En celebración del Día del Libro, publicamos unos poemas del escritor venezolano Ernesto Ramírez.
Oficio de poeta
A veces ser poeta…
es debatir con una lágrima
es rasgar la tela que oculta al más allá
es buscar edenes en los infiernos
y encontrarle un sentido a lo irracional.
A veces ser poeta…
es beberse un libro,
embriagarse con sus frases
y recitarle su esencia al mundo.
A veces ser poeta…
es acompañar a la soledad
y escuchar al viento lacerado,
es visitar la caverna del inconsciente
y lidiar con nuestras sombras.
A veces ser poeta…
es cortar el látigo del tirano
con el filo de las letras,
es abonar un terreno estéril
para sembrar las semillas de la conciencia.
A veces ser poeta…
es cantarle a un amor de voces lejanas
y avivar la flama de la pasión,
es enfrentar al indomable tiempo
e inmortalizar ideas que nunca morirán.
A veces ser poeta…
es cabalgar un delirante centauro
y recorrer la sabana de la incomprensión,
es ser la silaba de un verso
o el teclado de nuestro computador,
es aparentar ser alguien…
aunque al final nos sepulte la nada.
Solo una hoja
Era una hoja blanca
que me miraba fijamente,
moría de sed y deseaba
que derramara el jugo
de mis letras sobre sus poros.
Era una hoja serena
que anhelaba mis poemas, mis razones.
Ella quería encontrarle un sentido
profundo a su existencia,
esperaba una frase introspectiva,
un verbo metafísico
o tal vez una imagen
cargada de reminiscencias
Era una hoja imperturbable,
inmersa en mudas voces
que aguardaba su momento,
el día en que una línea,
un signo, una palabra o una oración
se posara sobre su superficie
y quedara asentada para la posteridad
Era una hoja, solo una hoja,
blanca y firme como el mármol
que ansiaba dejar un legado,
quería ser esculpida por un pensador
con el cincel de la trascendencia
para que nunca, nunca la olvidaran.
Un día sin poema
Hoy quise escribir un poema
y no pude…
Se diluyó por los poros
de la nada eterna,
o se detuvo a contemplar al mundo
mientras Cronos lo devoraba,
o tal vez se montó en un avión
o en una balsa
buscando una ilusoria libertad,
o se fue a aconsejar algún corrupto
para que tomara el camino
de la virtud,
o a consolar al desolado
-herido por la daga del dolor-
o se escondió en mi mente,
detrás del muro
de las dudas y los lamentos.
…No lo sé.
Tal vez se deprimió
en el suburbio de la indiferencia,
o se quedó atrapado en las redes,
esperando un like o un seguidor.
Aunque yo creo que se fue
con las metáforas,
las elipsis y los símiles
a beberse mis versos en un bar
y se olvidó de visitarme.
Mañana intentaré
invitarlo nuevamente
a reunirse con mis letras
y mi inspiración.
…Ojalá y se acuerde
de este solitario poeta.
Ernesto Marrero Ramirez es poeta, cuentista y novelista venezolano. Es licenciado en Administración, cursó estudios de posgrado en Filosofía en la Universidad Católica Andrés Bello. También realizó estudios de psicología existencial en la Universidad de Winner de Lima. Y de Psicología Analítica en en Centro de Estudios Junguianos de Caracas. Cursó un Diplomado sobre Narrativa Contemporánea en la UCAB. Es investigador, articulista, conferencista y productor de micros radiales. Es Miembro del Círculo de Escritores de Venezuela.
Obtuvo reconocimientos de honor en el XI y XII Concurso Poético Musical Internacional del Natalicio de la poetisa chilena Ermelinda Díaz, por sus poemas Aflicción. Sonambulismo y Bruma
Libros publicados: El pececito que quería ser humano, La leyenda del sabio de la montaña, Cuando tenga tiempo empiezo, Pasajes secretos del alma, El jardín de la existencia, El futuro nos alerta, El Tiempo y su legado. Algunos de sus títulos han tenido excelente acogida en el mundo literario y en las instituciones educativas.
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