Por Magaly Salazar Sanabria
«Creo que los escritores deberíamos salir de la torre de cristal y asumir nuestro papel ante la sociedad y el mundo. Una cruzada internacional contra el hambre y la guerra podría ser impulsada por las escuelas, universidades, organizaciones internacionales, no como dádiva o paliativo sino como un esfuerzo mundial de los capitales, profesionales y técnicos del universo para hacer productivas las tierras y enseñar a los que no lo saben que la tierra nos ama y nos dice: “Ven, trae tus semillas y adóbame para que el pan nuestro jamás tenga asueto»
Ayer se celebró el Día de la Tierra y me detuve en las vendas, parches, muletas, que son los aditamentos utilizados por los geniales artistas caricaturistas, para representar, desgraciadamente, a nuestro malquerido planeta. Me detengo en la cita del hidrogeólogo, Jean Margat, Vicepresidente del Plan Azul y Consejero del Bureau RecherchesGéologiques et Minieres, quien, ante la gravedad del problema, dice: “El desarrollo de una nueva conciencia cívica con relación al agua será, en última instancia, un indicador de nuestro compromiso con el desarrollo sostenible”La cita es del libro Claves para el siglo XXI de la Unesco (p.129). Y digo: “Siempre bondadosa, / el agua se expande por la vida, apadrinándola, / sin embargo, no busca el favor de sus ahijados”. Pero me pregunto¿ Será que los parientes del agua la vamos a dejar morir’? ¿Y si la tierra se seca la van a humedecer nuestras lágrimas? Para escribir a la Tierra, recordemos el “Cántico de las criaturas” de San Francisco de Asis, el primer ecologista escritor que se conoce: “Alabado seas mi Señor, por la hermana, nuestra Madre Tierra/ La cual nos sustenta y gobierna/ y produce diversos frutos con coloridas flores e hierbas”
Creo que los escritores deberíamos salir de la torre de cristal y asumir nuestro papel ante la sociedad y el mundo. Una cruzada internacional contra el hambre y la guerra podría ser impulsada por las escuelas, universidades, organizaciones internacionales, no como dádiva o paliativo sino como un esfuerzo mundial de los capitales, profesionales y técnicos del universo para hacer productivas las tierras y enseñar a los que no lo saben que la tierra nos ama y nos dice: “Ven, trae tus semillas y adóbame para que el pan nuestro jamás tenga asueto”
Pero dejemos a la Tierra con sus bellezas, bondades, sus cuitas y sus depredadores por un momento. Es producto de la causalidad que el Día de la Tierra y el del Libro y el Idioma se celebren 22 y 23 de Abril, respectivamente. Y digo causalidad porque la Tierra está buscando quien le escriba, quien la lea y sobre todo, quien la cuide y la quiera.
Definitivamente, la paz y la armonía de la naturaleza constituyen una inversión rentable para siempre. No habrá desarrollo de ningún tipo si acabamos con el planeta. La palabra de los escritores, llámense poetas, ensayistas, narradores, dramaturgos, es fundamental para respaldar todo acto noble porque ella debe ser un instrumento para la paz. La paz bien merece la celebración del Idioma que la predica. También es cierto, que necesitamos gobiernos responsables, capaces, sensibles, que tracen programas y los lleven a la práctica para salvar al planeta del calentamiento global y otros desastres. El silencio, en el caso de la indiferencia, es depredador y cómplice, la palabra es, contrariamente, flor y redención.
Y sólo hay una manera de conocer el mundo y sus pensamientos, el ambiente y su suerte y es a través del IDIOMA. La lengua contribuye a crear la representación del universo. ¿Cómo entendemos los pensamientos, la existencia de los otros sino a través del idioma? Los pueblos piensan y comunican sus ideas a partir de la lengua. Entonces, el mundo objetivo se transforma en un mundo que trasciende por el espíritu. El idioma tiene un carácter social inserto en la historia de una manera dinámica, por eso se convierte en memoria colectiva del pueblo que habla y que de alguna manera refleja su pasado y presente.
Mientras Dios mira, damos un salto a otro lugar del universo y después de beber el agua de Canaletas, por aquello del regreso, (el que bebe esas aguas por primera vez, vuelve) Nos confundimos con el gentío en la Rambla Cataluña de Barcelona, que se llena de rosas rojas para acompañar cada libro que festeja la dia de de San Jordi. Y es que la jornada jubilosa de San Jorge fue la fecha elegida por la UNESCO para celebrar el Día del Idioma, el Libro y los Derechos de Autor. La declaración se realizó el 15 de noviembre de 1995 y se escogió la fecha del 23 de abril para ese efecto. Se conmemora la muerte de tres grandes escritores: Miguel de Cervantes Saavedra, el gran escritor de las letras españolas, autor de Don Quijote de la Mancha. William Shakespeare, el famoso del teatro británico por su Rey Lear y Romeo y Julieta y el Inca
Garcilaso de la Vega, el ilustre peruano cuyos Comentarios reales de los incas constituyen un aporte valioso a la literatura del español de América. Ese mismo día fallece en Venezuela, el 23 de abril de 1936, la excelente escritora Teresa de la Parra, quien escribió la novela Ifigenia y Memorias de Mamá Blanca.
En cuanto a Cervantes, recordamos que nació en Alcalá de Henares en 1547 y murió a la edad de 69 años. Vivió con mucha intensidad, entre la literatura, la guerra, las aventuras y el cautiverio. Sus primeras obras fueron: Los tratos de Argel y La gran turquesa, Novelas ejemplares, Comedias: Los baños de Argel, El gallardo español, El rufián dichoso y los entremeses: El retablo de maravillas, El viejo celoso y Los trabajos de Persiles y Segismunda y otros libros importantes.
Referente al Quijote, Cervantes logra el milagro de dos personajes que atraviesan solos, sin que nadie los lleve de la mano, a través de los siglos, sin más apoyo que el de las palabras. El escudero aprenderá que la vida es más que una InsulaBarataria y Don Quijote se dará cuenta, dolorosamente, que Dulcinea no es suficiente para sostener su espada. Quizás ningún signo exprese mejor la forma dialéctica del contenido del Quijote como ese etéreo símbolo de Dulcinea que se construye en el afinamiento mayor de la parodia. Pero hablar de Cervantes y del Quijote significa llenar muchas páginas de estudio. Lo que he señalado es una gota en ese mar de sustancias trascendentales de esta obra.
También es importante señalar que hace más de 300 años, un 17 de abril , fallece Sor Juana Inés de la Cruz,autora, entre otras obras, de Primero sueño, la figura más importante de la literatura colonial latinoamericana, y es necesario no sólo recordarla sino estudiarla como lo ha hecho Octavio Paz y Alberto G. Salceda. En la carta de respuesta al Obispo de Puebla, Manuel Fernández de Santa Cruz, quien oculta su identidad bajo el seudónimo de Sor Filotea, ella se manifiesta así:“volví (mal dije, pues nunca cesé); proseguí, digo, a la estudiosa tarea (que para mí era descanso en todos los ratos que sobraban a mi obligación) de leer y más leer, de estudiar y más estudiar, sin más maestro que los mismos libros”. Esta cita es tan importante y la traigo a colación ante Udes., para reafirmar la importancia de los libros y sus valores nutricios. A Sor Juana se le envidió, se le calumnió, muchos no la reconocieron en su tiempo por ser defensora de los indios, los mestizos, de los derechos de la mujer y por su talento y su sed de conocimientos, problemática quesubsiste en la actualidad y que obvia, censura, menosprecia todo lo relacionado con lo femenino. Pero en la historia, el nombre de Sor Juana Inés de la Cruz, lo mantendrá el idioma y los libros.
Prosigamos: Y como todo Idioma se respalda en la escritura, con relación al LIBRO y su importancia diremos que los libros señalan horizontes, caminos que se abren a diferentes áreas del pensamiento: científicas, lingüísticas, artísticas, investigativas. Los libros se convierten en nuestros mejores amigos
Intercalo idioma y libro expresamente porque conforman un binomio inseparable.En cuanto al español en Venezuela, el Maestro Angel Rosenblat apuntaba lo siguiente en el libro Lenguaje coloquial venezolano de la profesora Aura Gómez de Ivasshevsky:
“Nuestro sistema es común, pero dentro de él cada comunidad (y aun cada hablante) organiza los elementos de acuerdo con su propio espíritu. O dicho con términos de Guillermo de Humboldt, “de acuerdo con su forma interior de lenguaje, que es creación de su espíritu. De esa organización surge la originalidad del habla coloquial venezolana. La manera de hablar es un comportamiento o un modo de ser” (p.27)
Asimismo, las expresiones generales del español venido de la Península Ibérica, co-existen con la influencia indígena, la proveniente de los africanoamericanos y la de otras lenguas como el inglés, portugués e italiano, también las típicamente venezolanas que dan a nuestro idioma su propia personalidad.
Ahora bien, con el paso del tiempo, las nuevas tecnologías, el lenguaje coloquial de los jóvenes, el deplorable lenguaje en algunos medios radiales y televisivos, aunado al lenguaje agresivo, escatológico e irrespetuoso del Presidente de la República- lo que ha llamado el Maestro Efraín Subero, “basura léxica”- ponen en peligro el equilibrio y belleza del Idioma que hablamos. Sin embargo, a pesar de ser muy atacados, lo menos dañino son las innovaciones populares o terminologías extranjeras, que en todo caso, deben someterse a las leyes del uso. El escritor señala que la situación del español, por lo menos en Venezuela, está para conmemoraciones y no para celebraciones.
Al referirnos a la “basura léxica” empleada por la dictadura en sus discursos violentos promotores de odio, debemos recordar que la ética, es sin duda, uno de los campos de reflexión más evidentes en la actualidad. Ante la brutal represión, el irrespeto verbal, el insulto constante, la crisis económica, moral, sanitaria, de libertad y de derechos humanos en general, la ética de la palabra y de la acción humana se presenta como una necesidad de reflexión y responsabilidad, debido a que el sujeto debe ser competente para dialogar con el otro en condiciones de igualdad y respeto para construir una sociedad más justa y debemos hacerlo a partir del lenguaje que es un lugar de lucidez. Lo que llamaría Paul Ricoeur, “los discursos compartidos”
También, Rafael Cadenas (1979) y Ana Teresa Torres (2006) abogan por la ética de la palabra, porque la palabra es liberadora, por lo tanto, hace de cada hombre un sujeto pleno de posibilidades.
¿Cómo entendemos los pensamientos, la existencia de los otros sino a través del idioma? Los pueblos piensan y comunican sus ideas a partir de la lengua. Entonces, el mundo debe encargarse de preservar ese legado.
Para muchos, como Ernesto Sábato en su libro Hombres y Engranajes, le preocupa la injerencia de la civilización tecnológica mal utilizada y a otros el deplorable lenguaje de algunos medios de comunicación como la televisión.
Para concluir, cito a Don Miguel de Unamuno, quien expresó: “ La lengua es la sangre del espíritu social, y así como la sangre es como el ambiente interior del cuerpo, así la lengua es el ambiente interior del espíritu colectivo, el vehículo de su nutrición ideal (Algunas consideraciones sobre LiteraturaHispanoamericana.Ensayos 1. p.75)
Bibliografía consultada:
Cervantes, Miguel de
Gómez de I, Aura (1969) Lenguaje coloquial venezolano. Caracas: Universidad Central de Venezuela.
Margat, Jean (2000) Hacia una nueva cultura del agua. Claves para el siglo XXI. Barcelona: Ediciones Unesco
Rivera V, Osvaldo. (2008) Don Quijote, perdón…Día del Idioma[Artículo en línea] Disponible: http//www.lahora.comec[consulta:2010,abril]
Subero, Efraín. Discurso ante la Academia Venezolana de la Lengua
@florasuntina en Instagram
Sin lugar a enmienda ocuparse es lo que corresponde. Contar con tener desde las aspiraciones de disfrute un mejor planeta con gente compasiva y sana física y emocionalmente es el digno quehacer como forma de vida de quienes decidimos creer en las bendiciones de lograrlo. Un gran y afectuoso saludo. @Farah Cisneros
Excelente ensayo. Felicidades y gracias por compartirlo.