturaleza salvaje… se le atribuía la generación del miedo enloquecedor”.

La referencia a la mitología nos ayuda a comprender como muchos de estos mitos servían para explicar fenómenos a la masa humana, o fomentar reglas de convivencia. Freud y Jung, insistieron en la de analizar los peligros que para el hombre suscitaron ciertos estímulos conformando así la base del miedo en la historia humana. Por ejemplo, al principio de nuestra historia, el pánico era «el temor masivo que sufrían manadas y rebaños ante el tronar y la caída de rayos«. ¿Como se le explicaba a la gente este fenómeno natural? En Grecia se decía que era la molestia de Pan si se le despertaba de sus siestas, de allí que “los habitantes de la Arcadia tenían la creencia de que, cuando una persona hacía la siesta, no se la podía despertar bajo ningún concepto, ya que, de esa forma, se interrumpía el sueño del dios Pan. En este caso, Pan se aproxima a la noción de Demonium Meridianum (Demonio del Mediodía)”.

 Otro interesante ejemplo en la mitología lo encontramos en la Hidra de Lerna. Sabemos que alrededor del año 600 d.C, Isidoro de Sevilla se dedicó en su libro Etimologías a desmitificar a los monstruos paganos para liberar del miedo de ellos a los cristianos. Con la pluma de la razón escribió, entre muchos ejemplos: “Dicen que la Hidra era una serpiente con nueve cabezas con nueve cabezas llamada en latín excetra… porque al cortar una cabeza nacían tres. No obstante consta que Hidra era un lugar que vomitaba aguas que devastaban una ciudad vecina: al cerrar una de las bocas se abrían otras muchas. Hércules al ver esto cerró esos lugares cerrando así las bocas de las que brotaba el agua. De hecho la Hidra tomó el nombre de agua…[10]

La religión dio otro manejo del miedo. Si bien eruditos cristianos como el recién mencionado Isidoro de Sevilla o Clemente de Alejandría se encargaron de desmitificar las creencias paganas, otros personajes supieron servirse del miedo para lograr otros fines.

Había caído el Imperio Romano. La muerte estaba a la orden el día. Las guerras. La peste. La hambruna. En sus versos de la muerte el poeta Hélinand de Froidmont canta:

La muerte en una hora lo destruye todo. ¿De qué sirve la belleza, de qué sirve la riqueza? ¿De qué sirven los honores, de qué sirve la nobleza?

Pero de dónde venía la inspiración para esos poemas? Dejemos que el semiólogo y escritor Humberto Eco nos lo explique:

 “Si el santo esperaba la muerte con alegría, no puede decirse lo mismo de las grandes masas de pecadores; en este caso, no se trataba tanto de invitarles a aceptar serenamente el momento de la muerte como de recordarles la inminencia del paso, de modo que pudieran arrepentirse a tiempo. Por consiguiente, la predicación oral y las imágenes estaban destinadas no solo a recordar la inminencia e inevitabilidad de la muerte sino a cultivar el terror a las penas infernales”[11]

El triunfo de la muerte se vuelve el eje de las representaciones, al punto que “en Roma cuando se celebraba el triunfo de los caudillos victoriosos, un siervo que iba en el carro junto al aclamado le repetía sin cesar: recuerda que eres un hombre[12]

En los lugares sagrados y en los cementerios se comienzan a celebrar las Danzas de la muerte o Danza macabra. Si bien la Real Academia nos dice que  macabro significa:Que participa de la fealdad de la muerte y de la repulsión que esta suele causar”[13]. La idea no apunta a causar miedo sino a calmar a la gente. Eco lo precisa cuando escribe que la palabra macabro nace “no tanto para aumentar el terror de la espera como para ahuyentar el miedo y familiarizarse con el momento final”[14]

Si bien el momento cumbre del triunfo de la muerte llega en la obra homónima de Bruegel, sin embargo, su más curiosa repercusión la vemos en el siglo XVII en la obra Los Embajadores de Holbein. Aquí dos figuras nobles se nos muestran en su esplendor empero la irrupción de una figura misteriosa rompe la simetría del cuadro. Vista de lado descubrimos un cráneo humano. El fenómeno se llama  anamorfosis, nos recuerda nuevamente que nada es perecedero. La repercusión ominosa, temible de esta obra, aún nos sacude en la actualidad.

Los conocidos como los antipapas vieron en en el miedo una fuente de poder y riquezas. Así se olvidaron de las enseñanzas del Nazareno y con la amenaza del infierno para inculcar temor a los creyentes, sin darse cuenta hacen del demonio su mejor cliente. Se desempolvan antiguas leyendas que yacían dormidas en lo profundo de la psique humana. Y la iglesia del antipapa comenzó a cobrar dividendos con la venta de indulgencias y de reliquias (sean astillas de la cruz donde murió Jesús, partes de los cuerpos de santos y mártires, o alguna de sus pertenencias). El problema es que hubo más de un santo que de acuerdo a la mercancía expuesta tenía más de 10 dedos, o dos piernas, etc.

Cuenta Paolo Segneri que en el panegírico de San Ignacio de Loyola el santo cuenta los más dolorosos tormentos que se infligía buscando dominar su cuerpo. Al punto que recomienda: “Escuchadme y luego, si podéis, no os horroricéis” ayunos de hasta ocho días, flagelaciones  cinco veces entre noche y día hasta sacarse sangre… pasar de rodillas siete horas al días en profunda contemplación, no parar nunca de llorar” [15].

Las penitencias a las que se sometió Santa Rosa de Lima no se quedaban atrás, al punto que la propia Iglesia debió llamarle la atención. Es curioso que la vía del martirio como forma de acceso al Reino de los cielos, se mantuviera durante tanto tiempo vigente, a pesar de la propuesta psicoterapéutica, que hiciera San Agustín, en tanto el uso de la confesión como forma de liberar lo angustiante en el alma.. El peso del pecado, y la fuerza de nuestras pulsiones eran mucho más fuertes. Y de una u otra manera había que aniquilarlos, prescindiendo del cuerpo.

Cabría preguntarse el vínculo de ello con la actual adicción al gimnasio, a las cirugías estéticas y dietas, con los implantes con silicón, hilos búlgaros que suben la piel que baja, botox y pastillas quemadoras de grasa; con trastornos alimenticios tales como la anorexia y la bulimia; o con prácticas, que erotizan el cuerpo con marcas de tatuajes o perforándolo con piercings.

No son más que formas de hacer existir a un cuerpo que se evanece. De hacer frente a las amenazas del día a día, que se nos han ido de las manos al punto de torcer el eje terrestre. El recalentamiento global, los tsunamis, la explosión de bombas nucleares en los océanos, nuestros océanos, y que lo único que hacen es preanunciar la devastación de nuestra propia esencia. La segunda muerte la llamaría Lacan parafraseando a marqués de Sade.

Ahora la Danza de la muerte está pintada en cada uno de los periódicos que leemos a diario o que escuchamos en radio o TV. Y nosotros la negamos en nuestro cuerpo, bajo el lema de culto a la belleza.

En tiempos donde todo es fast, ready made, donde lo nuevo caduca pronto en pro del mercado de la tecnología, vemos en la transitoriedad de nuestros cuerpos, el presagio de su fin. Y para hacer frente a ello, tecnología y estética se suman para brindar una fantasía de vida, cerrando nuestros ojos ante el inefable destino. Las prótesis vienen a darle a nuestra psique una ilusión de eterna juventud y vigorosidad. Veamos al menos las estadísticas en nuestra región.

Salvando las distancias entre San Ignacio y nuestras mises, sus martirios para cumplir con las exigencias estéticas del certamen no son de desestimar (lijarse las caderas, quitarse costillas) Orlan, artista del performance, de la vanguardia del Body Art decidió hacer frente a esto en un acto de rebeldía contra los estándares del mercadeo de la moda. Entonces decidió modificar su propio cuerpo, retando a Dios y al ADN. Para ello se buscó un “esteticista quirúrgico, con el fin de hacerse colocar la barbilla de la Venus de Botticelli, la frente de Mona Lisa, la boca de Europa de Boucher y los ojos de Psique de Gérome. El esteticista quirúrgico, le sugiere que si desea hacer algo trasgresor debía ponerse ambos ojos a un lado de la cabeza, a lo que ella respondió colocándose implantes de mejilla por encima de las cejas. Y Orlan lo logró, con la tecnología propia de nuestro tiempo, lo logró.

 Es fácil exclamar “que loca”. Al menos Orlan tomó su decisión sobre su cuerpo en actitud de resistencia y advertir. Pero no podemos decimos lo mismo de las modelos. A nadie se le ocurre denunciar a los organizadores de los concursos de belleza. A ellas se admiran e imitan, con anorexia incluida. Y que decir de la proliferación de programas sobre resolución de crímenes o de películas de terror donde, con más frecuencia,  aparecen más escenas truculentas de torturas y descuartizamiento de cuerpos. Hay un implícito placer perverso en ello…

El poeta Schiller definió esto como una “disposición natural” a lo horrendo.  En todas las épocas las ejecuciones han sido parte del entretenimiento público. El Marqués de Sade lo subrayó con una pregunta en su libro Justine: “¿Acaso nuestros lugares públicos no se llenan de gente cada vez que se asesina a alguien conforme a la ley?”, Callot denunció como los suplicios de los ahorcados se convertían en espectáculos públicos.

Eco nos señala que si hoy en día nos sentimos más civilizados es porque el cine con las mencionadas películas, asumió colocar esas escenas sobre la pantalla, presentándolas como ficticias.

Lacan, basado en Freud, nos muestra en lo que llamó el goce esa tendencia tan humana a repetir lo que más le duele. Verbigracias el consumo de cigarros, alcohol, las adicciones o los deportes extremos. Repetimos y repetimos, encontrando un placer en lo que tanto daño nos hace, equivalentes suicidas. Decir frente a un deporte extremo “me gusta la adrenalina” es metáfora del placer frente al miedo que produce el riesgo.

Y nos apaciguamos pensando que la muerte le sucede a otro. No a uno. La imagen del paso inexorable del tiempo queramos o no, nos afecta pues nos confronta con nuestro fin. Es la historia de Cronos (el tiempo) comiéndose a sus hijos, o el poema del Gita:

“Me estremezco, pierdo la paz y no distingo las direcciones del espacio. Ten piedad.  Los guerreros entran en tus terribles bocas, los masticas y mueren. Devoras a todos los seres ¿Quién eres tú, de forma terrible (ugrarûpa)? El Señor respondió: «Yo soy kâla (el tiempo, es decir, la muerte)»

Freud lo trabajó en extenso en su texto Lo Siniestro.  Allí señaló el efecto de imán de dejarse atraer por visiones angustiantes. A Freud le llamó la atención como la palabra siniestro en alemán se escribe “unheimlich” pero cuando se le quita el prefijo un, leemos la palabra «heimlich» (íntimo, secreto, y familiar, doméstico), imponiéndose en consecuencia la deducción de que lo siniestro causa espanto precisamente por su carácter familiar para el sujeto. Descubrió así como en esas visiones, hay un renacer de nuestras terribles vivencias  más primitivas cuando nuestro cuerpo aun no lograba el control de todas sus partes, en todos esos momentos cuando nuestra fragilidad nos hizo creer que podíamos morir. Atracción y temor ante lo desconocido- conocido.

Hoy día las diversas formas del mercadeo y la industria farmacéutica se mueven veloces para ayudarnos a sobrevivir: gadgets y prótesis. Directrices sobre la medicina para especializar y sub especializar al profesional, recreando así una nueva anatomía sobre nuestros cuerpos ahora fragmentados. Acaso lo pudo imaginar Boiffard cuando en 1929 impactó a los asistentes a su exposición fotográfica para ver su foto Pulgar de hombre de treinta años. Presagio de nuestros tiempos de cuerpos fragmentados, en nuestras diversiones, en las especializaciones de la medicina, la estética, la farmacia.

Comercialización del miedo. Traten de entrar en cualquiera de nuestras grandes farmacias en la noche, o un fin de semana donde incluso verán gente que van allí a pasear y ver que necesitan por si acaso…

Comercialización del miedo. Pero ahora el infierno no está más allá de la muerte ubicado en oscuras profundidades, sino en nuestra piel, frente al espejo, o al otro lado de la ventana.

Y nuevamente el arte, haciendo frente y denunciando. El artista chipriota Sterlac, eleva su protesta: se presenta conectado a un computador para que el publico pueda moverlo como a un objeto, o anunciando el implante de una oreja en su brazo porque el sentido de la audición natural del cuerpo no es suficiente.

El cuerpo es obsoleto, anuncian los artistas del movimiento Post Humano, y nosotros nos reímos y de nuevo decimos “están locos”… Pero Terminador (Terminator) no es solo una serie del alcalde de California. Con seriedad  se está pensando en la sustitución de nuestros miembros por otros más perecederos, máquinas por hombres, o… no se si es peor aun, la manipulación genética. Y todo ¿para qué? Freud lo llamaba “temor a la castración”. Lacan lo explicó: a nuestro miedo a sabernos que no estamos completos.

Después de éste recorrido esperamos demostrar que el mínimo común denominador de todos nuestros miedos es la muerte, el miedo a la muerte.

Jhonny Gavlovski, psicoanalista, poeta, docente y dramaturgo venezolano

[1] Psicólogo clínico. Psicoanalista. Escritor. Docente UNIMET. Escuela de Psicología. Director académico Cultura Mundis.

[2] Eco, Umberto. Historia de la Belleza. Barcelona, Ediciones Lumen, 2004, pg. 282

[3] Op cit., pág 320

[4] Brain Briefings El miedo y la amígdala. Marzo, 1998  Disponible en: http://www.genaltruista.com/notas/00000289.htm

 

 

[5] Lacan, J. Seminario X La Angustia. Clase 13. Buenos Aires, Editorial Paidós, 2006

[6] Ruiz Calderón, Javier. Miedo y Religión. Simposio realizado del 3 al 6 de febrero de 2000 en el Campus de Guajara de la Universidad de La Laguna. Universidad Pontificia de Comillas. Disponible en: http://:www2.ull.es/congresos/conmirel/calderon1.html pág 2

[7] Lacan, J. Seminario V. Las formaciones del Inconsciente (1999) Editorial Paidós. Buenos Aires.

[8] Ruiz Calderón, Javier. Op cit. 2

[9] Ruiz Calderón, Javier. Op cit.3

[10] Ecco, U. Op cit  pág 98

[11] Op cit pág 66

[12] Op cit. Pág 67

[13] Disponible en: http://buscon.rae.es/draeI/

[14] Ecco, U. Op cit. Pág 60

 

[15] Ecco, U.  Op cit., pág 61

 

Editora de la web: @carmencristinawolf

Comparte esto:

ELISA LERNER: EL MANTEL ES LA BANDERA

Elisa Lerner
EL MANTEL ES LA BANDERA
Rodolfo Izaguirre
¡Murió mi amiga Elisa Lerner y estoy muy triste! Escribí alguna vez este texto sobre ella y en su honor me permito publicarlo nuevamente.
Siendo adolescente, Elisa Lerner gustaba de mirar hacia el Sur porque allí encontraba un lujoso resplandor que entonces le era difícil vislumbrar en ninguna otra región del espíritu literario ya que era en la zona austral del continente donde reinaban las imágenes y las palabras de las hermanas Silvina y Victoria Ocampo, y la Revista Sur, en Buenos Aires, se erigía como emblema del pensar denso y del escribir con elegancia. El Sur devino años más tarde en un Norte brumoso y cautivador cuyo camino llegaba hasta Londres, hasta el centro mismo del grupo Bloombsbury y al corazón de Virginia Woolf, una mujer que escribía en los años veinte y treinta del siglo XX sobre las dificultades que encontraba en un mundo regido por los hombres.
Elisa Lerner cumplió entonces dos proezas. Una vez egresada de la Universidad, en leyes, viajó a Nueva York. (Acaso ya en este primer viaje sus propios sueños hicieron posible que se volvieran azules las aguas del Hudson y grises las del East River y comenzara a amar y a odiar el vasto silencio de Manhattan que años después iba a convertirse en una sólida pieza teatral).
Desde allí, desde Nueva York, pudo considerarse entonces como una mujer del Sur toda vez que veía, desde un paralelo todavía más alto, el siempre encrespado, atrabiliario y caribeño norte o septentrión venezolano: ¡Soy una niña del Sur!
Más tarde, cuando tiene lugar en Caracas el milagro de «Sardio» y su irrupción en la vida y en la literatura del país, Elisa, que integraba el comité de redacción de la Revista junto a Adriano González León, Luis García Morales, Guillermo Sucre, Gonzalo Castellanos, Rómulo Aranguibel, Ramón Palomares y Rodolfo Izaguirre, hizo de su propio ámbito el «Room of One’s Own» que al igual que el de Virginia Woolf le pertenecía por derecho propio puesto que no es fácil encontrar en la literatura nacional una obra tan personal, exquisita y al mismo tiempo tan precisa, mordaz e incisiva como la de Elisa en la que el país venezolano, regido tradicionalmente por autoritarios caudillos civiles o militares, surge no como un simple decorado sino como una razón de ser, y la palabra se desliza sobre él en un permanente destello de inteligencia y de afirmación mientras las mujeres, siempre en tiempos de depresión, tratan desesperadamente de llenar sus vientres de cosas reales, mostrar anillos de boda y escapar de alienantes costureros y sedalinas; torpes mujeres que como la Rosie Davis de «El vasto silencio de Manhattan» se aturden con el charleston, quiebran sus tacones como copas de champaña y dejan sus pasos marcados en un tiempo sin victoria.
Hubo un momento en el que Elisa escribía crónicas cinematográficas decididamente novedosas dentro del panorama venezolano porque muchas de ellas se referían a actrices de Hollywood que, habiendo cruzado el infierno de la hecatombe y del holocausto convertidas por el cine en novias o viudas de guerra, retornaban al mundo del «glamour» arrastrando la sonrisa triunfal de Katharine Hepburn. Aquellas crónicas publicadas muchas de ellas en la Revista «Mi Film», podrían ser el prestigioso antecedente de «Una sonrisa detrás de la metáfora» publicado por Monte Avila Editores, en 1969 y, más aun, de «La envidia o La añoranza de los mesoneros».
Fue en la revista Sardio (Nº 7. Abril-Mayo de 1960) donde Elisa publicó por primera vez «Una entrevista de prensa o La bella de inteligencia» montada posteriormente por Guillermo Montiel en el teatro La Quimera. Con esta pieza asomaba una visión teatral personalísima que cimentaba la estructura de su dramaturgia sobre la presencia apenas de dos personajes, salvo en «El vasto silencio de Manhattan» donde se despliega un elenco apreciable. En «La Bella de inteligencia», es la Bella y el periodista; es la madre y la hija en «Vida con mamá»; la mujer y la muchacha en «El país odontológico», el hombre y la mujer en «La envidia o La añoranza de los mesoneros» y una mujer sola, sentada en la fuente de soda de un supermercado, en lo que pudiera considerarse como un brillante monólogo dispuesto en cualquier momento a transformarse en una pieza teatral de mucho dinamismo.
Pero en todas ellas, puede observarse al país venezolano como una presencia constante: inexplicable a veces y en otras, trágica y dolorosa. El país como un telón de fondo que pareciera disolverse de pronto para hacerse personaje activo de diálogos chispeantes e ingeniosos.
Pero la proeza mayor se encuentra no sólo en esta nueva cualidad del acontecimiento dramatúrgico sino en el modo como logra Elisa aprehender en un par de frases el rostro de ese país, sus gestos, las maneras de moverse y de amar; sus traiciones e infidelidades.
La Bella es una mujer de muebles victorianos, divanes azules, calas en los floreros; un elegante traje negro de Dior y un collar de perlas. Recibe en su salón al periodista «un tanto intelectual» y aspecto de desparpajo que pretende entrevistarla. Ella habla, se mueve, se escandaliza, se sorprende, se encrespa, ríe; es sarcástica, autoritaria, ingenua y confiada. ¡Una dama intelectual! Pero más que una dama intelectual, la Bella configura el ideal de escritora que una mujer venezolana desearía para sí; la Virginia Woolf del «Room of One’s Own» instalada bajo el sol y el calor del trópico.
En «La Bella de inteligencia», Elisa se deleita en la ironía y, utilizándola como arma de mujer, no deja títere con cabeza: «No soy del ala negra de ningún partido. No. (hace un gesto casi displicente) ni siquiera en el Partido Comunista. Soy solo este desamparo». Todo lo revisa y lo cuestiona. Se refiere al periodismo, a los sindicatos, a los políticos, al absurdo; diserta sobre los zapatos de tacón como un apasionante tema de la democracia y se desplaza constantemente de izquierda a derecha y de derecha a izquierda del escenario mientras dice: «No soy, yo tampoco, militante ni simpatizante aunque hay un poeta marxista que dice que soy muy simpática..!» Y prosigue la burla, la irónica ferocidad hacia un país que sin embargo confiesa amar.
¡Y menciona por primera vez al mantel! Un mantel blanco, menos patético que el que veremos años más tarde en la casa de Rosie Davis, en Nueva Rochelle, no lejos del vasto silencio de Manhattan con sus mecanógrafas, un Departamento de Cables y una avenida Lexington en la que, además de los irrepetibles e inventados colores de sus semáforos, se escurre el alma como una pequeña piedra gris que sólo ciertos días se hace bondadosa y azul. «…Los vinos rojo y amarillo encienden la mesa, el blanco mantel, también, como avisos luminosos, como esas luces que crecen en la noche del Este y en mí».
Muchos años más tarde, a comienzos de este siglo XXI venezolano ya atormentado y chavista, volvió a repetirse algo aproximado a una variante de esta obra iniciática cuando Elisa e Isaac Chocrón sostuvieron sobre el escenario de un auditorio de la comunidad judía de Venezuela una suerte de diálogo o encuentro entre sefardíes y eskenazis. Isaac, con astuta elegancia, permaneció en un discreto segundo plano y permitió que Elisa llevara el peso de la «obra» que, de alguna manera, estaban escenificando. Entonces volví a ver a la Bella de inteligencia. Reconocí, nuevamente, la exquisita sensibilidad de mi amiga, y junto a ella, al igual que en la pieza teatral, Isaac podría haber estado tomando notas, en silencio, tal como alguna vez lo hizo el periodista de las gruesas gafas de carey en el texto de Sardio o en el montaje del teatro La Quimera.
¡Y de nuevo el mantel! «La única y verdadera bandera del pueblo judío es el mantel», dijo Elisa refiriéndose a las numerosas oportunidades que una familia judía encuentra para comer, reunirse, festejar o condolerse. El pueblo judío no tiene bandera. La tiene Israel. La bandera judía es el mantel.
Este es el secreto de Elisa Lerner como escritora y dramaturga: expresar en pocas y certeras palabras ecos, resonancias y significaciones; reflexiones de asombrosa densidad y alcance capaces de envolver al universo, de marcar el destino y el estupor de un pueblo, el desamparo de una nación, la lucidez de los muertos o las desvanecidas ilusiones del amor imperfecto. La frase buscada – diálogos que cruzan iluminados espacios intelectuales convertidos en dardos, flechas, saetas -; la ironía y la mordacidad como estilete y un total regocijo en la palabra que nombra y adjetiva; que se enseñorea sobre seres y cosas lamiendo, saboreando, gustando el privilegio de la literatura y manteniendo intacta la convicción de vivir sin alardes ni envanecimientos. En «Vida con mamá», por ejemplo, la simple preparacIón de una receta de cocina activa el devenir histórico: mientras la madre enumera y mezcla los ingredientes, la hija va elaborando una insólita reflexión sobre el éxtasis erótico y el paso de la historia.
Como se sabe, el espejo es una de las puertas por donde entra y sale la muerte, pero en la misma pieza es también el secreto pasadizo por donde se asoma la nostalgia porque la Madre, al mirarse con melancolía en él, se desconsuela: «ver la desaparición de la ciudad fue como si el espejo que ha acompañado a mi rostro desde su infancia, hubiera saltado hecho pedazos».
Pudo haber añadido que también fue derribado el Ángel que sonaba la trompeta desde lo alto del Hotel Majestic cuando el afán de modernidad que sobrevino, tumultuosamente, después de la muerte de Juan Vicente Gómez precipitó el desarrollo urbanístico de la ciudad a partir de los años cuarenta. Un feroz oleaje de nostalgia y melancolía habrían invadido, seguramente, el espacio teatral de «Vida con mamá» porque con aquel Ángel abatido terminaban para Elisa y para mí nuestras primeras adolescencias.
«Vida con mamá» es la pieza teatral más fascinante, madura y envolvente de su autora. Además del aturdido y desordenado país venezolano que vemos entrar y salir constantemente del escenario hay en ella una mordaz alusión a la televisión; referencias al carácter efímero de la gloria cinematográfica a través de los candelabros que la escenografía exige sobre una cómoda; menciones a las divorciadas del cine; preguntas sobre dónde puede estar la muerte del tiempo; estimaciones sobre los consultorios sentimentales como ejemplos de la perfidia burocrática femenina y una mordiente comparación de la democracia con una joyería por su desmedido afán por las condecoraciones.
Siempre estaremos viendo a Elisa Lerner agitando un blanco mantel desde el espacio iluminado que comenzó a hacer suyo cuando por querer ser una niña del Sur terminó descubriendo que todas las orientaciones del tiempo y de la historia se encuentran en su propio corazón y en su mente esclarecida.
#Rodolfo Izaguirre
#circuloescritoresvenezuela
Editora de la web: #carmencristinawolf
@carmencristinawolf
Comparte esto:

LA ARMONÍA NO MANIFIESTA

La armonía no manifiesta

Jerónimo Alayón

La primera vez que sucedió tenía yo 14 y regresaba del entierro de mi padre. Miré por el balcón el atardecer y de pronto experimenté esa rara sensación de que pasado y futuro se unieran, como si aquel presente fuera absoluto. La segunda vez ocurrió en la buhardilla del hotel Alta Baviera, en Colonia Tovar. Un cuarteto interpretaba el Aria, de Bach, y la estancia era cruzada de lado a lado por la niebla que fluía de una ventana a otra, creando una suerte de cortina vaporosa entre los músicos y la audiencia. Entonces volví a sentir esa extraña unicidad del tiempo. La tercera vez fue el día en el que me casé. Transitaba la avenida Sanz de El Marqués, a la altura del parque Sanz, cuando sentí lo mismo mientras reparaba en la peculiar forma de las copas de los árboles, y más tarde durante la ceremonia mirando a la que sería mi esposa. La penúltima vez fue hace unos años contemplando desde un risco un paisaje selvático, tan propio del bosque nublado de estas montañas en las que habito, y la última fue viendo recientemente a mi hija tocar el contrabajo a la par que la orquesta ejecutaba La gran puerta de Kiev, de Mussorgsky.

No resulta fácil para mí explicar la tesitura de esa rara sensación, pero sí tengo claras dos cosas: sobreviene en presencia de un espectáculo de sobrecogedora belleza y guarda relación con estados de mi alma en los que me hallo íntimamente unido a mí.

Muchas veces he pensado que la belleza me ha salvado de la mezquindad humana, no porque me haya librado de sufrirla, sino porque ha significado para mí una fortaleza inexpugnable. Puesto que un rasgo sine qua non de la condición humana es damnificar obstinadamente la existencia ajena, pensar la belleza como un refugio es casi un asunto de supervivencia.

En su fragmento 54, Heráclito decía que «la armonía no manifiesta es superior a la manifiesta». Como el resto de los Fragmentos, Heráclito no deja de ser misterioso en este. Por algo se lo llama el Oscuro de Éfeso. Está claro que la belleza ostensible —como afirmaba Diels— depende de los sentidos y que la oculta es el logos alzándose por encima de aquella. A la explícita le han dedicado los pensadores centenares de libros, y hasta la filosofía tiene una rama, la estética, dedicada a ella, así que hablaremos de la armonía no manifiesta.

¿Quién ha visto el amor? Nadie. Lo que vemos son sus efectos. Podríamos decir que estos son el signo de aquel. Así pues, un signo está compuesto de una parte material y otra eidética. Cuando escribo la palabra casa, en nuestra mente se invoca el concepto de casa, muy básico y esencial, acompañado de ciertas sensaciones adosadas a dicha idea. La estructura física, que pertenece a la realidad material, es el referente. Significante (parte material del signo), significado (parte eidética) y referente (objeto significado, real o ideal) conforman lo que los lingüistas llamamos triángulo semiótico. Del mismo modo, un gesto material como dar un beso o un abrazo invoca en la sensibilidad de las personas cierto estado de benignidad que refiere al amor.

Ahora bien, cuando contemplamos El Puente de los Suspiros, de Turner, se reproduce en nuestra alma un estado de sublimidad que remite a la belleza. Hay belleza en el contraste del cielo azul con el blancor de las edificaciones, ciertamente, y se aprecia una clara armonía entre los dos tercios de cielo y el tercio de las edificaciones, pero en estos signos no radica la sola belleza del cuadro. Hay algo más, y eso es único en cada espectador: la armonía no manifiesta.

En La catedral de Salisbury, Constable pudo avanzar unos metros más hasta tener un punto de mira desde el cual la catedral fuese el único sujeto del cuadro, pero eligió sacrificar parte de la edificación para que la aguja de la torre emergiera triunfal entre la fronda. Al verla, casi podríamos sentir que estamos allí… en 1825. Sin embargo, siempre habrá algo más allá de los signos, en ocasiones inefable, que se perderá en la noche del alma.

La armonía no manifiesta, decía Heráclito, es superior a la ostensible. ¿Por qué si sabemos tan poco de ella? Volviendo al triángulo semiótico, ¿qué fue primero?: ¿el significante, el significado o el referente? Sin duda que este. Primero vimos el objeto, después surgió la idea de él en su ausencia y, por último, sobrevino la necesidad de nombrarlo. Nombrar es —podríamos decir— un conjuro contra el olvido. El arte, también. De algún modo —quizás fuera aquello que Kant denominó noúmenos—, hemos conocido la armonía oculta mucho antes de significarla en el arte…

Lo cierto es que todo cuanto hay de bello en el mundo se sostiene sobre esta armonía no manifiesta. Pocos esfuerzos espirituales son tan válidos como su intuición. El artista que conecta con ella nunca más estará vacío. Personalmente estoy convencido de que al intuirla entramos a una dimensión temporal distinta, la del tiempo kairós, una tal que en ella el ser discurre en una temporalidad plural, pues lo que será ya fue y apenas sigue siendo… un auténtico origami del tiempo.

Cuando se vive en el tiempo de la armonía no manifiesta, el tiempo cronológico no importa. Lo creado hoy podría alcanzar a su audiencia al cabo de un siglo de la temporalidad material. ¿Qué importa ello si desde siempre nuestra creación ya habitó en el seno del tiempo del arte?, ¿qué importa que llegue aparentemente tarde a los hombres? Esa fue la maravilla que un poeta llamado José Antonio Ramos Sucre intuyó.

La armonía no manifiesta es superior a la ostensible, en definitiva, porque da cuerpo a esta en su intermitencia, del mismo modo que la diástole hace posible el pulso de la vida. En cada ausencia de la belleza la evocamos. En la caída de una flor cuyos pétalos se desparraman por el suelo ya esperamos el botón de otra inflorescencia. Si la belleza fuese un continuum, jamás la extrañaríamos. Quizás por ello hay silencio en la música, espacio en la pintura, quietud en la danza y vacío en la escultura. Quizás por ello también existe la muerte… para nombrar y no olvidar que somos signo de una obra de arte inagotable.

 

@JeronimoAlayon

 

CITA CHICAGO:
Alayón, Jerónimo. «La armonía no manifiesta».

Fuente: El Nacional. 22 de noviembre de 2024

 

@jeronimoalayon Instagram

Editora de la web: @carmencristinawolf Instagram

 

Foto personal del Autor
Jerónimo Alayón

Comparte esto:

ENTREVISTA A FARAH CISNEROS

Farah Cisneros

Farah Cisneros: “El mayor obstáculo son nuestras propias emociones»

Farah Cisneros es una escritora venezolana destacada en el ámbito de la Programación Neurolinguistica, formador en metodologías organizacionales, productora y coordinadora del Programa de Entrenamiento y desarrollo integral personal Pedip, mentora.

Es conocida por su enfoque en las áreas de emprendiduría, crecimiento personal, gestión y liderazgo,  Actualmente forma parte de la Junta directiva en el Círculo de Escritores de Venezuela. Es fundadora de EGP Escuela de Gerencia y Pensadores.  Promueve y brinda apoyo en la divulgación del trabajo literario de los escritores venezolanos en el mundo.

Además de su labor literaria, Farah ha escrito obras que abordan temas de autodescubrimiento y transformación personal. Su libro «¡Haz lo que te dé la gana!» invita a los lectores a reflexionar sobre su identidad y autoaceptación, promoviendo la idea de que cada uno tiene el poder de cambiar su vida.

Si deseas conocer más sobre sus obras o actividades, puedes consultar el Círculo de Escritores de Venezuela y otras publicaciones relacionadas con la literatura venezolana.

 ¿Qué  te  inspiró  a  enfocarte  en  la  escritura  motivacional  y  cómo  ha evolucionado tu enfoque a lo largo de los años?

Hay cosas que con el pasar del tiempo, la vida te va mostrando que siempre  formaron  parte  de  tu  equipaje.    Eso  me  pasó´  con  la  escritura, escribo  desde  que  comencé´  a  leer.   Me  apasionaba  cómo a  través  de  la combinación  de  las  letras  de  mi  abecedario  podía formar  palabras  que expresaran mis ideas y sentimientos. Recuerdo que cuando estuve en edad de ir al Colegio me inicié escribiendo cartas, llevando un Diario que atesoraba  mis  emociones  y  una  querida  libretica  de  autógrafos  de  color amarillo que iba conmigo a todas partes. Intrigada y curiosa leía y aprovechaba los espacios para compartirlo con mi abuelo materno Jesús María, él era periodista y uno de los cofundadores de un diario impreso “Il Corrieri di Caracas”. Solíamos entablar amenas conversaciones de preguntas de mi parte y respuestas con mucha paciencia de la suya.

Por una vida descansé mi placer por la escritura en lo relacionado con mi profesión  como  Abogado  y  Empresaria.   En  el  2011  en  plena  época  de conflictos económicos, sociales y políticos en Venezuela, donde resultaba altamente complejo y sumamente estresante mantener el ritmo de trabajo y ejercicio laboral, decido abrir espacio para tomar algo de tiempo para  mí ,  inicio  estudios  de  postgrado  en  Derechos  Humanos  y  otros cursos    en    las   áreas    de    la    psicología humanista    y    la    educación  emocional.

Logro  involucrarme  de  tal  manera  que  se  inicia  para  mí un tiempo de cambios profundos y maravillosas transformaciones en donde pude ocuparme de trabajar y sanar heridas de infancia.

Debido a ello me abro a publicar en el 2016 mi libro ¡Haz lo que te dé la gana! y hablando en venezolano “Me cayó  la locha”, me di  cuenta de la  alquimia generada por estas fascinantes experiencias donde sentir y expresar une a quienes reciben  y  comparten  esa  emoción.   Somos  una  increíble  burbuja  que expresa  el  saber,  el  sentir  y  el  hacer  a  través del  lenguaje.   En  el  2020 edito la   Segunda Edición desde la premisa de que “atrevernos a vivir es una consecuencia de hacernos cargo de prepararnos para avanzar hacia “Una mañana siempre inédito”.   Confío en que uno de los mayores  desafíos para  el  ser  humano  es  encontrarse,  reconocerse  y  aceptarse  a  sí  mismo para una mejor comprensión del significado de la felicidad.

¿Cómo  defines  la  conexión  entre  la  espiritualidad  y  la  motivación personal en tu trabajo?

¡Desde el amor y la gratitud! Al abrirnos para soltar creencias y juicios que nos limitan e impiden desarrollar un pensamiento de lógica y evolución   conectamos   con   la   expansión   de   una   consciencia   segura, inspiradora,  que  al  darse  cuenta  de  sus  competencias  y  también  sus carencias reales puede prepararse y activarse en planes y estrategias para el logro de sus metas.

Es en beneficio de la salud física, mental y emocional que el ser humano pueda crear un estado consciente con pensamientos sanadores, motivadores y evocadores que den poder a una estructura que pueda proyectar bienestar integral. La gran mayoría de las respuestas a nuestras interrogantes, habitan dentro del ser.

En tu rol como Directora de Relaciones Institucionales en el Círculo de Escritores  de  Venezuela,  ¿cómo  combinas  la  literatura  y  la  motivación para influir en otros?

Formar parte de la Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela es un gran honor para mí. Mi gratitud se hace permanente con los  escritores  y  poetas  a  quienes  admiro  y  acompaño  en  estas  labores: Edgar Vidaurre, Magaly Salazar Sanabria, Carmen Cristina Wolf, Lidia Salas, Yoyiana Ahumada, Marisol Marrero y las distinguidas personalidades que conforman su Consejo Consultivo entre quienes me permito mencionar a Ildemaro Torres y Gisela Cappellin. Es en una sociedad lo suficientemente preparada e inspirada donde se pueden producir oportunidades de cambios significativos que sean de aprovechamiento general. Es por ello que, en aras de una mayor proyección en este sentido, fundé EGP. Escuela de Gerencia y Pensadores cuya  misión  y  visión  es  apoyar  en  todos  aquellos  procesos  de  cambio  y transformación integral del ser.

¿Puedes compartir una experiencia personal en la que hayas aplicado tus propias enseñanzas motivacionales para superar un desafío?

Uno de los tantos desafíos se relaciona con la importancia y gran significación que tiene para mí desde la gratitud por los logros alcanzados en mis procesos de cambio y transformación, la confianza que recibo para poder apoyar y acompañar a otros a entrenarse para vivir en bienestar ¡Sí es posible sanar, crecer y trascender!

Después de realizar estudios de formación y trabajos de investigación en diversas disciplinas y metodologías, en especial un Magister en Programación Neurolingüística, produzco y coordino para EGP.

Escuela de Gerencia y Pensadores, el Programa de Entrenamiento y Desarrollo Integral Personal Pedip.   Se trata de una metodología practica y efectiva. Desaprender para aprender gestionando pensamientos que puedan conectar e impactar con la realidad que necesitamos crear. Estamos contenidos en oraciones y frases hechas con historias de realidades ajenas.   Identificar estos quiebres nos permite desprendernos de las capas de falsos conceptos y cuentos comprados e internalizados desde niños.    Aprender  es  una  manera  de  crear  consciencia  individual  para fomentar una actitud sana (amorosa y respetuosa).

¿Cuál  es  el  mensaje  principal  que  deseas  transmitir  a  través  de  tus escritos y presentaciones publicadas?

La valiosa capacidad creadora que posee el ser y el compromiso en la urgencia de establecer los cambios y diferencias en la estructura fundamental   del   pensamiento.      Todo   es   mente.      Somos   únicos   e irrepetibles. Ya de por si somos libres e independientes.   El monje que nos habita es ese niño o niña que fue domesticado para compartir en una sociedad   viciada   e   igualmente   domesticada   con   un   patrón   donde recibimos premios y reconocimientos cuando nos limitamos para amoldarnos a lo que a una élite se le ocurrió  en un momento dado que es el deber ser.

En tu opinión, ¿cuál es el mayor obstáculo que enfrentan las personas al intentar alcanzar sus metas, y cómo pueden superarlo?

El  mayor  obstáculo  son  sus  propias  emociones.

¡Dime  qué  estás pensando y tú mismo por cuenta propia sabrás quien crees que eres!

Es importante:

  1. a)      Reconocer nuestras emociones en especial las de miedo e ira.
  2. b)      Clarificar efectivamente el objetivo o la meta.
  3. c)      Generar y operar un plan estratégico.
  4. d)      Establecer   tiempos   límites,   hacer   medición   y   seguimiento   de resultados.

¿Cómo manejas la responsabilidad de ser una figura motivacional para otros especialmente en tiempos difíciles?

Desde la naturaleza humana que me habita. Identificar mis propias emociones forma parte del entrenamiento y el aprendizaje que recibo de la vida. Proyectar desde la gratitud y el amor es el gran plus en cualquier proceso  de  aceptación  y  valoración  consciente.    Sintonizarme  con  un estado empático cerebro-corazón me ofrece permiso para acercarme a mi entorno   de   una   manera   genuina,   autentica,   natural,   lo   más   libre   y desenfadada de juicios, creencias y esquemas preconcebidos. Darnos cuenta de lo que pensamos en tiempo presente puede brindarnos un mayor enfoque de lo requerido para obtener el bienestar que merecemos, tanto para dar como para recibir. Crea un equilibrio perfecto que interactúa en una alta frecuencia de energía.

¿Qué  papel juegan la cultura y la historia en la forma en que abordas temas de motivación en tu trabajo?

Confío  en  que  tanto  la  cultura  como  la  historia  están  vinculadas  al tiempo. El momento puede hacerse lo suficientemente cíclico como para mostrarnos a través de las vivencias, los diferentes abordajes necesarios para propiciar los cambios favorables. El Programa Pedip que dirijo en EGP Escuela de Gerencia y Pensadores nos enseñanza que todo lo que sucede alrededor  de  una  persona  refleja  lo  que  está,   ocurriendo  por  dentro.

¡Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba! Es este lenguaje comunicacional que se establece quien identifica el quiebre / conflicto que da cabida a promover las vías para despejar y solventarlo.

Aun cuando no podemos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, sí podemos elegir los estímulos e impulsos para responder a ello. El trayecto hacia el encuentro con uno mismo implica incluir en nuestra mochila de viaje el dejar de luchar con el viento para aventurarnos en el fluir con lo que hay, activados siempre en concretar lo que podremos pensar en algún instante que falta.  En nuestro interior habita un fantástico poder que habilita la mente para mantenerse serena, incluso en situaciones de persistente caos y de ello habla con elocuentes palpitaciones un corazón que siempre invitara al encuentro de la calma y la paz interior.

¿Hay algún libro, autor o filosofía que haya influido profundamente en tu enfoque motivacional?

Siendo lo suficientemente observadora desde muy pequeña, confieso que  cada  momento  con  sus  respectivas  vivencias  ha  cursado  cátedra  en mí, luego  están  la  influencia  de  mis  abuelos  cuya  filosofía  de  la  vida  era tan humana como visceral. Por mi tremenda curiosidad y el poder de las oportunidades he conocido y contado con grandes maestros como Louise Hay, EckartTolle, Jorge Bucay, Mario Alonso Puig, Joe Dispenza. Libros especializados en mis áreas de PNL muchos.   Un manual de vida siempre vigente  es  para  mí la  Biblia, celebro  la  literatura  de  “En  busca  de  la  Luz Interior” de James Redfield con Carol Adreine, “El Principito” de Antoine De Saint-Exupery, “El Caballero de la armadura oxidada” de Robert Fisher, “Cuerposs sin edad, mentes sin tiempo” de Deepak Chopra, “Los cuatro acuerdos” de Miguel Ruiz y mis libros de cabecera que aparte de las Sagradas Escrituras son “Tus Zonas mágicas” de Wayne W. Dyer, “El Poder de tu Mente Subconsciente” del Dr. Joseph Murphy y con modestia citare´ la segunda edición de mi libro ¡Haz lo que te de la gana! el cual resulta de apoyo y referente en el Programa Pedip de EGP Escuela de Gerencia y Pensadores.

¿Cómo ves el futuro de la escritura motivacional en Venezuela y qué consejos darías a los nuevos escritores que quieren incursionar en este género?

La escritura tanto en Venezuela como en el mundo siempre tendrá la valiosa   oportunidad   de   conectar   a   través   del   maravilloso   arte   del pensamiento   escrito.     Ser   uno   mismo   representa   quizás   uno   de   los mayores retos al que el mundo expone al ser humano, sobre todo por estar plagado de muchos vicios como la superficialidad, el señalamiento, la crítica y la burla, todo esto conformando “la cultura de la cancelación”. La    escritura    motivacional,    terapéutica,    inductiva    al    encuentro    de respuestas  liberadoras  será´  siempre  el  elixir  que  alimente  la  psiquis  y enriquezca el alma promoviendo la confianza, la fe en quien se es y la esperanza  en  qué esperar.   Seguramente  resulta  esta  una de  las  razones por las que cada vez se hacen más presentes y activos los avances que se relacionan y vinculan entre lo científico, físico y emocional donde se evidencia el comportamiento del hombre desde la conexión que establece el cuerpo, la mente y el corazón.

Redacción y entrevista al cuidado de Joiner Villasmil (Joiner Bernavil)

Editora de la Web: @carmencristinawolf

 

Comparte esto:

LA CITA REAL, NOVELA DE HEBERTO GAMERO

Felicitamos al escritor venezolano Heberto Gamero Contin, por su novela La Cita Real, José Heriberto García de Quevedo un poeta olvidado. Será presentada en Madrid, Librería Iberoamericana, Calle Huertas 40, Madrid, el 23 de noviembre a las 11.30 horas.

Este es un fragmento de la novela:

«Sigo pensando igual, apreciado doctor, solo que con menos vehemencia. Con los años también ha llegado la tolerancia, ausente en aquellos años de juventud, y veo todo con más calma, con más confianza, aceptando que no puedo ir contra la corriente sino dejarme llevar por ella. He entendido que una cosa es la vida que soñamos y otra la que nos ha tocado vivir, y nada puede uno hacer al respecto sino adaptarse lo mejor posible… En cierto modo hay componentes autobiográficos en ese relato, pero usted sabe lo invasivas que son las musas: uno quiere escribir algo autobiográfico y ellas comienzan a susurrarle cosas al oído que nada tienen que ver con la realidad que se desea contar. Y si no se pone resistencia, como es mi caso, lo llevan a uno por caminos desconocidos, misteriosos, y el resultado es muy diferente a la intención original. Así que, aparte de los motivos morales que tenemos los hombres para defender nuestra dignidad y la de los que amamos, todo lo que se dice en esa noveleta es ficción, muy lejos del duelo al que usted hace referencia, el que ocurrió el 12 de febrero de 1855. ¡Cómo olvidar esa fecha! Yo tenía treinta y seis años y no habría cumplido los treinta y siete de no haber sido porque la suerte me acompañaba. No me arrepiento, aquella ofensa a la reina había que saldarla con un duelo, no había otra forma de reparar el honor mancillado.»

Editora: Carmen Cristina Wolf #carmencristinawolf

@carmencristinawolf

 

Comparte esto:

HORACIO BIORD: PICURES DE LOS ALTOS

Picures de Los Altos

Por Horacio Biord Castillo

Horacio Biord nació en Caracas, en 1961. Es licenciado en Letras de la UCAB, Magister y Doctor en Historia, investigador asociado y titulas del Centro de Antropología del IVIC. Es profesor asociados de la UCAB, Individuo de Número y Presidente de la Academia Venezolana de la Lengua.Premio Municipal de Literatura, Mención Estudios Indígenas. Y con una extensa obra publicada.

 

En muchas tradiciones culturales y místicas los animales están asociados con aspectos simbólicos y sagrados. En diversas religiones, especialmente antiguas, los animales se asocian a deidades, como en el antiguo Egipto y en Mesoamérica donde encarnaban divinidades, principios y valores. En la Edad Media occidental, los bestiarios tuvieron una gran importancia. En los relatos populares y folclóricos, los animales tienen un puesto privilegiado, como lo emblematizan Tío Tigre y Tío Conejo. Es también el caso de los pueblos indígenas que habitaron y habitan aún en Venezuela. No en balde representaciones de animales ocupan lugares destacados en la ornamentación de la cerámica, especialmente antigua que se ha documentado mediante investigaciones o hallazgos arqueológicos, y la cestería, la orfebrería y otros elementos de la cultura material.

En Venezuela, es común encontrar, especialmente en el centro-norte y el oriente del país, referencias a los zamuros (Coragyps atratus), vistos en algunas religiones indígenas como mensajeros entre lo alto y la tierra. Así lo testimonian los topónimos con la palabra curumo (kuruumo), proveniente de las lenguas de la familia caribe, que designa al buitre negro americano.

En Los Altos los animales han tenido desde muy antiguo una significación especial. Los picures (Dasyprocta fuliginosa), llamados también acures, son roedores muy comunes en las montañas de Los Altos y tienen una significación especial. Es posible que Gulima, el nombre indígena antiguo de San Antonio de Los Altos, esté asociado al término acuri o acure. De hecho, viejos vecinos de San Antonio recordaban que en Los Altos siempre ha habido muchos picures así como lapas. Estas últimas eran muy comunes, por ejemplo, en la montaña de Pipe, especialmente donde hoy está el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, como solían recordarlo, entre otros, mi padre, Horacio Biord Rodríguez, y mi tío Moisés Biord Rodríguez.

Los sitios de Bejarano y Prim están en la zona ubicada entre el embalse de La Mariposa y La Cortada del Guayabo, donde la vía se bifurca por la izquierda bajando por Agua Fría y la hacienda “El Vapor” hacia La Cortada de Maturín, en la entrada a los Valles del Tuy, y a la derecha hacia San José y San Diego de Los Altos para seguir luego, por Pasatiempo y Quebrada Honda, a Carrizal o a San Antonio de Los Altos. Allí, por Bejarano y Prim, me enteré hace unos años de que los picures eran fuertemente demandados para las ceremonias de santería que se celebran en portales ubicados por allí y supe igualmente de personas que se dedican a atraparlos. Desde entonces quedé preocupado por la presión que la cacería desmedida con fines comerciales debe estar ejerciendo sobre la población local de picures.

Un testimonio interesante de la abundancia de picures en esa zona lo proporciona Eduardo López de Ceballos en su obra Fauna de Venezuela y su conservación (Caracas, Editorial Arte, 1974), dedicado a «a los campesinos de mi país, buenos y agradables compañeros en el llano y en la montaña». Ese libro está conformado por relatos personales que hace su autor, aficionado por igual a la cacería y a la conservación de especies, según expone en la introducción aunque pudiera parecer contradictorio. Evoca diversos episodios que involucran a distintas especies de animales venezolanos, sobre todo de la Cordillera de la Costa y el Llano. Según su testimonio, «el picure es un importante miembro de los antiguos roedores suramericanos, pariente de la lapa y del chigüire o capibara. El picure es diurno, bastante bonito y de muy buena carne roja. La variedad de esas zonas [refiriéndose a Los Altos] pesa como tres kilos y llega a cuatro. Usa las patas delanteras como manos para agarrar la comida, que consiste en vegetales concentrados como frutas y tubérculos. No come paja. Es agilísimo, rápido y en extremo astuto. Tienen, en las zonas donde viven, pequeños senderos o caminos que mantienen limpios y muy estudiados. Les dan sobre los predadores, en especial los perros, gran ventaja El picure corre por su red de caminos sin tropezarse ni dar traspiés y con un mínimo de esfuerzo. El predador más grande se enreda y se da golpe. Para igual recorrido trabaja mucho más” (pp.105-106). Dice también el autor que en «en emergencias, el picure tiene otros recursos. Se ensota igual que hace el venado» (p. 106). De allí la expresión muy venezolana de “picurearse” o escaparse, evadirse, perderse.

Sobre la zona antes referida, dice el autor “en la vuelta de la carretera vieja en Agua Fría, cerca de donde la quebrada de El Vapor cae a la de Maitana, había conucos y era fácil cazarlos, porque había carretera por tres lados. Una tarde fuimos, Paco y yo, con cuatro buenos perros y en dos horas matamos seis picures. Un super record. Los días buenos cogíamos a lo sumo dos, y con frecuencia ninguno. Aquella tarde, tiré otro que levantó el perro Pelú en la subida hacia la casa» (pág. 107).

En algunos pueblos indígenas amazónicos el picure se asocia simbólicamente con los inicios de la agricultura por su estrecha relación con los conucos y sus patrones alimentarios. Para los ye’kuanas constituye una amenaza para los conucos por el hábito de desenterrar la yuca para comérsela. De allí que también sea una presa de caza para los indígenas y una carne por ellos apreciada.

El picure constituye, sin duda, un hermoso ejemplar de la fauna de Los Altos. Aficionado a caminar por los parajes montañosos de mi tierra, llevaba varias semanas o quizá meses refiriendo que había visto pocos animales silvestres últimamente en Los Altos y, en especial, en la serranía de Pipe. El 22 de octubre de 2024, como alrededor de las tres de la tarde, entrando a la montaña de Pipe para dirigirme a mi laboratorio en el Centro de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas observé la rápida carrera de un picure que atravesó la carretera delante de mi vehículo. No solo me alegró verlo, sino que además lo tomé como un buen augurio, presagio de mejores tiempos. Me recordó a Tío Picure, el personaje de un cuento que escribí durante la pandemia. Es un picure que experimenta fuertes deseos de volar como los zamuros y viajar por muchos lugares para conocerlos y disfrutar del doble placer de las nubes y la tierra.

Bendecida sea la presencia de los picures en la tierra de Los Altos y bendecida sea la posibilidad de que el nombre indígena de San Antonio de Los Altos provenga de la denominación indígena del picure, lugar de acures o picures.

 

Fuente: El Nacional. Caracas, 24 de octubre, 2024

Contacto y comentarios: hbiordrcl@gmail.com

Editora: Carmen Cristina Wolf  Contacto: wolfcarmencristina@gmail.com

Carmen Cristina Wolf, corrección literaria y académica

Comparte esto:

JOINER BERNAVIL: LA MONTAÑA Y EL ABISMO

 

La Montaña y  el Abismo

El más reciente libro de Joiner Bernavil publicado por la firma  J. Bernavil, editorial venezolana especializada en poesía y narrativa, revela un mundo donde solo la fuerza del espíritu sobrevive en el abismo. La Montaña y el Abismo (2024),  obra cuya intención y entramado se centran en el amor desde su florecimiento hasta su muerte gradual. El autor muestra el porvenir de la tristeza y conmueve el papel con una lectura filosófica sobre el amor y sus diferentes significados. En la intimidad de esta obra nos encontramos para distanciarnos de toda vana angustia personal y saber que el sendero puede ser el mismo en diferentes épocas, en diferentes culturas y en la individualidad de cada ser, porque existen vivencias universales que nos atraviesan; escenarios dispuestos por la cotidianidad.

Todos los que alguna vez vivieron pudieron llorar y pudieron sonreír. Tan simple como este pensar humano es la calamidad y a la vez virtud del amor. En este libro hay un anuncio y un querer, también una insistente necesidad de ser libre y de ver que la paz es una elección.

Un libro como este solo se puede escribir si se está enamorado. Ojalá el silencio deje de causar estragos en el interior, porque entre mil pedazos nada puede crecer, solo el frío.

Aquí presentamos cinco poesías, en el lenguaje poético que es la madre de las bellas artes:

A veces quisiera ser inmensurable

y encontrar la piedra que me entrega a la tristeza.

A veces quisiera sacar el corazón del surco de mi mano

para que no lo puedas agrietar con tu actitud.

A veces quisiera lanzar al aire un sueño y que lo encuentre alguien más

para que pueda vivir sin mí.

Copiar el silencio y ajustarlo en el tórax para que tenga sentido la falta del latir.

Si en el pecho, la sutura se rompe, se escapa la oscuridad…

Subes una montaña con la profundidad y con la poca luz de sus labios

para encontrar a un hombre esperando en una silla de hierro.

Estos ojos color miel, profundos y diáfanos, se asemejan

al cielo tácito de un atardecer.

 

Las tardes sí que son tristes,

cuando bajo despacio para ser parte del silencio, atravieso la herida, el paisaje se vuelve lento.

Las aves trinan, se reflejan en el agua

pasando demasiado rápido.

 

El fulgor de la muerte existe en el rostro turbio

con forma de ondulaciones de agua.

 

Me ahogan las preguntas

ante el sonar del encierro.

 

Avanza la noche

bajo el reloj del insomnio.

 

La luz me golpea el rostro,

florecillas que duermen.

 

Salgo a caminar pero la distancia no es una palabra.

Solo no te alcanzo

Solo me quedan ausencias, y en la memoria crece

una pradera de versos.

 

Saco flores del abismo

se me enraizan en la piel.

Se adhieren a este ser solitario que dejaste.

 

No era para siempre

y lo sabíamos los dos,

yo decía: tengo que convertir estos segundos en eternidad, añoraba que te quedaras,

y me gustaba besarte en

la intimidad y en el silencio, como si el mañana no existiera,

como si el momento fuera toda una vida, pero el tiempo sí pasa

y no pudimos mantener el sueño de tener un futuro juntos.

Volver a vernos después del abismo

tal vez sea un transitar desconocido para los dos, aunque nos sigamos pensando.

Se destiñe el corazón

y se va revelando el gris de la piedra.

 

Joiner Bernavil es un poeta y periodista venezolano cuya obra se destaca por su habilidad para convertir lo íntimo en poesía. A través de sus versos, Bernavil invita a los lectores a sumergirse en un viaje emocional y reflexivo, donde lo personal y lo profundo se transforman en experiencias compartidas.

Para conocerlo mejor tenemos que ubicarnos en la antigua parroquia eclesiástica de Maracaibo, lo que ahora sería el municipio San Francisco, en el estado Zulia, Venezuela. Nació el 15 de mayo de 1996 en la Policlínica San Francisco. Sus padres son la educadora Maribel Trinidad Villasmil Ordoñez y el campeón nacional de boxeo Jois Benito Villasmil Parra. Estudió primaria en la Escuela Básica Nacional “Carmela Quintero”. Allí fue envuelto en una cultura que parecía de otro mundo al sur de San Francisco, en la parroquia El Bajo; luego cursó sus estudios de secundaria en el Liceo católico más representativo y cultural de su ciudad, la Unidad Educativa “Colegio San Francisco Padre Vílchez”, teniendo como principales influencias la religión tras la cercanía con la Basílica Menor del Zulia y la música gaitera, símbolo de la zulianidad. Muy cerca, a escasos metros se encuentra el Lago de Maracaibo, la unión de todos estos factores propició que el autor desarrollara una sensibilidad genuina por las bellas artes años después.

Tras salir de secundaria su vida giró alrededor de la carrera de comunicación social, logrando graduarse como licenciado en comunicación social mención desarrollo social en la Universidad Católica Cecilio Acosta de Maracaibo en 2018. Vivió la crisis y la creciente tragedia social del éxodo, la desintegración familiar y los cambios abruptos producidos por el régimen de gobierno en su país.  Hizo radio desde los 14 años de edad y su pasión por la locución lo llevó a tener diversos programas de radio en las emisoras locales de Maracaibo y San Francisco. Cerró su ciclo como moderador en 2021, tras hacer radio por 11 años y desembocar su talento en el género de la poesía, salvándose de la desidia y la injusticia social que lo perseguía al ejercer periodismo en medios digitales e impresos en su país.

En la actualidad, y desde el 2019 lidera una Fundación editorial y literaria llamada Organización Literaria J. Bernavil para los Pueblos del Mundo. Con su Firma editorial ha logrado publicar a más de 100 autores de distintas nacionalidades y ha exaltado las letras de poetas que han dejado un legado cultural en la creación poética hispánica con actividades socioculturales. Entre los poetas destacados homenajeados se encuentran Lilia Boscán de Lombardi, Pilar Paz Pasamar, Dolores Castro, Beatriz Vallejos, Gabriela Mistral, Armando Rojas Guardia y Oscar Wilde.

En Venezuela se lleva a cabo el Concurso Internacional de Poesía J. Bernavil en homenaje a su trayectoria y también busca exaltar las voces de los poetas que van más allá de las palabras y han promovido transformaciones sociales desde la cultura. La Organización del Grupo Bernavil Internacional gestiona y lidera el Concurso Nacional de Poesía chilena Gabriela Mistral y la Competencia Poética Oscar Wilde, dos certámenes que incentivan la creación literaria y la lectura principalmente en Chile y en Venezuela pero en pro de llegar a las personas de todos los rincones de la Tierra.

Está residenciado en Aveiro, Portugal, profundizando en la riqueza cultural europea y en los matices de las estaciones que afectan la región ibérica. Joiner Bernavil ha publicado cuatro obras poéticas publicadas a través de la firma editorial J. Bernavil: «Poemas que nunca vivieron», «Un ángel me dice que le escriba»,  «Serenidad», y «La Montaña y el Abismo».

 

 

 

 

 

 

 

Comparte esto:

Coromoto Renaud: “La filosofía está en la base de todas las disciplinas”

Coromoto Renaud: “La filosofía está en la base de todas las disciplinas”

 Coromoto Renaud es autora de una estimable obra poética: Azares, Fondo Editorial Enrique Tejera del Toro, Maturín, 1994; Enero, Editorial Tregua, Caracas, 2004; Sedimentos, Editorial el Perro y la Rana, Caracas, 2004; Preguntas a Rilke, Editorial Tregua, 2009; Estaciones, Edición de autor, Caracas 2010; y Ramonetta Gregori, Julieta León, Coromoto Renaud, Siete Noches, Siete Poemas, Fondo Editorial Carlos Báez, ICUM, Maturín, 2012. Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías nacionales e internacionales.

Es Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela.

Como científica social ha asumido la tarea de observar e interpretar la complejidad del mundo desde distintos ángulos, a ello ha dedicado décadas de investigación y una pródiga actividad académica. Socióloga por la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB,. Especialista en Planificación por el Instituto Venezolano de Planificación, IVEPLAN, Caracas,. Diplôme d’Études Approfondies por la École des Hautes Études en Sciences Sociales, París. Doctorado en Sociología del Desarrollo por la Université Sorbonne Nouvelle – París III,. Facilitadora de Procesos de Desarrollo Humano, Organización CEI, Sistemas Humanos,. Profesora Titular UCV.

Actualmente es profesora investigadora del Cendes, UCV y presidenta de la asociación civil «Ser Creativo Gestión y Desarrollo Humano».

¿Quién es Coromoto?

Me gusta reconocerme como ser humano, sin etiquetas.
Hay una expresión de Heidegger muy aleccionadora » fuimos arrojados al mundo» en circunstancias que no escogemos.

Mi origen es muy rural, yo nací en las montañas del Turimiquire, límite entre los estados Anzoátegui y Monagas en una hacienda de café. Soy parte de una familia numerosa, la séptima, mis padres fueron grandes emprendedores, trabajaron mucho para salir adelante y darnos educación, ese era un valor fundamental y lo lograron: ocho profesionales en un contexto que se resistía.

Mis primeros seis años se desarrollaron en un micro mundo que me marcaron para siempre, un río, una naturaleza exuberante, grandes árboles, ganado pastando. A esa edad me trajeron a la ciudad, a estudiar, vivimos en Maturín. Ahora en la distancia me parece casi increíble ese mundo de realismo mágico. He dicho que escribo para recrear esa memoria.

Luego vienen los múltiples roles que desempeñamos en la vida social, a veces puedes obnubilarnos. Soy escritora, investigadora, docente, líder, formo parte de una familia: hermana, tía, cuñada y así nos movemos de manera muy dinámica en la convivencia. Ya mis padres no están físicamente es una gran ausencia y al mismo tiempo una memoria viva.En estos momentos estoy transitando por una situación delicada de salud, me acaban de diagnosticar mieloma múltiple.

Todo ha sido muy inesperado y sorpresivo.
Creo que llegar a la comprensión y aceptación de que esa posibilidad forma parte de la vida es parte de ese aprendizaje.

Cómo socióloga, ¿cómo definirías la vulnerabilidad humana?

Fíjate que yo pienso que la filosofía está en la base de todas las disciplinas, se pregunta por el ser y ha ofrecido respuestas que dan origen a múltiples corrientes, me gusta indagar y aceptar el misterio de no tener todas las respuestas; más aún si nos aceptamos como seres espirituales justamente con la misión de darle un sentido a nuestra vida.
Hay mucho camino recorrido entre los inicios de la sociología positivista y el pensamiento de Edgar Morin, por ejemplo, que interpreta a la sociedad como un gran sistema integrado por la madre tierra y el universo. Somos parte de un cosmos interrelacionado como una malla.
La vulnerabilidad como seres humanos nos constituye desde nuestro nacimiento, somos la única especie que nace en completa indefensión y necesita del cuidado de otros para crecer.


¿Cómo crees que tu formación y experiencia en investigación han influido en tu poesía?

Podría decir que la influencia primero ocurrió desde la poesía a la sociología y en las últimas décadas es bidireccional.

Antes de estudiar sociología ya escribía poesía y siempre mantuve la intuición de que la poesía tenía mucho que decirnos para comprendernos y humanizar las ciencias sociales. Cuando estudié sociología nos formamos con una concepción disciplinaria, cada una con objeto, método y mucha distancia entre las ciencias sociales y las ciencias duras.

Esto dura hasta nuestros días, comenzaron  cambios muy importantes con la física cuántica  y la teoría de sistemas complejos.
La física cuántica introdujo cambios radicales en la posibilidad de interpretar el mundo como energía en movimiento permanente.

Mi intuición de joven poeta y luego el interés de ir integrando conocimientos me condujo al propósito de mostrar que se puede integrar poesía y planificación, algo que no sabía cómo hacer y era casi inaceptable en el rigor del método científico.
Al menos abrí un camino que me resulta fascinante. Este camino lo vislumbré leyendo a Edgar Morin, Fritjof Capra, IIya Prigogine, entre muchos otros pensadores. También a grades poetas con visiones cósmicas: Octavio Paz, Eugenio Montejo, Rumi.

¿Cuál es el vínculo entre la teoría y el método de planificación que estudiaste y los temas que exploras en tus poemas?

En la planificación tradicional concebida como ingeniería social no había posibilidad para la subjetividad ni la espiritualidad. Justamente el pensamiento complejo y las ciencias de la complejidad introducen la incerteza, el error, la borrosidad y nos ofrecen la posibilidad de integrar conocimientos traspasando las fronteras disciplinarias. Ese es el camino que tomé para mi investigación y que también exploro en mis poemas. Somos seres complejos en un mundo complejo.

Hay un aspecto que quisiera destacar de mi trabajo académico: su propósito de ser conocimiento útil para la acción, es decir mi interés no es debatir teorías sobre la complejidad sino co-construir comunidades de aprendizaje y redes en la que participan los estudiantes, colegas, asociaciones y llevar esa posibilidad a la sociedad. Realizo un trabajo de desarrollo comunitario en la Comunidad el Naranjal, donde vivo.

¿En tu investigación sobre Gestión de la Complejidad hay conceptos o ideas que encuentres paralelos en tu obra literaria?

Sí, en mi libro «agua que corre lenta» pretendo mostrarlo, lo divido en cuatro cantos: lo emergente, lo incierto, lo inesperado y lo múltiple, esas son dimensiones constitutivas de la complejidad que forman parte de nuestra vida cotidiana.


¿Cuál es tu proceso para equilibrar la escritura académica con la creación poética? ¿Encuentras inspiración en tu trabajo académico para tus poemas?


Digamos que la inspiración para la creación poética es la vida en todas sus manifestaciones, el amor, el desamor, el duelo, la memoria recobrada. La poesía es un pensamiento y lenguaje particular, intuitivo, emerge de la subjetividad más profunda es memoria recobrada.
Exige un lenguaje lírico, un ritmo.
En realidad escribo de manera paralela, suele sucederme que estoy escribiendo un ensayo y emerge un poema.


¿Qué es el amor para ti?

El amor es la fuerza de la vida que se renueva. En tanto relación es el reconocimiento del otro como legítimo otro, es dejar aparecer el ser.


¿Qué esperar en los próximos años?

Fluir con la vida, humildemente, con reverencia ante el cosmos que somos.

Háblanos de tu más reciente libro «agua que corre lenta»


Yo tenía una década sin publicar poesía, el contexto de las editoriales, las librerías prácticamentecolapsaronen el país, armé el libro y tomé la decisión de ofrecerlo a los lectores. Fluyó lentamente y no ha dejado de correr.
El libro recobra mi infancia, un micromundo muy particular.

En el pequeño valle donde quedaba la casa pasaba un río, la posibilidad de observar su tránsito, escucharlo, disfrutar de su frescura, del baño diario en las pozas y de los juegos de niños, me sumergió de una manera natural  en  una íntima conexión con la naturaleza.

Creo que esa experiencia me abrió a la posibilidad de experimentar “lo cuántico”

… “en cada átomo circulan vínculos fraternos, en cada ser vio late el corazón del universo” digo en uno de mis poemas

Ahora vivo en Caracas, me levanto  muy temprano . (o levantaba, esta actividad está suspendida por la convalescencia) para ir al parque Las Rocas de los Samanes. El mismo camino cada día es distinto, cada momento la vida se manifiesta con algo nuevo

Me gustaría compartir con ustedes un poema de ese escenario:

“Si no viniéramos de pasado

pensaríamos que este verano inclemente es la estación final

la delgadez de los arbustos

su último destino

parásitas en lugar de hojas

tiñas a cambio de flores

una grisura persistente

un tiempo de espera

está escrito que todo pasará

también este silencio

temprano o tarde reventarán las cigarras”

En esa etapa me dediqué a la escritura académica que es muy exigente.

¿Dónde encuentras paz?


Yo practico la conciencia plena y la meditación. Allí encuentro paz y la relación amorosa con mi familia y mis amigos.

¿Cómo te describirías?

Yo soy una persona introvertida, me gusta el silencio, la armonía. En mi rol de docente acepté el desafío de aprender a comunicar.
A veces siento que mi silencio intimida un poco, en la vida social pareciera que se impone la comunicación oral constante.

Creo que llevo la impronta desde niña del deseo de aprender
y de escribir. He sido muy activa para combinar mis prácticas de yoga, con la escritura y la investigación.

Justamente ahora investigo sobre los efectos de la meditación en el liderazgo para el desarrollo de la autoconsciencia de sí mismo, del otro, y del planeta.

¿Dónde podemos leerte más?

Mis libros anteriores fueron ediciones artesanales, limitadas, de poca circulación, hurgando mucho se pueden conseguir en alguna librería de Caracas.
Gracias a La Poeteca de Caracas están disponibles en su sala de lectura.

Amo las flores, tengo gustos atávicos por el jardín de mi mamá con hortensias y margaritas.

Finalmente quisiera decir que la vida es un milagro y la poesía otro, es luz en la oscuridad, revelación, asombro, convergencia,  una manera de hacernos más sublime el camino.

Redacción y entrevista al cuidado de Joiner Bernavil  (Joiner Villasmil)

#circuloescritoresvenezuela

Editora de la web: Carmen Cristina Wolf

@carmencristinawolf en Instagram

@literaturayvida en X

 

 

Comparte esto:

LA LIBERTAD, POR JERÓNIMO ALAYÓN

La libertad

Por Jerónimo Alayón

Somos lo suficientemente libres como para creer que lo somos, pero no tanto como para serlo a cabalidad. Nuestra libertad siempre estará acotada por dos límites: el que le impone la condición humana y el que le impone nuestra capacidad o incapacidad para elegir. Luego están los condicionantes según los cuales somos libres de y libres para.

El otro es un límite casi insoslayable de la libertad. La condición humana es un complejo tejido existencial. Muta y es mutágeno. Compuesto de vivencias, moralidad, concepciones, creencias, miedos, aspiraciones, muertes, condicionamientos sociales y un complicadísimo diseño ontológico y metafísico, cambia a cada instante y hace cambiar todo en torno de sí. A eso nos enfrentamos cuando pretendemos ser libres.

En este sentido, la libertad de ayer se nos esfuma hoy cuando algún hilo de ese tejido existencial varía su tenor. Nada hay más ilusorio y hasta peligroso que creer que la libertad es estable y duradera. Diríamos que hay que recrearla a cada instante conforme cambia la condición humana en la que nos hayamos implicados. Se engaña quien cree que el modo como un humilde campesino usa su libertad al otro lado del mundo no puede afectar la nuestra. No hay manera de lanzar un pedrusco al lago de la libertad humana sin que las ondas toquen todo.

John Donne no pudo decirlo mejor en su Meditación XVII: «Ningún hombre es una isla, completo en sí mismo: cada hombre es un pedazo del continente». Luego añadiría algo terminalmente dramático: «La muerte de cualquier hombre me disminuye, porque soy parte de la humanidad, por lo tanto, nunca preguntes por quién doblan las campanas: doblan por ti». ¿Cómo afecta la muerte ajena mi libertad? ¿Tanto nos pertenecemos unos a otros en la muerte?

Quienes somos huérfanos desde la infancia sabemos de memoria la respuesta a ambas preguntas. La muerte de un prójimo es un ultimátum a la creatividad de nuestra libertad. El deceso de un ser querido significa a un mismo tiempo el menoscabo de la propia libertad y la necesidad de procurarle nuevos horizontes. La libertad no es, como tantas veces se pretende, un algo que se nos da al modo de una tiza o un borrador. Es un tejido, y está entreverada existencialmente con la humanidad.

¿Cuántas veces el carro de nuestra libertad ha tenido que frenar bruscamente ante las concepciones, creencias, miedos o ambiciones ajenas? Una de las mayores ficciones de la democracia es hacernos creer que la circulación por la autopista de la convivencia social está garantizada por las leyes. Hay todo un mundo extrajurídico que nos impone sus límites. Quizás por ello los tiranos terminan mudando el contrato social al corral de la ilegitimidad. Allí el contorno de la libertad cambia su orgánica periferia por una alambrada de púas, y la autonomía individual deja de ser plural para convertirse en unánime: la del tirano.

Como si ello fuera poco, nuestra libertad debe experimentar los límites de nuestra capacidad o incapacidad para elegir. Ser libre es saber y poder elegir. Lo primero supone el ejercicio de la conciencia moral aunada a la sapiencia. Lo segundo implica coordinar la volición con la práctica de un derecho. Por consiguiente, una elección ha sido libre cuando conlleva obrar correctamente a voluntad, sin ignorancias esenciales y en el marco de lo legalmente plausible.

Vista así, la implicación moral de la libertad significa que toda elección supone una serie de opciones en las que unas y otras se excluyen. Mi capacidad de elegir es directamente proporcional a mi solvencia ética. Si damos la espalda a la pregunta por lo bueno y lo malo, por lo correcto y lo incorrecto, la mutua exclusión de alternativas se relaja y casi podríamos preferir cualquier opción. El fratricidio o el incesto serían factibles pero reprochables en nuestra lista de posibilidades, por ejemplo. Quienes gustan de decir que «el fin justifica los medios» suelen aventurarse en la oscura foresta de la falta de escrúpulos.

Sin embargo, nuestra capacidad de elegir no está condicionada solo por la dimensión ética, sino que puede ser acotada por el voluntarismo o la negligencia ajenos. En este terreno, alguien decide cuáles serán las opciones de las que dispondremos. Cuando los pretendientes de la princesa Turandot —en la magistral ópera de Puccini— se presentan a cortejarla, esta les propone tres acertijos que deben resolver en su totalidad. Apenas hay dos alternativas correlativas entre el acierto y el yerro: boda o muerte. La cruel principesa ha limitado así las posibilidades de sus enamorados. Claro, aún les quedaba la libertad de desechar presentarse, pero… no siempre el amor es sensato.

Así mismo, el azar es una fuerza moderadora de la capacidad de elegir. Cuando fray Juan, queriendo cumplir el encargo de fray Lorenzo, queda aleatoriamente retenido por la cuarentena y no logra entregar a Romeo la carta en la que se explica que Julieta está bajo el efecto de un potente somnífero, allí, a un costado de la aparente tumba de la amada, las opciones de Romeo se reducen trágicamente. Más tarde Julieta despierta y ve que a su lado yace el cadáver de Romeo, quien se ha envenenado, de modo que decide quitarse la vida con la daga de él. No solo el odio entre los Capuleto y los Montesco ha movido los desafortunados hilos existenciales de los jóvenes enamorados, también el fatum ha tenido parte sustancial en sus trágicas decisiones.

Por otra parte, nuestra libertad flota entre dos sentidos metafísicos: ser libres de y ser libres para. No es un simple asunto de preposiciones, pues estas entrañan la distancia entre lo causal y lo final. A menudo hacemos énfasis en liberarnos de alguien, de algo o de un estado de cosas que nos causan dolor, pero poco se piensa en para qué deseamos ser libres. El relato de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen tiene un punto muerto estremecedor: todos estaban allí, en la explanada, justo cuando entraba el primer tanque americano, justo cuando Francisco Boix hizo la célebre fotografía. Años después el fotógrafo catalán reconocería que en aquel momento no sabía para qué quería ser libre… Pese a ello, sus fotografías fueron cruciales en los juicios de Núremberg contra los jerarcas nazis.

Sartre aseguraba que nacíamos libres y responsables. Da Vinci, cuatro siglos antes, nos enseñó que entre lo claro y lo oscuro hay un sfumato. La vida, según me parece, se acerca más al sfumato que al claroscuro. Nacemos y vivimos parcialmente libres, por tanto, parcialmente responsables. Entre uno y otro extremo, entre la libertad absoluta y su ausencia total, hay un sinfín de transiciones. Sin embargo, y sin importar cuál sea el estado de nuestra libertad, hay algo categórico: jamás un hombre será más libre que cuando en su interior haya decidido serlo. Somos libres para elegir cómo asumir actitudinalmente nuestra existencia. En ello radica nuestra responsabilidad.


© Jerónimo Alayón

Fuente El Nacional. CITA CHICAGO:
Alayón, Jerónimo. «La libertad». El Nacional. 25 de octubre de 2024. https://tny.im/NegF

Comparte esto:

Arte e individuación, por Jerónimo Alayón

Jerónimo Alayón

Arte e individuación

El arte es individuante

José Antonio Ramos Sucre

De Beethoven se dice que era misógino y misántropo, que fue pronapoleónico primero y antinapoleónico más tarde, entre otras cosas, pero poco se habla de su ideación suicida. En 1802, Beethoven viajó a Heiligenstadt, cerca de Viena. Allí compuso su Sinfonía núm. 2 en re mayor, op. 36, tras cuyo ritmo alegre y dinámico subyacía una dramática tristeza. Allí también escribió su testamento de Heiligenstadt, publicado póstumamente en 1827 y dirigido a sus hermanos Karl y Johann.

En su testamento Beethoven advierte el motivo de su alejamiento social: el temor a que se descubriese su sordera. Luego de calificar su sentido de la audición de «una perfección tal que pocos en mi profesión han gozado», admite que su pérdida lo obliga a «vivir como un proscrito». La carta cobra visos de profunda depresión cuando reconoce que pensó repetidamente en suicidarse. ¿Qué se lo impidió? «Solo mi arte me ha detenido. Me parecía imposible dejar este mundo antes de haber creado todo aquello que soy capaz de crear. Por ello he decidido prolongar esta miserable existencia». El compositor alemán tenía ya por entonces clarísima conciencia del valor existencial del arte y de su genio.

La realización del arte supone una individuación de la que su autor no puede sustraerse, no solo porque aquella implique la tan manida soledad creativa, sino porque toda obra de arte es única. No habrá jamás manera de rehacer el Coloso de Rodas, por ejemplo, sin que quede bajo sospecha. El arte perdido… perdido está. Otras producciones del intelecto, sin embargo, son susceptibles de ser rescatadas desde un marco conjetural.

Sabemos que Fermat era aficionado a plantear acertijos matemáticos a sus contemporáneos, que él mismo resolvía, pero que no escribía en casi ningún lugar, salvo en los márgenes de los libros que leía. Justamente en uno de esos textos marginales dejó su famoso y enigmático último teorema junto a la advertencia de que su demostración no cabría en dicho espacio. Desde 1637 el teorema permaneció sin solución porque nunca se halló ni el procedimiento matemático de Fermat ni los indicios que permitieran su resolución. Tres siglos pasarían antes de que Andrew Wiles, en 1995, estableciera su demostración.

En 1632, pocos años antes de que Fermat planteara su teorema, un mural de diez frescos pintados por Benozzo Gozzoli bajo el título Vida de santa Rosa, en la iglesia epónima de Viterbo, Lacio, fue destruido en medio de una remodelación del templo. De aquella obra de arte quedó un boceto de Gozzoli de uno de los frescos y una copia de Francesco Sabatini de los otros nueve frescos. Las copias de Sabatini reposan en el Museo Cívico de Viterbo, y el esbozo de Gozzoli repartido entre Dresde y Londres.

Ahora bien, nada de eso es la obra original. Ni siquiera el boceto de Gozzoli. Mucho menos las copias de Sabatini. Ni uno solo de sus trazos pudo reproducir el pulso exacto que Gozzoli imprimió a cada pincelada de aquel mural. No hay manera de duplicar el momentum existencial en el que un artista realiza una obra de arte, el complejo entramado de logospathos y ethos que confluyen en un instante de la creación estética.

La exposición del Museo de Viterbo podrá darnos una idea de nueve de los diez frescos, pero quien decidió destruirlos en 1632 arrebató a las generaciones siguientes el derecho a experimentar algo que apenas la obra original podía provocar. No solo la creación artística es única, también lo es cada experiencia estética de ella. Todo eso fue tajado de raíz con el primer golpe de mandarria en la iglesia Santa Teresa de Viterbo en 1632. Es indiscutible que el teorema de Fermat tuvo más suerte…

La expresión beethoveniana es a un tiempo simple y compleja: «Solo mi arte me ha detenido». Cada artista tiene un arte que es suyo. Nadie más podrá crearlo por él. Es obvio, pero el artista es el punto de intersección entre la belleza y el mundo. Así pues, no hay dos intersecciones idénticas, ni siquiera en dos momentos creativos de la misma persona. La ontología de la creación estética supone que cada poiesis es única, del mismo modo que cada actuación del ser lo es. El arte perdido… perdido está, y con él todo un mundo de resonancias ontológicas en el testigo de la belleza.

Si Beethoven hubiese decidido poner fin a su vida antes de 1824, apenas tres años antes de su deceso, Schubert, Brahms y Mahler, entre otros grandes compositores, no se habrían sentido inspirados a alzarse a la cima de excelencia que es la Novena Sinfonía. Nunca se había escuchado en un escenario tal confluencia polifónica de voces e instrumentos. Los 150 músicos, todos de alto nivel, que hacen falta para ponerla en escena la convierten en una de las sinfonías más difíciles de ejecutar, sin embargo, no hay orquesta que sueñe con hacerlo, siquiera sea una versión reducida de ella. ¡Cuantos se han estremecido escuchando su cuarto movimiento!

Sin embargo, la Novena también nos advierte que la barbarie a menudo ultraja la belleza haciéndola suya. Quizás a ello se refería nuestro querido poeta Ramos Sucre cuando hablaba de la «ofendida belleza». No olvidemos que Goebbels citaba frecuentemente la Sinfonía Coral como metáfora musical del espíritu combativo del Führer, nada más alejado de la adaptación que Beethoven hizo de la Oda a la alegría, de Friedrich Schiller, para su movimiento final: «Los hombres se vuelven hermanos / allí donde reposan tus suaves alas (Alle Menschen werden Brüder, / Wo dein sanfter Flügel weilt). Pese a todo, el arte siempre triunfará sobre la barbarie.

© Jerónimo Alayón y El Nacionalhttps://bit.ly/3KcYCYv

Jerónimo Alayón, nacido en Caracas en 1966, es escritor, docente, autor de ocho poemarios y un libro de relatos. Su último poemario es El andén de Heráclito (2023). Pueden leer sus ensayos en https://jeronimo-alayon.com.ve

Ha publicado  numerosos ensayos y textos académicos. Columnista del diario El Nacional. Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela.

@jeronimoalayon Instagram

@carmencristinawolf editora de la web

 

Comparte esto:

JESÚS PEÑALVER: SELECCIÓN DE POEMAS

Jesús Peñalver
Jesús Peñalver

Nuestra gratitud al escritor venezolano Jesús Peñalver por enviarnos una selección de sus poemas, algunos de ellos inéditos.   Abogado de la Universidad Santa María (1988) y especialista en derecho administrativo (1992). Docente universitario. Activista por los Derechos Humanos.  Tallerista del Consejo Nacional de la Cultura (Conac) en materia de legislación cultural y descentralización del sector cultura. Columnista de opinión en reconocidos diarios. Agente de la Propiedad Intelectual. Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela y del Caracas Press Club. Embajador de buena voluntad de El Sistema de Orquestas.

Selección de poemas:

1

Tú que tienes el don de convertir el café en vino, tú que miras desde adentro las cosas infinitas y regalas las letras más hermosas…

Ahora que has hurgado temerosamente los secretos sonoros del corazón, me iré por la noche a ver las luciérnagas regar sus luces.

Llovizna de la tarde aquella

Lluéveme los besos que dijiste, dime dónde y cuándo podemos llevar a cabo la ceremonia sin formas ni rígidas agendas.

Volvería a mojarme por ti, correteando entre carpas y libreras mariposas, buscando una guarida en tu donde.

Recordaremos la tarde aquella en que, cómplice, la lluvia de tanto mojarnos nos secó el hastío.

El pretexto de un libro, la fiesta de una feria o el texto contenido en cúmulos de letras que nos dicen tanto.

Vuelve la tarde a enseñarnos sus dientes de lluvia, mientras pongo sobre ella, imaginándote, las manos y los ojos…

Y siento que me lleno de una inefable luz. Preludio de un encuentro.

Esta llovizna empapa tus mejillas, no llevo paraguas, no lo uses tú.

 2

Encuéntrate a ti misma.

Mientras tanto yo
escribiré en esa hoja con estrellas de mar
y luminosos peces que nos brinda el cielo.

Mis brazos serán tus remos, faro y luz también
seré para tu balsa.

Hasta el infinito ignoto volará tu cometa con mi pensamiento.

Siempre habrá un destino predecible, y lo desconocido
podrá suceder si lo caminas conmigo.

La pesebrera colmada de pienso para el invierno.

Es diciembre, también habrá alimento para nosotros.

3

Seré la puerta de tu casa,
¿sales o entras?

Al mientras de la vida salgo solo para
saberte más mía en el regreso.

Entro de retorno como dije, y busco en
tu boca la pulpa noble del durazno.

Y así de entradas y salidas voy viviendo,
dejando los caminos claros para el regreso
permanente y único.

Habré de ser lo que jamás he sido.

4

¿Por qué no lo romántico?

Si compré curitas para las mínimas heridas y dispuse de besos para cerrar tus labios.

Si haces más augusta y placentera esta sinfonía vespertina y en tu regazo duerme mi vuelo después de surcar tus cielos.

Si en tus mejillas, temblorosos los labios, ansioso colibrí buscando alcanzar la mariposa para amarse.

Si no hace falta mirar rostros del pasado ni desempolvar viejos recuerdos del baúl pesado de memoria.

No estés sola ni húmeda de tristezas, ni te duermas en la luz del día lejano, que no ha muerto ninguna compañía.

¿Por qué no lo romántico?

Si después de cenar gloriosamente, nos iremos a contar los lunares de la noche y medir a qué distancia está el recuerdo.

Si luego seremos lo que es un canto y sabremos si en verdad nos merecemos tantas noches como aquella no vivida.

¿Por qué no  lo romántico?

Si nunca más irás allá donde se esconden la soledad y el miedo,
y yo he comprado curitas para las mínimas heridas y dispongo de besos para cerrar tus labios.

5

Sentencia
Ni sombras del amor que no existió,
ni el amor que en ni sombras amó.

No estás en mi insilio
ni al exiliarme por ti
vendrás conmigo.

Seré quizá un canto,
no estaré para entonces
en tu escena.

Perdóname el beso en el exceso
y si la lengua luce enamorada.

Comparte esto:

El escritor José Pulido recibe Premio Internacional de Poesía en Italia

José Pulido. Venezuela, 1945).

José Pulido, Premio Internacional Poesía y Literatura VerbumlandiArt galardonado con la Medalla del Presidente de la República

¡Enhorabuena al apreciado y destacado escritor José Pulido!   El Comité Científico de la Asociación Cultural VerbumlandiArt-Aps, en el marco de la XI Edición Milán 2024 del Premio Internacional de Excelencia «Città del Galateo-Antonio De Ferrariis», ha galardonado con el Premio de Excelencia para la Poesía y la Literatura al poeta, escritor y periodista Josè Pulido.

La poeta Hebe Muñoz,quien reside actualmente en Italia, escribe:

José Pulido es venezolano, Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela, considerado en el ámbito del mundo literario hispanoamericano un poeta mayor, un verdadero maestro de la palabra. Y como todos los “cultores de la Palabra”, tiene en su haber, además de libros de poesía, también novelas, artículos, editoriales y entrevistas a los literatos de mayor renombre internacional. Originario de Venezuela y actualmente en Italia debido a la situación política venezolana, en su tierra fue también periodista y director de revistas y diarios  de Caracas, al igual que nuestros más prestigiosos diarios nacionales italianos.

Amante como Antonio De Ferrariis de la lengua española y de la poesía, humanista, cronista, Josè Pulido ha sido galardonado con el Premio de Excelencia por la Cultura y el Compromiso Social por su dedicación a promover internacionalmente la cultura como “arte de la palabra”, pilar fundamental para el progreso y el bienestar de la sociedad, a través de la poesía y la literatura.

La Ceremonia del Premio “Città del Galateo” galardonado con la Medalla del Presidente de la República, este año dedicado a la promoción de la paz y la legalidad, se celebrará el 25 de octubre en Milán en el Centro PIME. El prestigioso reconocimiento está dirigido a poetas, escritores, periodistas, ensayistas, estudiantes, autores extranjeros, grupos e instituciones que se han destacado en su compromiso con la construcción de una sociedad pacífica, inclusiva y respetuosa de la legalidad. El evento está organizado y coordinado por la escritora y poetisa Regina Resta, Presidenta de VerbumlandiArt y del Premio de Excelencia “Città del Galateo”.

Entre los premiados estarán, entre otros, Gilberto Pichetto Fratin – Ministro de Medio Ambiente y Seguridad Energética, Attilio Fontana – Presidente de la Región de Lombardía, Elena Lucchini – Consejera de Familia, Solidaridad Social, Discapacidad y Oportunidades Iguales, Vincenza Rando – Senadora, Presidenta del Comité de Cultura de la Legalidad y Vicepresidenta Nacional de LIBERA, Fabio Roia – Presidente del Tribunal de Milán, Bruno Megale – Jefe de Policía de Milán.

Al evento asistirán Autoridades nacionales e internacionales.

 

ENLACE DIGITAL: https://www.kosmikos.info/a-jose-pulido-premio-internazionale-poesia-e-letteratura-verbumlandiart/

#circuloescritoresvenezuela @circuloescritoresvenezuela

@carmencristinawolf en Instagram @literaturayvida en X

Editora de la web

 

Comparte esto:

Entrevista a Carmen Cristina Wolf

Por J. Bernavil

 

¿De dónde viene su pasión por la poesía?

Mi infancia transcurrió entre personas aficionadas a la lectura. Mi abuelo materno era maestro de gramática y siempre lo recuerdo leyendo. Mi madre amaba la lectura, leía a los clásicos y citaba poemas de memoria, de Andrés Eloy Blanco, García Lorca, Tagore, Rubén Darío, Becquer… De allí viene mi amor por los libros y por la poesía.  A los doce años me refugiaba en mi cuarto para leer libros. Algunos de ellos casi no los entendía, por ejemplo, “El retrato de Dorian Gray” de Oscar Wilde, “Siddhartha” de Hermann Hesse, Doña Bárbara de Rómulo Gallegos… Como mis hermanos eran varones, jugaba sola casi siempre, supongo que eso me llevó a inventar personajes con los cuales hablaba. La imaginación es una caja de maravillas.

¿Cuál ha sido su gran amor? Siempre recuerdo aquella frase de San Agustín, “La medida de amar es amar es amar sin medida”. No hablo de un solo amor, porque mis amores son la familia, los amigos, el país y la escritura. Nuestra sociedad atraviesa hoy por grandes fracturas de valores, una de las fallas radica en la falta de formación de los niños, no se les enseña la importancia del bien común y el arraigo a nuestro país. Mas volviendo a los grandes amores, amo la escritura como la manera de comunicarme en libertad.

 

¿Cómo construimos el país desde el arte?

El arte en sus distintas manifestaciones nos da a comprender la visión y anhelos de las personas y  promueve el diálogo entre las generaciones. ¡La vida sería tan pobre si no existiera el arte! Nuestro país, pese a la alta migración, presenta una gran riqueza en cuanto a la obra de escritores, artistas plásticos, artes escénicas y teatrales. Hay una efervescencia, los escritores y artistas están en permanente creación.

 

¿De dónde viene su inspiración poética? ¿Cree que para escribir debemos esperar que llegue la musa?

No creo en la inspiración para escribir. Tú puedes sentirte conmovido por un acontecimiento, una experiencia, un paisaje, una mirada, un poema que escuchaste o leíste. Si no te decides a escribir, no lograrás nada. La escritura requiere aprendizaje, voluntad y constancia. Considero interesante que los buenos escritores impartan talleres de literatura y de escritura creativa. Asistí a  talleres de poesía mística de Armando Rojas Guardia, y a un taller de mitos y poesía de Ida Gramcko, les agradezco profundamente. Cuando leo no solo por el placer de leer, sino también con una visión crítica, me vienen a la mente poemas e historias.

Siempre digo que escribir puede ser una manera de confesarse ante uno mismo, de reconocerse. Para algunos es una especie de catarsis. En un cuento creé un personaje a quien le peguntan qué busca con el acto de escribir, él responde: «Escribo porque no sé hacer otra cosa»

Con el tiempo escribir de un divertimento pasa a transformarse en un deseo de trascender más allá de lo efímero. Se intenta fundar un reino perdurable. Puede ser el espejo que refleja alguna de las innumerables facetas del ser íntimo y de aquello que nos rodea.

¡Cuente cómo se creó el Círculo de Escritores de Venezuela!

El Círculo de Escritores de Venezuela se funda en 1989, fruto de la iniciativa de un grupo de destacados escritores venezolanos. Creada como una asociación sin fines de lucro, se planteó promover y difundir la literatura venezolana, apoyando la edición de libros y la organización de lecturas, seminarios y recitales.

Actualmente contamos con un presidente que apoya las iniciativas del Círculo, se trata de Edgar Vidaurre Miranda, poeta ensayista, músico y editor. Y con una directiva que nos enorgullece: Magaly Salazar Sanabria, Lidia Salas, Yoyiana Ahumada, Farah Cisneros, Ildemaro Torres y mi persona. Recientemente el Consejo Consultivo cuenta con Gisela Cappellin, nueva presidenta.

Se han establecido alianzas con institutos universitarios, medios de comunicación y organizaciones dedicadas a fomentar al arte y la cultura. Su revista web es muy consultada, y nos mantenemos actualizados a través de las redes sociales. Continuamente recibimos solicitudes de autores que desean ingresar. Es una comunidad que nos permite saber lo que los escritores publican, las traducciones de libros y las críticas que se generan.

Es gratificante leer a los jóvenes y saber sus opiniones sobre diversos temas de actualidad.

 

¿Cómo fueron los tiempos de oro del Círculo de Escritores de Venezuela? En aquellos años de prosperidad económica, en sus inicios…

Puedo decir que se publicaron más de doscientos libros y con mucha frecuencia se celebraban eventos, bautizos de libros, homenajes, charlas sobre distintos temas. Durante años contamos con  librerías, teatros y galerías de arte de instituciones para realizar los eventos. Publicar libros resultaba más asequible y teníamos los medios para editarlos.

Hoy en día agradecemos profundamente a la Librería Kalathos de Caracas, a La Poeteca y a la Sala Cabrujas de la Fundacíon Cultural Chacao por su generosa disposición de cedernos sus espacios.

 

 

¿Qué le preocupa en la actualidad?

Me preocupa mucho la educación de los niños y adolescentes en Venezuela. Una educación deficiente forma seres humanos con carencias profundas. Bien sé que el aprendizaje sobre ser un buen ciudadano y una persona que respete los derechos humanos se imparte en el hogar. Pero es esencial la educación que reciben nuestros muchachos de maestros calificados para su desarrollo personal en la sociedad. Los problemas que confronta desde hace varios años nuestro país, no solo provienen de las circunstancias políticas. Los pueblos que se dejan manipular son fruto de una educación deficiente en el hogar y en las escuelas.

 

Según usted, ¿cuál ha sido el mejor poema  de su autoría? El que usted diría que la marcó para siempre.

No quisiera tener que elegir, los poetas nos enamoramos de nuestros versos, incluso un amigo escritor me decía que cuando me gustara mucho un poema mío, se lo diera a leer a alguien de buen criterio y de mi confianza, él podría darme una opinión imparcial. Y recomiendo a los poetas jóvenes que no publiquen sin haber guardado el manuscrito un tiempo. Me ha pasado a mí, que dos de mis libros los he revisado y he cambiado algunos versos.

Elijo un poema porque tú me lo pides, pero si eligiera los que me gustan no terminaría nunca. De mi libro “Atavíos”, publicado por la editorial El Pez Soluble:

ATAVÍO DE LA PALABRA

Algunos días llevo el golpe de la calle

ya no escribo como antes

los verbos peso, mido y aquilato

en el mundo la libertad está asediada.

Bajo mis pies la espuma dibuja frías panteras

se enrosca en mis tobillos como una serpiente de plata

 Cuánto duele la piel de la palabra

                  desnuda ante la piedra    

                  antiguos cantos  surgen en el fondo de mis sienes.

 

 

¿Y cuántos libros tiene publicados hasta la fecha?

Son diez. Serían tres o cuatro más que conservo inéditos.  Fragmentos de isla (Ed. Poiesis 1983), Atavíos (Ed. El Pez  Soluble 1993), Canto al Hombre (Ed. Cármina 1996), Canto al Amor Divino (Ed. Cármina 1997), Prisión abierta ( Ed. Al tanto 2002), Escribe un poema para mí (Ed. Círculo Escritores Venezuela 2001), Retorno a la Vida (2005), La llama incesante (E. Diosa Blanca 2014), Vida y Escritura, ensayos (2015), Donde no cuenta el tiempo (Ed. J. Bernavil 2023).

Selección de mis poemas han sido publicados en: Metapoéticas, Antología de poetas hispanoamericanas, selección de Margara Rusotto, Editorial Pre-Textos.  ELLAS, compilación de Amanda Reverón, Editorial Dos islas. Edición en cinco idiomas. Antología de poetas del Círculo de Escritores de Venezuela. Caracas 2005; Travesías del alma. Editora: Verónica Amat. Trilce Ediciones, Salamanca 2015. Huésped del amanecer,  Ediciones Universidad Nacional Abierta, Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez y Museo Abierto para el Mundo, 2015. Arca de los afectos, Antología de varios autores, de Alfredo Pérez Alencart. Editorial Verbum, Salamanca 2013.  V Antología de la Asociación de Escritores de Mérida, Octavo Encuentro Internacional de Escritoras. Mérida 2008. Voices take flight in the reflection of the fallen stones. Antología varios autores, textos ingles/español. Compilación de María Gabriela Madrid. Charleston 2015. A voz limpia. Antología de varios autores, textos en inglés/español. Melbourne 2017. Pasajeras, Editorial Lector Cómplice 2020. Hacedoras 2021 (Editorial Lector Cómplice). Homenaje al Dr. José Gregorio Hernández, antología de poemas 2021. Antología El dulce ron que nos embriaga, 60 poetas de Venezuela y de Canarias publicada en Canarias,  2022.

 

¿Qué es el éxito para Carmen Cristina Wolf?

No pienso para nada en el éxito. Rafael Arráiz ha escrito recientemente que hoy en día la poesía es el género literario menos leído y coincido con su apreciación. En el siglo XIX era el género favorito de los lectores y los poetas conseguían mecenas que publicaban sus libros.

 

¿Qué espera que le sorprenda en los próximos años?

Un país donde las mujeres y los niños vivan sin carencias y con dignidad, con libertad de expresión y con derechos políticos plenos.  Es a lo más que puedo aspirar porque sobre las guerras actuales no podemos hacer nada.

También publicar mi libro de cuentos y nuevos poemas.

 

¿Cómo se siente el duelo migratorio desde el corazón de una madre?

Es un dolor que sufren la mayoría de las madres venezolanas, una nostalgia permanente. No es lo mismo que los hijos quieran vivir en otro país porque les guste, y que los padres puedan viajar a visitarlos. La mayoría de los jóvenes se van soñando con una vida mejor. El esfuerzo económico que debemos hacer para viajar es enorme y tenemos que conformarnos por hablar a través de las pantallas del celular.

 

¿Qué es lo más valioso en la vida para usted? Después de madurar y entender la existencia desde una perspectiva amplia a través de sus vivencias.

Lo más valioso para mí es la familia, mi país y los amigos. Mi misión actual es enseñar a los jóvenes lo que sé sobre la poesía venezolana e hispanoamericana y continuar como editora de la revista del Círculo de Escritores de Venezuela, que es una ventana para publicar a narradores, ensayistas y poetas.  Para eso son magníficas las redes sociales.

¿Y el amor dónde cree que está?

Dondequiera que miro siento amor, no sé lo que es el resentimiento ni la lamentación que solo conduce a la desdicha.  Yo vivo enamorada de la música, el arte, el encanto que encuentro en mi gente venezolana. Y también de muchos extranjeros que han sido acogidos con cordialidad.  Agradezco la espiritualidad que me han brindado las enseñanzas del cristianismo,  creo en la trascendencia del alma y esa certeza tiene que ver con mis experiencias personales.

Me aparto de las ideologías que tanto dividen y son fuente de discordia.   El arte es una manera maravillosa de transmitir amor. Sin el arte la existencia será de una pobreza extrema.

Estoy convencida de que ser feliz es una decisión que se renueva día a día. Las dificultades y la certeza de la finitud son una realidad que hay que afrontar con templanza. Parte de la felicidad reside en escribir.   Escribir para mí es una necesidad, un ritual,  una ceremonia y también en un juego a veces inocente y en ocasiones  trascendente. Cuando escribo abro una partida de cartas conmigo misma y con el lector, y la partida es infinita

 

Le diré una sola palabra y usted entonces me responderá: Venezuela

Mi país es una vocación de servicio y una pasión. Solo eso puedo decirte.

Entrevista de Joiner Villegas, director de la Editorial J. Bernavil

#EditorialBernavil

#carmencristinawolf

Comparte esto:

Proyecto literario y artístico: “No alcanzan las palabras», 6 de octubre

Asociación Israelita de Venezuela                                                     Unión Israelita de Caracas
Museo Sefardí de Caracas Morris E. Curiel
Centro de Estudios Sefardíes de Caracas
Sefaradíes por Venezuela
Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela
Casa de Cultura Hashomer Hatzair de Venezuela
Nuevo Mundo Israelita
Revista Milta
Invitan a la presentación virtual de

No alcanzan las palabras

Proyecto literario y artístico para conmemorar el 7 de octubre de 2023. Una obra de Raquel Markus – Finckler

Prólogo de Stephen Sadow
Contexto Histórico de Beatriz W. de Rittigstein
Epílogo de Néstor Luis Garrido
Prólogo de Stephen Sadow
Contexto Histórico de Beatriz W. de Rittigstein
Epílogo de Néstor Luis Garrido
Con la participación de:
Raquel Markus – Finckler – Autora
Alberto Moryusef – En representación de la kehilá sefardí
Samuel Ghelman – En representación de la kehilá ashkenazí
Susy Iglicki – En representación de los artistas plásticos de No alcanzan las palabras
Beatriz W. de Rittigstein – Autora del Contexto Histórico de No alcanzan las palabras
Rabino Isaac Cohen – Rabino Principal de la Asociación Israelita de Venezuela
Rabino Eitan Waisman – Rabino Principal de la Unión Israelita de Caracas
Edgar Benaim Carciente – en representación del Equipo Editorial de No alcanzan las palabras.
Conducido por Néstor Luis Garrido – Director Editorial de No alcanzan las palabras

Domingo 6 de octubre. Hora: 7:30 pm

Vía Zoom

No alcanzan las palabras contiene obras de los siguientes artistas plásticos (en orden de publicación):
Ricardo Benaim, Edith Shlesinger, Samantha Finckler, Irene Pressner, Monique Mendelovici, Susy Iglicki, Cecilia Hecht, Orlando Campos, Susan Hirschhaut, Lisette Waich, Luis Franco Gutiérrez, Lihie Talmor, Geula Zylberman, Vanessa Baumgartner, Dahlia Dreszer, Vanessa Katz, Leah Reategui Rotker, Pájaro, Maruja Herrera Benzecri, Paola Levy, Raquel Soffer, Simón Weitzman, Lucy Keme, Silvia Cohen, Karla Kantorovich
“Este libro es mi proclama: soy un alma rota, herida e indignada…
aunque, a veces, no me alcanzan las palabras”. Raquel Markus – Finckler
Para recibir el link para participar en el Zoom, favor enviar DM.

 

 

 

 

 

 

 

Y ¿ómo lo hago? Por medio de un proyecto literario y artístico llamado “No alcanzan las palabras” en el que me  acompaña un importante grupo de artistas, escritores, pensadores, creadores, e instituciones que decidieron unir sus voces a esta proclama colectiva que realizamos todos los que participamos por convicción, conciencia, indignación… y otro montón de emociones y sentimientos que se traducen de distintas formas que complementan las palabras que en este caso no alcanzan, no son suficientes… por ello las imágenes, por ello la reflexión, por ello las voces…

Así que este mensaje, además de tener la intención de saludarlos y felicitarlos en ocasión del nuevo año judío 5784 (en el que celebramos la creación del mundo), lleva por finalidad invitarlos al acto virtual de presentación de este proyecto literario y artístico que tendrá lugar el domingo 6 de octubre, a las 7:30 pm, vía Zoom (invitación y link adjuntos).

Supongo que este no es el clásico mensaje que se acostumbra a enviar por estas fechas, pero si algo he aprendido en el transcurso de este año, es que cuando no puedes cambiar las circunstancias que te rodean, te corresponde cambiarte a ti misma… (y en eso estoy).

Lo único que me queda por agregar a este mensaje está expresado en los dos video poemas que les comparto. Los invito a escucharlos , verlos y sentirlos con el corazón en la mano, y un alma empática y comprensiva hacía los míos.

 

Rezo para que el año 5784 nos permita seguir siendo orgullosos miembros del pueblo judío sin necesidad de temer constantemente por nuestra seguridad personal, por nuestra integridad moral, por nuestros corazones rotos y por nuestras almas heridas…

 

No sé si lo lograremos, pero al final, aquí estamos para cumplir con el mandato de Tikun Olam, en nombre de HaShem.

 

Shaná Tova Tikatevu 5784!

 

Raquel Markus – Finckler (junto a Michel, Samantha y Joel)

 

Comparte esto:

Entrevista a Marisol Marrero Higuera

Marisol Marrero Higuera: “La poesía siempre ha sido privilegio de grupos muy pequeños”

Entrevistada por el editor y escritor Joiner Villasmil

Marisol Marrero Higuera

Autora venezolana, Marisol Marrero Higuera, nació en las Islas Canarias, pero creció y estudió en Venezuela. Es socióloga, estudió Psicología Social en la Universidad Central de Venezuela, y ejerce la docencia a nivel universitario. Marrero se inició en la literatura ya a finales de los años 70 y a lo largo de su carrera ha publicado tanto novela como poesía. Es conocida por sus novelas con un fuerte componente histórico.

Marrero ha pertenecido a la junta directiva del Círculo de Escritores de Venezuela y es miembro activo del Pen Club de Venezuela. Ha publicado más de diez libros dedicados a la poesía y también dos ensayos, aunque es con novelas como Niebla de pasiones donde ha logrado dar el salto a ser conocida para el gran público.

Hablamos con la novelista y poeta venezolana Marisol Marrero Higuera. Pero esta vez, no quisimos conversar mucho sobre narrativa. Nos fuimos a su poesía, una telaraña escondida que yace sumergida en su interior de una forma íntima y muy humana.

Y es aquí cuando buscamos desentrañar el corazón de la autora para adentrarnos a lo que oculta y atesora. Es por eso que la conversación se extendió y pudimos conocer aspectos interesantes de sus pareceres, inspirada por el rosal, por su familia, por el colibrí que logró fotografiar.

¿Cómo ha influido tu origen en Venezuela en la imaginería y temática de tu poesa? 

En mi poesía he ido a buscarme en las raíces canarias, mi pasado se hunde muy dentro de mí, más ahora que he recibido un libro de un genealogista de la isla, Elías Torres, donde da cuenta de la familia desde antes de Cristóbal Colon, esto ha dado pie a una novela “Tributo en sangre” que han publicado en la isla, investigando esas raíces que ahondan en todos mis libros, sean de poesía, ensayo, o novelas. A pesar de vivir toda mi vida en Venezuela, nunca he abandonado la ínsula, soy poeta de aguas que se hunden en el tenebroso Atlántico, pero también soy caribeña.

La física cuántica da origen a una nueva metáfora que produce una novedosa imaginería, en mi escritura me aproximo a ella, el tiempo está aquí, delante de nosotros, como decía San Agustín:” No existe sino presente de pasado, presente de presente, y presente de futuro” por eso mi mente se pasea por todos ellos sin límite alguno. La escritura a veces se impone con sus reglas y tengo que rectificar, pero eso es solo para los lectores, yo sigo saltando en el tiempo.

Esta nueva imaginería demuestra la inexistencia de la materia, esta es solo acumulación de energía (Lograda mediante la partícula de Hig, vulgarmente llamada, partícula de Dios) la cuántica es la poesía del universo

El amor, ligado al erotismo nunca falta en mis escritos, la energía de la libido es lo que mueve al mundo, la vida sin ese sentimiento no es tal, si no se tiene hay que inventarlo, total el cerebro no distingue entre realidad y ficción.

En tu libro “Segmentos de memoria” abordas temas como el olvido y la identidad. ¿Cómo se relacionan estos conceptos en tu proceso creativo? 

A decir de Ludovico Silva, para mí “el acto poético consiste en hundirse en la propia contemplación.”

Y lo que veo en ella es el olvido, de todo lo que fuimos como familia y como individuos, allí se encuentra la génesis de mi escritura, más la memoria ancestral no se pierde del todo, está allí como un legado pese al olvido, por las circunstancias históricas. Los canarios, especialmente las hijas de los reyes guanches, se casaban con los conquistadores, porque a ellos les convenía tal matrimonio, pues mediante el tenían acceso legal a las tierras que le correspondían a los mandatarios o Menceyes, como decir reyes primitivos, envueltos en pieles como los de la Biblia.

Ah, pero luego venía el olvido, los conquistadores borraban el origen guanche de sus tierras, esto les quitaba prestigio. Incluso los hijos, si no demostraban su pureza de sangre española, no podían entrar en los colegios mayores, así que las madres guanches, por el bien de sus hijos, ocultaban el parentesco con esos reyes autóctonos.  De esa manera se pierde la identidad por siglos. Solo puede recuperarse hasta ahora, con el libro de Elías Torres, quien probó que los guanches aún existen, gracias a los documentos notariales de las tierras de las familias de los gobernantes que habían pasado por matrimonio a los españoles… lo que antes fue un estigma hoy es un honor…

¡Somos guanches!

Joiner con tus preguntas me obligas a volver a mi poesía, ahora sé del origen de mi olvido, sus causas, y no son nada agradables, porque tienen que ver con la identidad perdida, con el quien soy, gracias por ello.

Según la psicología profunda, el fantasma es también una aparición del “yo”,  un “yo” desconocido que surge del inconsciente. Dicen que en los primeros libros del autor se encuentran todos los fantasmas que poblarán las futuras obras, de ahí la importancia de “Segmentos de memoria” en el que se habla de un “vacío” en el primer poema, ese vacío, que luego me doy cuenta, lo produce el olvido de lo que fuimos “Ya no soy más la que era” porque se borraron los recuerdos:

Quedan

arcaturas disimuladas

esqueleto

sostén de la materia

agnósica

La nueva física comprueba que, entre partículas separadas aparentemente en el tiempo, y en el espacio, existen efectos de correlación no locales (acción a distancia). De allí la importancia del primer libro, de la acción fantasmal con los personajes que pueblan la escritura. Muchas noches me despertaban, llamándome por mi nombre, con voz enérgica y fuerte para darme las directrices a seguir en lo que estaba escribiendo, esto generalmente pasaba a las tres de la mañana.

¿Qué si me asustaba? Pues sí, pero no mucho, pues me levantaba de inmediato para acceder a la computadora que estaba en mi escritorio, hasta que un día, apareció un mensaje en la pantalla que decía “Te estamos acechando”, les pregunté a mis hijos si esto es posible, y me dijeron rotundamente que NO, que son inventos de la imaginación de una escritora. Por esos predios anda mi poesía y mi prosa.

 ¿Cómo ves la evolución de la poesía latinoamericana, y donde consideras que se ubica tu obra en este contexto? 

No tengo ni idea al respecto. Me gusta lo que se está escribiendo a nivel latinoamericano, especialmente poetas de otra generación, es una buena poesía a la cual admiro, especialmente a la venezolana de los nuevos tiempos que pienso, sin sonrojarme, es la mejor del mundo, poetas como Eugenio Montejo, Magaly Salazar, Ana María Hurtado, Efraín Hurtado, Lidia Salas, Carmen Cristina Wolf, Alexis Fernández, Alberto Hernández, Yoyiana Ahumada, y tantos otros que tocan mi corazón. Yo no leo por la fama de algunos autores, sino por su cercanía de almas.

Entre tantos poetas yo ubicaría la mía como una poesía del deslumbramiento ante las cosas aparentemente cotidianas, como hacen los niños: admiración ante el sol que nace todos los días alumbrando mi escritorio con sus rayos, la neblina que se introduce por la ventana, el olor de la tierra mojada, el fuego que chisporrotea en la chimenea, el tatuaje de las nubes en el cielo… todo es mágico si lo vemos con los ojos del poeta. Incluso iría más lejos, diría si lo vemos con ojos del amor.

A decir de Caupolicán Ovalles, mi poesía se ubicaría en “la filiación del fantasma íntimo, o de las almas vivientes que surgen de las orillas de un mar interior.”  “Hay una movilidad de pieles y estados de transferencia de la materia irreal.”

Tus textos a menudo exploran la interacción entre lo personal y lo colectivo. ¿Cómo manejas este equilibrio en tu poesía? 

Para mí no hay diferencias, lo particular es parte de lo general, es una fracción de ello. El todo se compone de las partes: hasta usamos las mismas palabras, la diferencia está en las distintas combinaciones, la llama que surge de una metáfora inesperada que nos deslumbra. Lo que hoy estoy cocinando, se está haciendo en todas partes del mundo, por muy lejanas que fueran.

Lo que escribo lo está haciendo otro escritor en cualquier parte, incluso los temas, pues son arquetipos. Alguien se encuentra enamorado intensamente pensando en el otro, es arquetípico, Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, María y su gran amor, en fin, la psicoanalista Julia Kristeva plantea que en el amor “yo” ha sido “otro” el individuo acepta perderse en el otro” pienso que aquí se encuentra el origen de la gran poesía. Un ejemplo lo tenemos en El cantar de los cantares, lo más hermoso de la Biblia-

¿Qué papel juegan la tradición oral y el folclore venezolano en la construcción de tu voz poética? 

Ha influido y mucho, pues yo era una niña emigrante que aterrizó directamente en el llano venezolano. El deslumbramiento ante la inmensidad de la sabana fue grande, los caimanes en los ríos, eran enormes dinosaurios, el quedarse atrapada en una isla al crecer el río fue traumática, además, siempre recuerdo una canción que me cantaban en la escuela, mientras un chico cortaba con una hojilla un mechón de mi extraño pelo rubio, que se deslizaba hacia su pupitre en el lado de atrás:

Musiua

pata pelua

barriga verde

y nariz puyua

en libros como “Carimba” que es la marca que le ponían sobre la piel a los esclavos, se encuentra un ejemplo de esa influencia, pues siempre he sido investigadora y, rebuscando en papeles encontré, que en el país había esclavos blancos, canarios que traían para trabajar en la tierra y que al no poder pagar sus deudas eran esclavizados, así averigüe en los periódicos de la época órdenes de captura contra ellos, daré un ejemplo:

Canarios prófugos 

De los establecimientos de Azpúrua y compañía, se han fugado en distintas oportunidades los canarios siguientes: Francisco Perozo, delgado trigueño, poca barba. Pedro Morales, estatura regular, trigueño, ojos verdes. Carmen Delgado, de más de cuarenta años, alta, blanca, ojos azules, pies muy grandes. Además de los gastos de captura daremos una buena gratificación a quien entregue a alguno o algunos de los prófugos expresados.

Valencia. 1 de enero de 1847.

Y luego, por esos fenómenos de sincronicidad que tan bien explica Karl Jung, encontré que un pariente de mi abuela Aurelia del Castillo y Barrios, había peleado en la guerra antiesclavista.

En 1846, el 19 de septiembre se sublevan los peones de la fundación dirigidos por “el isleño” Juan Nepomuceno del Castillo, de oficio gañan, labrador, y revoltoso consuetudinario. A el dedico parte del poemario.

Marisol Marrero Higuera

¿Qué importancia ha tenido tu participación en talleres y colectivos de poesía en tu formación como escritora?  

Formalmente no he asistido a talleres de los que se ofrecen en estos últimos tiempos, pero sí asisto a grupos de lectura como los formados por Nora Bustamante durante muchos años. Ella invitó a casi todos los escritores venezolanos, con el objeto de conocerlos y leer sus libros. Eran tertulias muy animadas aderezadas con unos buenos tragos.

Tenemos muchas tertulias de escritores, pero son menos formales, una especie de tragos aderezados con buena lectura, críticas y correcciones, todo en su debido tiempo y lugar. La recordada poeta Elena Vera era muy dada a ese tipo de tertulias, aprendimos mucho de ella, especialmente en la corrección de textos. El recordado grupo Quaterni deni, del que nos quedó una antología, es prueba de ello. los integrantes fueron entre otros:  Elena Vera, Lidia Salas, Carlos Brito, Dina Piera Di Donato, quien luego fuera premio Sor Juana Inés de la Cruz, Magaly Salazar, laureada poeta, Gustavo García Márquez, gran escritor como su hermano, y Marisol Marrero, quien aprendió mucho en esta tertulia. Hay otros más que se pierden en el recuerdo o en la muerte temprana, pues cito de memora.

Actualmente frecuento la tertulia de Heberto Camero, y la de Krina Ber, que siguen el mismo concepto de las anteriores nombradas.

Lejos el recuerdo de las tertulias de Sabana Grande, recorriendo los bares, conversando de literatura, y leyendo poesía con el ardor que proporcionaba el vino. La bohemia, con una cierta seguridad en las calles.

También teníamos los talleres de la Casa Bello y los de Fundarte, además de los del Rómulo Gallegos, todos gratuitos. Concluyo estos planteamientos con las palabras de Nietzsche “El arte impide que muramos de realidad” en eso estamos, y pienso que lo logramos a través de la escritura, y el compartirla en las tertulias.

 En un entorno donde la poesía a menudo se encuentra al margen de lo mainstream, ¿qué crees que deba ser el rol del poeta en la sociedad actual? 

La poesía siempre ha sido privilegio de grupos muy pequeños. Incluso hoy en día, en los récord  de ventas de las grandes editoriales es muy poco apreciada, precisamente porque su mercadeo es restringido.

Esto lleva a preguntarme con los psiquiatras y psicoanalistas actuales, como Karl Jung, que plantea “Los poetas saben más sobre el alma humana que los mismos psiquiatras” entonces, por qué no es más popular la poesía. Esto se lo preguntaría a la psiquiatra y poeta Ana María Hurtado, que se ha dedicado a la poesía, me imagino para llegar más profundamente al alma humana, coreando a Jung.

La dualidad entre la naturaleza y el entorno urbano parece ser un tema recurrente en tu poesía. ¿Cómo dialogan estos espacios en tu trabajo literario? 

Cuando conoces los nuevos postulados de la física cuántica, te sientes inevitablemente ligado a una fuerza universal, donde todo es energía, y no existen separaciones entre las cosas. En los planteamientos de las sabidurías milenarias, no existe espacio vacío, incluso entre planetas con distancias astronómicas en años-luz que los separan comienza uno a tener un considerable grado de comprensión sobre lo que lo rodea, y a darse cuenta que en mi caso, esté donde esté, me encuentro rodeada de naturaleza en mi mente. Generalmente no escribo sobre los espacios urbanos, pues no me gustan, pero sé que son inevitables, y me adapto a ellos.

¿Qué poetas o escritores han sido fundamentales en tu desarrollo como creadora, y como han influido en tu estilo? 

Freud afirma: “No existen otros que nos influyan, sino nuestras propias ideas sobre esos otros, son las que nos influyen.”

Nos conmueven algunos escritores, poetas, o ensayistas, porque entran en sintonía con nuestra alma, con lo que somos, entonces nos hacemos uno con sus imágenes, porque también son las nuestras. El lector influye también en lo que lee, esta es una de las leyes de la física cuántica, “El observador influye en lo observado y lo transforma” entonces, ¿quién influye en quién? Como podría explicarse este proceso, donde yo estoy transformando lo que leo haciéndolo a mi imagen y semejanza.

En varias entrevistas, mencionaste la importancia del silencio en la creación poética ¿podrías profundizar en cómo el silencio influye en tu proceso creativo? 

Lo necesito en cierta medida, no soporto a gente ruidosa a mi alrededor cuando estoy sumergida en ese “Mundo otro” que según la etnia Wayúu es necesario para poder crear.

En tu opinión, ¿Cómo podemos fomentar el interés por la poesía entre las nuevas generaciones en Venezuela y América latina? 

Respecto a este aspecto, como ya estoy un poco lejos de las nuevas generaciones, consulto a mi nieto Atilio sobre ello y me contesta lo siguiente:

“A veces me gusta leer poesía, pero muy de vez en cuando, creo que, para invitar a otros a leerla, yo le mostraría poemas cortos y fáciles de entender, algo que sea moderno o que toque temas que nos interesen, como las emociones que sentimos o cosas que vivimos.”

Ahora bien, por la mensajería me encuentro con un video que me envía una amiga en donde pude observar que las nuevas bibliotecas en el Salvador, son centros de distracción para la juventud, unificando sus diferentes gustos unidos a los libros de su interés. Pueden jugar ajedrez, hacer rompecabezas, tomarse un jugo o una hamburguesa. Además, música con audífonos mientras lee, me imagino es una música especial para leer.

Está abierta las 24 horas del día, y es completamente gratuita. Para acceder a los videojuegos, tienen que leer por lo menos treinta minutos que le son contabilizados, además tienen que contestar un cuestionario de preguntas que le hacen sobre la lectura. Así que todos los que vemos jugando han pasado por un proceso de lectura muy bien escogida y apropiada a los intereses del joven.

Si tuvieras que representar tu obra poética en una sola imagen o metáfora, ¿Cuál sería y por qué? 

Esta sería la migración constante.

Caupolicán Ovalles, en su prólogo al poemario Gánicos, de la autora, plantea que: “Marisol Marrero   no abandona jamás la migración constante, y el acodo terrenal a como dé lugar. El ojo del mar, y su fondo andan en la piel y en el rostro interior de esta escritora venezolana; de origen inmediato canario en escala ascendente y descendente, lo confirma el nudo familiar que sella con su presencia ambas tierras.

Desde la época de Cristóbal colón, en su primer viaje, sustrajo a guanches, denominados “cautivos de buena guerra,” es decir valientes guerreros, para que lo acompañaran en su travesía, incluso se dice el primer pueblo fundado en Tierra Firme, fue Chichiriviche, Estado Falcón, por un grupo de estos guanches que fueron dejados en ese lugar, cosa que pruebo en mi novela Alonso e Isabel, al demostrar que el barco de Alonso de Ojeda que atracó en esas costas, partió con un número menor de tripulantes-

Me baso para esta afirmación en la tesis de grado del antropólogo Adrián Hernández Baño, quien me llevo al lugar amablemente. De esta manera termino tu entrevista, dándote las gracias por remover la poesía, junto con los recuerdos.

 Redacción y entrevista al cuidado de Joiner Villasmil

Comparte esto: