Sublevación
Has hecho mis ojos para mirar la nada,
mi lengua incapaz de pronunciarte,
mis oídos sordos a la sinfonía de las esferas.
Abro la puerta por donde salió la ausencia:
los árboles gritan su caída;
las piedras, su silencio.
Los corazones golpean furiosos en los pechos afanados,
y un alcatraz vigila el eco de su corazón dormido.
Mi alma delgada de tristeza se subleva.
Clama en el áspero color de los desiertos,
en el grueso sabor de la tiniebla.
Como yo aquel día
has puesto un silbido en el roto corazón de la calandria,
y un nidal secreto en cada bosque de la Tierra.
Desde esta tierra querida de la muerte
lenguaradas se alzan en busca de tu nombre.
Callado el cielo oscurece herbolarios tropicales,
borrando de tristeza ciertas tardes,
aquella esquina no mirada.
Por ti los lirios cayeron de rodillas
y una barca ligera se arriesga en profundidades marinas.
En la tarde postrera regresas una nube
a la niña que juega con zafiros.
La yerba de las rosas
Despido sin duelo los festines.
Un aplauso sacude los huesos de mis manos,
las que retiran la yerba de las rosas
que tiemblan al rumor de los clamores
maldiciendo al colmillo enrojecido
que muerde el dolor de los corderos.
Manos para siembras afanadas,
para tantear oleadas de palomas
que olvidadas de nidos y algodones
muy lejos se alejan arrullando.
Cuando la tarde muera
Mañana cuando llueva miraré a la araucaria con sus viejos temblores.
Cantaré aquella canción mañana mismo cuando la tarde muera.
Entonces, ¿quién estará en la puerta cuando el invierno venga?,
¿quién en la sala para escuchar del viento su gemido?
Pienso en qué harás con la delgada huella que dejé en tus manos,
con esa lágrima que saltó al lugar por donde tu alma se levanta.
Recuerdo en tus ojos el revoloteo de golondrinas
y en tu boca el susurro quedo de las abejas errantes.
Voy soñando tus manos imposibles,
y tus pies enrumbados por lugares que ignoro.
Margarita Belandria nació en Canaguá, capital del municipio Arzobispo Chacón del estado Mérida , Venezuela.Escribe ensayo, cuento, novela y poesía, es jurista y magíster en Filosofía y profesora titular de la Universidad de Los Andes (ULA) en el área de Filosofía, Lógica y Hermenéutica. Autora de libros y numerosos ensayos publicados en revistas impresas y electrónicas. Es miembro activo de la Sociedad Venezolana de Filosofía, Asociación de Profesores de la Universidad de Los Andes, Red Iberoamericana de Kant: Ética, Política y Sociedad (RIKEPS). Colegio de Abogados del Estado Mérida. Asociación de Escritores de Mérida. Círculo de Escritores de Venezuela.
Algunas de sus publicaciones:
Qué bien suena este llanto (Coedición del CENAL y la Asociación de Escritores de Mérida. Mérida, 2006), novela que recibió Mención Honorífica en el I Concurso de Narrativa «Antonio Márquez Salas», convocado por la Asociación de Escritores de Mérida, septiembre de 2004. Esta novela fue objeto de estudio en el Seminario sobre Escritoras Iberoamericanas, en la Maestría de Literatura de la Universidad de Los Andes y ha sido reseñada por distintos autores españoles y venezolanos, entre ellos José Calvo González, Eduardo Casanova Sucre, Ricardo Gil Otaiza y Gladys Portuondo.
Segunda edición de la novela Qué bien suena este llanto. Dirección de Cultura de la Universidad de Los Andes (ULA). Mérida-Venezuela, 2016.
Libro de poemas Otros puntos cardinales (Coedición del CENAL y la Asociación de Escritores de Mérida. Mérida, 2006). Este poemario obtuvo Mención de Honor en el II Concurso de Poesía «Simón Darío Ramírez», convocado por la AEM en el año 2005.