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si yo pudiese ser
si sólo pudiese ser
si apenas ser
no se oirían
estos gritos
y esta cuerda que arrebata
el último sonido
si apenas ser
y abrir entonces
apenas
el sonido ronco del esternón
la pesada piedra
si apenas
esa flor que de lejos
se divisa
desde un lugar imposible
si apenas
en el tejido de los cabellos
y la serena virtud del misterio
en las llaves que se caen de la mano
y suenan
la profunda hoguera
de apenas
si así
en el turno de la pérdida
bajo la triste inclinación
si pudiera
si sólo
si ser
en las telas lejanas de un cuadro de Memling
si sólo
apenas ser
llave de rozado bronce
de puerta atribulada
cerrado
cerrado mundo
con los vórtices de la tierra suspendida en un límite
trabajoso instante
si pudiese y si hiciera
la hoja abriéndose y se seca
más al rumbo de la muerte
más añico
y así astilla
pudiendo ser
la temblorosa luz que te devora
pudiendo ser
la ofrenda
de la obscuridad
y el silencio
un brazo, otro
un ojo, otro
un pie, otro
y la muerte
si apenas ser
pudiera
si una quietud y la brea
esta sal que me recubre
si pudiera
si pudiera
en letanía
ser
si yo pudiera
si apenas ser
es arena con tierra y raíces
cae y cubre
De Los trabajos interminables, 1998.
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los tribunos son blancos
me voy pronunciando tu nombre al revés
para deshacer el conjuro que me ajoró
al vientre de un insecto sin élitros
y coloco la carta del ahogado
en la cruz de los tiempos
sobre el paño negro de las adivinaciones
allí en el centro
donde pregunto quién soy
mientras el eremita mira el desierto
y un grano de arena
se posa justo en el centro de mi lengua
a la derecha de la cruz, invertida
la carta del perro
así veo que a otras proteges
resguardas sus nombres
mi historia toda recogida en el ahorcado
y me llaman los bufones
a ocupar el antiguo lugar de mi jerarquía
se están borrando las líneas de mi mano
ellos por primera vez callan
y te miran
yo, salida por la puerta equivocada del laberinto
me siento ante un camino sin encrucijadas
dobles son los pasos de la maldad
De la voz de mis hermanas, 2005
María Antonieta Flores. Caracas, Venezuela, 1960. Poeta, ensayista, crítico literaria, editora, profesora universitaria.. Magister en Literatura Latinoamericana. Ha publicado los poemarios: El señor de la muralla (1991), Canto de Cacería (1995). Presente que no en ausencias (1995), Agar (1996), Criba de abril (1998), Los trabajos interminables (1998), índigo (2001), limaduras (2005), la voz de mis hermanas (2005). En ensayo, Sophia y Mythos de la pasión amorosa (1997).
Su poesía ha sido traducida parcialmente al inglés, al portugués, al alemán, al rumano. Incluida en diversas antologías nacionales e internacionales, su obra ha sido objeto de estudio en panorámicas sobre la poesía venezolana y en artículos especializados. Editora de la revista literaria digital el cautivo (www.elcautivo.org).