Jerónimo Alayón

La función delimitadora más común de la coma, sin duda, tiene lugar separando ciertos grupos sintácticos o sintagmas de la oración. En este sentido, algunos usos pueden ser considerados preceptivos y otros optativos, en cuyo caso rigen siempre el principio de la unidad sintáctica y el de la prelación de la información conocida. Esto último significa tratar de presentar antes la información conocida y luego la información nueva.

La coma y el complemento circunstancial

Como ya se dijo en el artículo pasado, si bien lo usual es no romper la unidad sintáctica entre el verbo y el complemento circunstancial, algunos de estos, conforme a la intención del hablante, pueden adquirir un carácter incidental y requerir su delimitación con comas. Sin embargo, el escenario de los circunstanciales es mucho más variopinto y complejo de lo que se piensa en virtud de su menor dependencia sintáctica del verbo, de modo que conviene mirarlos detenidamente, especialmente cuando anteceden al verbo.

Precedencia del complemento circunstancial respecto del verbo

De entrada,  conviene estar alerta respecto del vicio de escribir coma detrás de todo complemento circunstancial que anteceda al verbo, pues en contadas ocasiones regirá algún uso preceptivo. No existe en el español un orden canónico para la construcción sintáctica de la oración, de modo que esta obedece al principio de prelación informativa: información conocida + información nueva.

Supongamos la siguiente pregunta: ¿Cuándo enviaron la carta? Una posible respuesta sería esta: Hemos enviado la carta ayer por la mañana. Este orden respeta la secuencia información conocida + información nueva (subrayada). Otra posible respuesta sería esta: Ayer por la mañana, hemos enviado la carta. En este caso, se altera el orden prelativo de la información, razón por la cual el complemento circunstancial se separa del verbo con coma. Como se podrá intuir, no siempre será tan fácil determinar si se sigue o no dicho orden prelativo.

Una variante de la inversión del orden prelativo tiene lugar cuando, antecediendo al verbo, el complemento circunstancial es excesivamente largo, complejo y aporta información nueva (generalmente se trata de una subordinada): Siempre que puedas hacerlo, llama a tu tía [Llama con frecuencia a tu tía]. En este ejemplo, la subordinada adverbial es extensa y conviene separarla del verbo con coma.

Precedencia de adverbios y locuciones adverbiales

Se escribe coma detrás de los adverbios o locuciones adverbiales que preceden a una oración y fungen como complemento oracional modificándola en su totalidad: Con demasiada frecuencia, Carlos visita a María. Evidentemente, tú no estás en tu sano juicio. Francamente, no le creo ni una palabra. Por lo general, ella contesta cortésmente. Así mismo, si la construcción adverbial en función de complemento oracional se halla en posición medial o final, también irá delimitada por comas: Tú, evidentemente, no estás en tu sano juicio. Tú no estás en tu sano juicio, evidentemente. Ahora bien, cuando las construcciones adverbiales solo modifican a un componente oracional, no van separados con comas: Carlos visita con demasiada frecuencia a María. En este caso, «con demasiada frecuencia» solo afecta al verbo «visita».

Precedencia de construcciones introductorias

Como en el apartado anterior, si la oración es precedida y afectada en su totalidad por una construcción introductoria, esta se separa con coma del resto: En relación al caso de la tintorería, lo recomendable es hacer una auditoría a fondo. Con respecto a ti, creo que has hecho un magnífico trabajo. En cuanto al papel, compraremos más la semana próxima.

Precedencia del complemento no verbal

Se escribe coma detrás de los complementos no verbales que anteceden al grupo sintáctico con el cual están vinculados. El primer caso es el de los complementos preposicionales (regidos por la preposición «de») que anteceden a construcciones partitivas (subrayadas en los ejemplos). Estas se hallan conformadas por un cuantificador: mitadmayoríavariosrestoninguno, cualquier número cardinal o porcentaje. Ej.: De las ciudades que conozco, dos me gustan para vivir [Dos de las ciudades que conozco me gustan para vivir]. De los libros que compré, ninguno me ha parecido interesante. De los alumnos inscritos, el 25 % ha aplazado. De la gente del pueblo, la mayoría es honesta.

El segundo caso tiene lugar cuando el grupo cuantificativo precede al primer término de una comparación (subrayado en el ejemplo): Más que un obstáculo, yo veo una oportunidad [Yo veo una oportunidad más que un obstáculo]. Más que un premio, parece un castigo. La actuación del juez, más que un ejercicio de justicia, parece una venganza personal. Nótese en este último ejemplo que el grupo cuantificativo «más que un ejercicio de justicia» va entrecomado al quedar en posición medial en la oración, pues el orden de los términos comparativos habría sido el siguiente: La actuación del juez parece una venganza personal más que un ejercicio de justicia.


© Jerónimo Alayón y El Nacionalhttps://bit.ly/3KcYCYv

CITA CHICAGO:
Alayón, Jerónimo. «La coma y sus usos (parte II)». El Nacional. 4 de julio de 2025. https://is.gd/IiewmZ

CITA APA:
Alayón, J. (2025, 4 de julio). La coma y sus usos (parte II). El Nacionalhttps://is.gd/IiewmZ

Fuente: El Nacional
Editora: Carmen Cristina Wolf @carmencristinawolf en Instagram
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