Magaly Salazar Sanabria: Ínferos del tiempo

Ínferos del tiempo

 

Mientras las mujeres tejían la trama de la vida;

hilos verticales y horizontales

atravesados como la cruz cósmica,

lo femenino y lo masculino se entendían

así,  la creación y la vida.

La respiración del ser todo lo trascendía,

también la palabra.

Circe, la bruja, se empeñaba en sus hechizos y venenos

desencadenaba borrascas y virus

y las ausencias empezaron a agrietar las casas.

De pronto,las mujeres dejaron el tejido para inventar el tapabocas.

Penélope desataba sus hilos y Circe reía.

Escribimos la historia mortificadas por la necesidad

y asustadas por la muerte.

Yo recordaba  la casa de mi infancia, allí cabían todas las dichas

y todo asunto feo moría al traspasar sus puertas.

Allí aprendí a ser libre y la palabra democracia

sonaba con las campanas de la iglesia

Los amaneceres se empeñaban en reconciliarnos.

Una tórtola enseñaba a volar a su pichón desde su nido.

Mi ventana era el apeadero de los pájaros.

Pero Circe  no se daba por vencida,

le grité que mi palabra sería voz

de las voces prisioneras de la desgracia.

No quiero cruzar los brazos como espectador,

la vida no es un teatro. El hombre que sufreno es actor.

Porque somos signo, símbolo, sentido,

carne y espíritu.

En la medida en que todo muere mi conciencia se ensancha.

Y el buen humor nos asiste para sobrevivir.

En estos días de aislamiento una niña de 9 años me enseñó

cómo subir un archivo a la nube

y cuando este llegó, yo estaba allí desde hace tiempo.

La tecnología se pasea por las redes,

por los espacios desquiciados,

por nuestros ojos y oídos sin rencores

Y nos une la mañana de Caracas con la tarde sevillana

Ávila y Giralda: Voces y rostros hechos querencias al teléfono.

Entretanto el agua canta como un secreto: Está ausente

Aprendemos, leemos, escribimos,cocinamos sin rendirnos.

Trato de asir las visiones de mi amor

cuando despiertan en mi mente

para olvidarnos un rato de la cuarentena.

Menos mal los pájaros no han gastado su vuelo

y los abrazos nos esperan.

A veces nos equivocamos pero estudiamos

la ruta contraria.

Yo respiro para soportar la alegría del monstruo

y el dolor del hombre. La cuarentena es un viento sucio

en un implante de exilio

El Coronavirus es una peste cierta por la muerte

La pandemia, un pretexto incierto por la vida.

Señor: Llena mi corazón de amor y libertad.

Poema publicado en la Antología El vuelo y la claridad, noviembre 2020.

#EditorialDiosaBlanca

 

Magaly Salazar Sanabria. Poeta, ensayista y docente. Magíster en Literatura latinoamericana. Miembro de la Junta Directiva del Círculo de Escritores de Venezuela y Miembro Correspondiente de la Academia Venezolana de la Lengua

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *