La juventud del intelecto emocional

Por  Farah Cisneros

“Divino tesoro que yace en la primavera incesante de quien la posee.”

Se hace frecuente encontrarse ante el comentario de la celeridad con la que está pasando el tiempo y la admiración de quienes admiten estar poniéndose viejos transitando el camino de los 40 años de edad y más.  ¿Se puede ser realmente viejo a los 40 años o a cualquier otra edad?

Los factores para obtener una visión ampliada como realidad son los juicios y creencias que se establecen al respecto.  La sociedad como ente influenciador marca tendencia en cuanto al desenvolvimiento mediante modas y estereotipos.  Lo realmente sensible es que la vida posee tanto fecha de nacimiento como de expiración.  El recorrido puede afianzarse con gran energía y vitalidad en el crecimiento, evolución y desenvolvimiento personal que hacemos de sus etapas.  La actitud manifiesta representada en la inspiración, la motivación y la aceptación ante las circunstancias que como retos y desafíos se nos van presentando a lo largo y ancho del territorio que habitamos.  Nuestra disposición para mantenernos actualizados enraizados en tiempo presente y la valiosa activación para movernos y avanzar.  Relacionarnos, comunicarnos y establecer desde un estado flexible los cambios necesarios para consentir un propósito existencial gradualmente ajustable a cada una de las etapas o ciclos de nuestra existencia.

Como el equilibrio del claro-oscuro o el Yin-Yan es probable que,  en cada vuelta de la esquina en el maravilloso universo de nuestras mentes, nos visite el oponente quien será portador de la resistencia, el temor, la inseguridad, y el ego entre otros muchos acechadores de importancia.  Será clave para un abordaje constructivo e igualmente exitoso, el reconocimiento que hagamos para encarar, confrontando desde la intimidad del “Yo conmigo mismo” y desde el más genuino respeto, amor y consideración con nosotros y los demás a cada uno de estos personajes que identificados como emociones pueden recibir el otorgamiento para sabotear nuestros estados de serenidad, confianza y aprendizajes.

La máxima en todos estos casos pudiera estar dada en que los seres humanos somos únicos e irrepetibles, donde cada quien se reserva en la más estricta intimidad de su ser el derecho a tomar acciones para decidir quién decide ser y cómo avanzar hacia sus logros.

Sin lugar a dudas, la vida es lo mejor que nos  puede pasar alguna vez, por lo que vale la pena esmerarnos en atender la misión de prepararnos en el día a día para ofrecernos lo mejor, lo merecemos. Mantenernos en forma en un renacer de consciencia integradora de nuestro cuerpo, mente y emociones es una manera de alinearnos con la juventud del ser que se anima a trascender.

Farah Cisneros Escritora – Pinealista y Mentora

Facilitadora en Procesos de Cambio y Transformación Personal. Master Coach Neuro-Linguistic Programming PNL. Certified Heal Your Life Teacher Philosophy Louise Hay Fundadora y Directora de EGP. Escuela de Gerencia y Pensadores. Autora del libro ¡Haz lo que te dé la gana! Produce, coordina y desarrolla el Programa de Entrenamiento y Desarrollo Integral Personalizado-PEDIP de EGP. Escuela de Gerencia y Pensadores

Directora de Relaciones Institucionales del Círculo de Escritores de Venezuela

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2 comentarios

  1. Los grupos etarios están perfectamente definidos, no así delimitados, es imposible; como igual sería sentirse viejo a los cuarenta, habría que estudiar que sucede en esa mente que siente viejo su cuerpo; tampoco podemos cubrirnos de estimulantes palabras para rejuvenecernos. Precisamente, uno de los problemas de nuestra humanidad es no aceptar la realidad de que los cuerpos, los árboles y los pájaros envejecen.

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