Emeterio Gómez: Yoda contraataca

¿Qué sería de Occidente si Aristóteles hubiese dicho que el Ser era relativo?

Por EMETERIO GOMEZ

Mis Amigos Contradictadores vuelven a la carga. Arremeten contra la Muerte de la Filosofía, mi próximo taller en la Fundación Valle de San Francisco… que, por cierto, se inicia este martes. En este round, sus baterías apuntan a negar que las ideas filosóficas tengan que ser absolutas. ¡O sea, que puede haber una Filosofía Relativa! Cito: «Emeterio se circunscribe al pensamiento que asume a ‘la verdad’ como absoluta, cuyo momento estelar es Platón. ¿Acaso TODOS los pensadores se encerraron en esa obsesión por la verdad absoluta? Y, los que no lo hicieron ¿no tienen derecho a llamarse filósofos?».

Por supuesto que tienen derecho a llamarse filósofos. Pero si al derecho vamos, los que nos burlamos de los «Fundamentos Relativos», tenemos todo el derecho a llamarlos… ¡Filósofos Relativos! Es decir, endebles, cuestionables, zonzos. Imaginemos tan solo qué habría sido de la Filosofía Occidental si Platón le hubiese llegado a la noción de Verdad, pero… relativa. O sea que con las mismas Razones que se funda el Bien se podía fundar el Mal. O que Justicia e Injusticia eran más o menos lo mismo.

O, preguntemos, para lacerarnos mejor, ¿qué sería de Occidente si Aristóteles hubiese dicho que el Ser era relativo, que todo Ente podía tener o no un Ser? Que su esencia podía ser equis o exactamente la opuesta. Que la Lógica no se refería a la Realidad, al Ontos, al Ser del mundo, sino que consistía en una serie de hipótesis que -dependiendo de las premisas- podían ser válidas o no. En otras palabras, que la diferencia entre Ser un perro o un gato, un hígado o un páncreas, no era absoluta sino relativa.

No panita, el rollo de lo Absoluto y lo Relativo no va por allí. Cualquiera que haga «Filosofía Relativa», está simplemente hablando pendejadas. Igual que las de Platón, las verdades de Aristóteles sólo pueden ser Absolutas. Porque en la Naturaleza ¡hay verdades absolutas! En el Espíritu NO; por lo menos hasta un cierto nivel de profundidad. Un perro, por más que aprenda a maullar ¡no ES un gato! Ni un codo ES una rodilla; los ángulos internos de un triángulo suman 180 y eso no se discute. En el plano del Espíritu, al contrario -y repito, hasta cierta profundidad- la «Realidad» es Relativa. El odio más profundo y el amor más excelso pueden mezclarse en un mismo Ser. Es precisamente, por eso por lo que la Filosofía fracasa. No puedo sino reiterarlo hasta el hastío: ¡porque el Espíritu es incognoscible… y la Filosofía es en lo esencial un Conocimiento!

Y es allí cuando El Yoda -la Religión- contraataca. En el Espíritu todo es relativo. Por eso la filosofía fracasa ante Él, porque una Filosofía Relativa es una simple tontería. Puedo tener todas las razones del mundo para no perdonar una ofensa… ¡y decidir perdonarla! O al revés. En Él todo puede «Ser» su contrario y la Noción de Identidad carece de sentido. ¡Pero Él puede imponerse Absolutos! Puede imponerse el respeto a los demás de manera férrea. Así como puede libremente decidir amar… cuando del Amor al Prójimo se trate; cosa que no ocurre con el Amor Pasional, porque éste atañe a la Naturaleza y no al Espíritu.

La Religión alude a lo Absoluto por eso, porque nos permite otear que el Amor al Prójimo no es una dimensión relativa; o al menos tiene la posibilidad de no serlo. No son verdades hipotéticas o condicionales: no es que yo te respeto si tú me respetas o para que tú me respetes. Es que te respeto ¡porque SÍ! Porque me da la gana. Esa dimensión absoluta del Espíritu que no tiene nada que ver con este mundo -que es absoluta y trascendente- esa es la noción de Dios.

Fuente: EL UNIVERSAL, 8 de abril de 2012, Opinión

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *