TRES POEMAS DE RAQUEL MARKUS – FINCKLER POR EL SEGUNDO ANIVERSARIO DEL 7 DE OCTUBRE DE 2023
Tres poemas… podrán marcar la diferencia?
Frente a la judeofobia que vuelve a levantar su rostro en estos días, frente al odio gratuito que deshumaniza y reduce al pueblo judío a un blanco abstracto, la poesía se levanta como un acto de resistencia.
El odio necesita borrar los rostros y las voces; los poemas los devuelven a la luz. Por medio del lenguaje lírico pretendo recordar que la sangre de los judíos es roja, que nuestras lágrimas son saladas, y que detrás de cada consigna de odio y desdén lanzadas a redes sociales, manifestaciones, medios de comunicación… Hay familias afectadas, seres humanos asustados, corazones que laten, sueñan y temen.
Estos poemas no pretenden derribar muros ni cambiar estadísticas. Pero sí pueden atravesar la coraza de quien nunca escucharía un discurso político, conmover aunque sea una o dos almas, y recordar a quien lo lea que los judíos, ante todo y sobre todo, seguimos siendo humanos.
Y a veces, con eso basta: tres poemas pueden abrir una grieta en la indiferencia, y esa grieta ya es una victoria.
«Lo opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia. Lo opuesto al arte no es la fealdad, sino la indiferencia. Lo opuesto a la fe no es la herejía, sino la indiferencia. Y lo opuesto a la vida no es la muerte, sino la indiferencia». Elie Wiesel
NUESTRA SANGRE ES ROJA
No sabemos quedarnos en silencio,
clamamos al cielo alzando la voz,
rezamos en coro,
pateamos el suelo,
nuestra sangre conoce el color del dolor.
Si nos lanzan fuego, morimos quemados.
Si nos acuchillan con rabia, morimos desangrados.
Nuestra piel no es inmune a las balas.
Nuestros cuerpos se retuercen ante la violencia y la rabia.
Nuestra sangre es roja,
nuestras lágrimas saladas.
Conocemos el sabor de la hiel en la garganta.
Ese siete de octubre todavía nos alcanza,
pero a pesar de todo el miedo,
aún sabemos de esperanza,
y guardamos la templanza.
Nos aferramos al mantel
convertido en bandera,
todavía hay demasiados puestos vacíos en la mesa.
Alzamos los ojos al cielo pidiendo una promesa:
que podamos habitar en paz nuestra tierra,
que podamos coexistir sin odio en el planeta.
Somos Am Israel y todavía seguimos de pie.
Somos Am Israel y todavía nos tiembla la piel.
Somos Am Israel y todavía guardamos la fe.
Reímos, lloramos, bebemos, bailamos.
A pesar de la tormenta seguimos andando…
A pesar de las tinieblas seguimos creando…
Nuestros rostros muestran las marcas de lo humano.
Nos señalan, nos atacan, nos calumnian, nos degradan…
y aun así nuestro corazón terco insiste en latir,
y aun así nuestro testarudo pueblo insiste en existir.
Hacemos de la memoria una canción,
de la canción una oración,
y con la palabra como herencia
se empecina una nación,
seguimos caminando en busca del sol.
No somos héroes ni villanos,
no somos sacros ni profanos.
Somos seres que aprenden a seguir
con heridas que aún sangran sobre un pasado vil,
con los sueños resguardados bajo un manto frágil.
A pesar del duelo…
A pesar del temor…
anclados en un suelo prometido por Dios.
Nuestra sangre es roja,
nuestras lágrimas saladas.
Conocemos el sabor de la hiel en la garganta.
Ese siete de octubre todavía nos alcanza.
NUESTRA FE Y NUESTRO ANHELO NO DESCANSAN
Un festival que se volvió cacería.
Kibutzim marcados por heridas.
Un gran hueco sembrado en nuestro centro,
el dolor y el agobio laten dentro.
El mar se divide —y nuestra historia también.
Soñamos a medias, abrazamos entero.
Y contamos los dedos que aún nos faltan:
amados que aún no vuelven al sendero.
Más de mil los destinos detenidos por la infamia,
y cincuenta las familias que aún no logran respirar.
Ya el tiempo no se mide por segundos,
ni hay mar que aguante tanto llanto.
Por la luz que aún palpita en el regazo,
esperamos —firmes— el fin de tanto espanto:
que el pueblo elegido para el odio
sea pronto redimido por amor.
Sembrados seguimos en la espera,
como ramas que se niegan a caer.
Y esos dedos en alto nos recuerdan:
nuestra fe y nuestro anhelo no descansan.
Vuelvan pronto. No olvidamos.
Hay asientos que los esperan en la mesa.
Hay mil sueños que no sueltan la promesa,
y el alma de su gente aún los llama.
Es curiosa nuestra forma de soñar.
Es inmenso nuestro empeño de abrazar.
Y hoy ardemos como brasas encendidas:
vivos el pueblo, la fe y nuestra esperanza.
BUSCANDO PERLAS EN LOS DESIERTOS
Como la hierba sobre la lava,
como la flor en el andén,
como las tunas en el desierto,
como un retoño en pleno invierno,
yo soy judía y resistiré.
Como el ave que nunca emigra,
como un lince que se agazapa,
como las lianas que se replican,
como un guerrero que no claudica,
yo soy judía y no callaré.
Y aquí seguimos…
bailando juntos sobre las plazas,
cumpliendo el sueño, rezando al cielo,
regando anhelos, sembrando credos,
buscando perlas en los desiertos.
Seguimos creyendo, rezando, pidiendo.
Ayer fue mi padre. Mañana, mi nieto.
Somos herencia que se renueva.
Somos historia que se recrea.
Somos la fe que sigue ardiendo,
como utopía en pleno desierto.
Con poesía cumplo el mandato
de mantener vivo el legado:
un mismo pueblo, un mismo orgullo,
y una quimera que no fracasa.
Yo busco perlas en los desiertos
y encuentro a Dios entre las zarzas.
Biografía de Raquel Markus-Finckler
Poeta, escritora, periodista, investigadora histórica, conferencista internacional y columnista de importantes plataformas internacionales. Venezolana. Esposa y madre.
Doctora Honoris Causa en Derechos Humanos otorgado por la Fundación Universidad Hispana.
Posgrado en Dirección de Instituciones Comunitarias (American Jewish Joint Distribution Committee / Univ. San Andrés / Instituto Spertus, Chicago).
Autora de los poemarios “Escribir para existir”, “Donde reside la belleza”, “Las horas negras” y “No alcanzan las palabras” —cuatro libros donde la palabra arde como zarza viva y el verso es testimonio.
Participó como poeta y educadora internacional en el Summit sobre Valentía Moral organizado por Coexpace, que es a global initiative that activates empathy, moral courage, and coexistence through immersive storytelling, education, and civic action. In a time of growing division, we create transformative experiences that challenge perspectives, spark critical dialogue, and inspire people to speak up, even when it’s hard.
Su obra poética ha recibido múltiples distinciones internacionales:
Primer Lugar de Poesía en el Concurso Notas Migratorias César Vallejo 2021 (Fundación Universidad Hispana).
Primer Lugar de Poesía en el II Encuentro Literario Solidario Internacional Distrital 2021-2022 (Rotary Club Playa Ancha, Chile).
Seleccionada entre los seis finalistas del III Premio Rey David de Poesía Bíblica Iberoamericana 2023.
Elegida por Stephen Sadow (Northeastern University, Boston) para integrar el archivo de poetas judíos latinoamericanos, donde figuran solo 18 autores venezolanos.
Miembro de la Academia de Genealogía de Venezuela (AGEVEN), del Círculo de Escritores de Venezuela, del Comité Venezolano de Yad Vashem y miembro honorario de la Fundación Universidad Hispana.
Ha sido jurado principal en los certámenes internacionales Notas Migratorias César Vallejo y Macondos del Siglo XXI (2022, 2023 y 2024), y ha participado como poeta en múltiples eventos culturales y artísticos.
Espacio Anna Frank ha incluido sus poemas en su Gira Cultural In Memoriam 2023 y 2024.
Puede encontrarse en:
Instagram y TikTok: @escritora.cretiva
Canal de YouTube: No alcanzan las palabras