LA POESÍA DE BELKYS ARREDONDO OLIVO

La poesía de Belkys Arredondo Olivo:

puertas y caminos para un resplandor

Por José Napoleón Oropeza

En las primeras décadas del pasado siglo, una estirpe integrada por  grandes poetas venezolanas, abrieron, con sus obras poéticas, nuevos cauces a la labor poética. Insurgieron como propulsoras de una nueva forma de concebir y dar forma a un poema que, en las primeras décadas del pasado Siglo XX, signaría  maneras y puntos de vista novedosos en la  exploración de ese género en nuestro país: Enriqueta Arvelo Larriva, Ida Gramcko, Luisa del Valle Silva, Luz Machado, María Calcaño, Ana Enriqueta Terán, Elizabeth Shoen y  Antonia Palacios,  definitivamente echarían las bases y fundamentos para nuevas visiones formales del género.

A partir de esa base y fundamento, constituido en un gran continente poético, erigido para un cruce de espejos, tales propuestas y hallazgos, serían reinventadas, con otros aportes formales, nuevas miradas al entorno humano, con bríos que renovaron las visiones del hecho poético, desde nuestro país, tal vez, a la sombra de los hallazgos de las primeras voces nombradas. insurgirían, casi de inmediato, las voces de las insignes poetas Miyó Vestrini, Hanni Ossot, Yolanda Pantin, Carmen Verde Arocha, Edda Armas, Ana María del Ré, María Antonieta Flores, Jacqueline Goldberg, Belén Ojeda, Mariozzi Carmona Machado, Esdras Parra, María Clara Salas, Milagro Haack, Sonia Chocrón, Ruth Vidaurre y Teresa Coraspe, grupo al cual se agregaría el nombre y la figura de Belkys Arredondo  Olivo, quien, como otra gran poeta, abre de par en par, nuevas puertas que mostrarán insólitos  caminos, en la manera de concebir  y dibujar el poema,  al extraer aguas de un pozo de delirios y luces que,  van dejando caminos destellantes,  un reguero de resplandores espejeantes. Cada verso suyo, subraya que el universo real, el ser o la cosa que se nombra, crea y asoma, apenas, un destello de luz, una Impermanencia de visiones y rastros:

en el eclipse

lo cambiante alumbra

 

el árbol pliega ondulante

las hojas una y otra vez

 

esboza una montaña

una casa de papel perforada

a la que no se quiere regresar

 

los grillos suenan sus badajos

en una alarma constante

 

no queda más que penetrar su verdor

y dejarse llevar

 

Inmersos en “una casa de papel perforada”, nosotros, los fervorosos lectores de la poeta Belkys Arredondo Olivo, venimos de regreso, después de recorrer caminos esplendorosos de magia y de luz que resplandece entre los seres y las cosas, ante nuestros ojos, cada vez que nos situamos frente a un texto suyo. Leyéndola, seguimos el canto de los grillos, el salto de los peces, de los ríos que pasan y pasan sometidos a un hachazo de luz. Todo ello, como salido de los ojos de Dios que, junto a los de la poeta, nos somete al vaivén de un resplandor constante, de olas que esparcen y juntan y, a la vez, separan, ramalazos de luz en sus hermosos libros Sagita (1998); Abecedario roto (1999); De un grano de arena saldrá un pájaro (2001); Cóncavo (2005);  A ras del vidrio (2006); El llamado de los grillos (2010); Biombos de humo (2012) y Cayenas(2016).

En esta tarde, fechada sábado 05 de noviembre de 2022, convocados por la Editorial Kalathos, en la persona de  una de sus  gerentes,  la poeta Edda  Armas, dentro del marco de celebración de la Feria Internacional del Libro, FILUC, que organiza nuestra muy ilustre Universidad de Carabobo, nos hemos reunidos para celebrar la publicación de un nuevo volumen de textos de nuestra poeta Belkys Arredondo Olivo, en el cual se reúnen, los títulos Ejercicios de vuelo y A ras del  vidrio, libro con el cual Arredondo Olivo obtuvo el Premio Único de la Bienal Latinoamericana de Poesía “José Rafael Pocaterra”, que convocó y organizó, a lo largo de seis décadas, el muy glorioso  Ateneo de  Valencia.

Tras esta publicación que, con inmenso orgullo, presento en la tarde esplendorosa de hoy, nuestra poeta, pensamos nosotros y, así lo celebramos, anuda todos los hilos de luz dispersos en sus libros anteriores, en busca de un socaire a lo largo de un río poblado de ojos abiertos, grillos, escarabajos, lluvia y viento que agita dolores y caminos sembrados de luz, de esperanza. Pero, también de quejidos, envueltos en atmósferas de llanto, tal como ocurre, en buena parte de Ejercicios de vuelo, texto que, hasta ahora, se mantuvo inédito.

Este primer libro del volumen que presentamos hoy, recoge y registra, en muchas de sus páginas, el dolor de un alma que se duele ante el clima de violencia, de soledad y de moriencia vivido en Venezuela en los lacerantes tiempos de oscuridad por los que, desgraciadamente, atravesamos todavía. Un país dolido, fragmentado, reducido a tiras, bajo una lluvia inclemente de golpes y de llanto, titulado PAÍS:

 

las autopistas se arropan

con cuerpos de hermanos

 

por ejemplo, ahora ellas

tienen rayas blancas

que los dividen en dos

un río que grita

y puentes de lluvia

 

no sólo duele

si sintieras

este gemir del viento

la calle mojada

los golpeteos y los candiles

 

supieras

y no saber si este rostro es el mío

llorando entre sus manos

 

Entre dolores, tras el llanto anudado a manos que lo acogen, como depositario de ese río que grita, la autopista, muestra cuerpos de hermanos, cuya muerte, llorarán otros hermanos, sobre ella. La autopista, envuelta y arropada de dolor, termina siendo una raya de tiza. La grandeza de este texto, de esta gloriosa elegía que borda el dolor de un alma, al cantar y dibujar bajo la lluvia, un lamento sostenido, en la raya, en la imagen, radica en la expresión del dolor sin límites, a partir de un trazo, de una tiza que fija y desfija, como si ella, también, fuera una gota de lluvia:

…ahora ellas

tienen rayas blancas

que los dividen en dos

un río que grita

y puentes de lluvia

 

Tuve el inmenso honor de escuchar de labios de la propia poeta, las líneas de esta elegía con la cual Belkys Arredondo Olivo, expresaba su rabia, su gran dolor por la muerte de tantos inocentes muertos, de tantos estudiantes que dieron la vida en las calles de   Caracas y en otras ciudades del país, en medio de las trifulcas y luchas estudiantiles y buena parte de la población de nuestro país libraba en las calles, a lo largo de la pasada década. Quienes padecieron y, todavía padecen, luchando, a brazo partido, agitando manos y banderas en la lucha por recuperar la democracia, de manera total, como flor abierta a todos los encuentros, a todas las lluvias, a todos los cielos, a todos los sueños, a todos los ríos, retomarán, tarde o temprano, las banderas que llevaban en sus manos los estudiantes asesinados en las calles, con alevosía y mansalva, por francotiradores.

Ahora, en su nombre, y en el mío propio, pido a quienes me escuchan, a quienes organizaron esta fiesta, este bello encuentro de quienes nos crecemos en el amor a los libros y a la lectura que no desmayemos. Que sigamos creando, y leyendo, a brazo partido, también, en nombre de una lucha férrea porque en nuestro país se imponga, para siempre, la luz de un sol y una flor radiantes a todos los encuentros. En nombre del sueño de la democracia y de la libertad. En nombre de la gran poesía que se erige en elegía en la voz de la poeta Belkys Arredondo Olivo, que se crece y se expande en la risa de un niño y de una flor abierta a todos los abrazos, a todos los encuentros.

José Napoleón Oropeza

 

 

José Napoleón Oropeza (BarinasVenezuela13 de octubre de 1950) es un novelista, cuentista, poeta, ensayista, gerente y promotor cultural. Con una amplia obra publicada, ha obtenido numerosos premios, entre ellos el Premio de la Crítica a la Novela. 2011

Graduado en la Universidad de Carabobo, obtuvo el Título de Licenciado en Educación. Desde 1978 a 1981, cursó estudios en el King’s College de la Universidad de Londres, institución en la cual presentó su tesis de grado y obtuvo su título Mph/Phd.

En la actualidad de desempeña como profesor titular de la Cátedra de Teoría y Análisis Literario en la Maestría en Literatura Venezolana de la Universidad de Carabobo?? y, ocasionalmente, dicta cursos de posgrado en la Universidad de los Andes. En 2015 fue elegido como Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *