G. GALO, SELECCIÓN DE POEMAS

Galo (Caracas, 1995) es poeta y cineasta. En 2015 aparece su primer libro de relatos: Ucronías,  ficciones filosóficas (Ed. Eclepsidra). Se han estrenado las óperas de cámara con libreto de su autoría Melpómene (2017) y Disparatismo o cómo acabar con el arte (2019) ambas del compositor Felipe Hoyos González—, así como el musical Raíces Rojas (2019) del compositor y letrista Camilo D. Salas. Sus libretos de ópera mencionados, así como el de una tercera, La superstición de la paloma, han sido reunidos en el volumen Teatro para ser cantado, publicado en Madrid en 2022 (Kalathos Ed). En 2020, con su poema Eros II, resultó merecedor del segundo premio del 5to Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas, y así figura en la antología publicada por la Fundación La Poeteca de Caracas. También ha aparecido en diversas antologías de poesía en revistas y folletos literarios.

Realizador de Cine por la Escuela Nacional de Cine de Colombia —casa de estudios de la que es actualmente docente—, se ha diplomado en Escritura de Guion Largometraje por la Universidad Católica Andrés Bello y en Escritura Creativa por la Pontificia Universidad Javeriana. Desde 2016 es dramaturgo para el colectivo escénico La Nueva Escena; y desde 2018, Director de Proyectos en la casa editorial Proteo. Actualmente continúa su formación en Filosofía en la UNED de España.

 

Eros II

ciego onírico hacía muchos años

en la noche del beso volví a sostener un sueño

se me probaba como jinete

sobre un potro del que no tengo ya recuerdo

ante un coliseo americano y excesivo

 

ahí las venias de mi infancia ante ojos jurados

 

tan pronto saludé

el caballo fue al galope inadvirtiendo

dos portones de vidrio sin sentido en pleno arco de salida

 

atravesamos con alegría la gasa de laceraciones

y a pesar de la profunda sangre

en su cuerpo                              en el mío

galopamos en el yermo campo de otoño

 

libres

 

él no se detenía                          yo tampoco

y nos espoleábamos

 

lejos

 

en cada bache de la tierra

mi caballo cojeaba

y yo le sometía al fuste

 

de quién teníamos noticia adónde

 

cuando al fin mermó su paso

quise revisarle y vi su pata henchida

de vísceras húmedas y prietas

 

lacrimoso el hueso

le sobé el lomo

palmadas firmes para que sienta

sin saber si así se pide piedad

 

enfilé de vuelta al coliseo

donde supe que se le sacrificaría

ofrenda del disfrute de los hombres

 

 

mi sangre ya no podía importar a nadie

(a Lucas)

Este poema mereció el segundo premio del V Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. Ha sido publicado en la antología homónima del concurso, al cuidado de la Fundación La Poeteca.

           ***

enamorarse

sea tan solo de fantasmas

 

especulares      firmes

en el largo pasillo donde la vista es

lo único

 

y el ojo una idea

templada

lejos de vidriarse

 

espacio ancho y sutil entre intocados

un sereno es y un vendrá sin confundir

la bestial osamenta

 

no ser la concha vacía

retumbando como un mar sin poseerlo

***

Confesiones o arte poético es decir lo mismo es decir arte pudendo

 

la línea, si ya no circunferencia

que contiene, infinita, toda esencia

—Primero sueño

 

abrazo con la lánguida forma de la palabra

macilenta

 

pidiendo está del cuenco la oquedad

donde derramarse

forma de lo que no tiene

las orillas enfrentadas manchando el mismo río

o el capricho de los fiordos

 

con larga antena bronceada

descampado corro y casi aúllo

 

las tormentas de la sangre son mi poltrona

la espesura donde intento

galvanizarme

 

entre mutismos me marcaron con una loriga de bulla

atada y bien atada cada infancia

el peso protector donde exijo

una familia por llegar

 

pasante

 

en todo aire eléctrica

tormenta de la sangre he dicho

o alma

 

la imagen poética

es una palabra desmenuzada

cuyas letras estiradas son la maternidad

de las patas que hacen correr al ciervo

 

allá afuera hay calendario

después del vidrio

plantas

 

también las caminantes bautizadas como mascotas

 

la fe llamada poema no tiene agua ni ojos

 

sí la dilación el atropello la cojera

donde martillas órdenes en la sintaxis

esa atávica costumbre que habla sin voz

[1] Este poema fue merecedor del segundo premio del V Concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas. Ha sido publicado en la antología homónima del concurso, al cuidado de la Fundación La Poeteca.

#poesíavenezolana

Editora: Carmen Cristina Wolf @carmencristinawolf

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