Presentación del libro Atavíos, por Alfredo Pérez Alencart
Selección de siete poemas
Biografía de la autora
VIGAS FUERTES DE CARMEN CRISTINA WOLF
Alfredo Pérez Alencart
Universidad de Salamanca
Oigo a una voz necesariamente enclaustrada rompiendo complicadas geografías, no sin antes advertir: “No abandones tu rincón secreto / sin tender el hilo que te llevará de vuelta”. Es, me percato, la poeta C. C. W., erigiendo un orbe nuevo para que sus invocaciones se posen sobre el oro molido del recuerdo, cierto, pero también dentro de la certeza de los sueños: “Eres el sueño de aquel / en quien florecen siempre las palabras”, como tan bellamente anota en otro de los diecisiete cánticos acopiados lentamente, cuales frutos de su inabarcable vida interior, porque son muchas las vidas que salen por las ventanas de su Espíritu; es más, algunas todavía no han nacido en esa casa cómplice del Tiempo: “Me acostumbré a vivir / con un pie en su morada // y otro en el infinito”.
Ella, que nunca abandona a sus amigos (confesión de antaño y de hoy, cual refugio), teje las sílabas de de este Vértigo hondo de presencia, con la alquimia del milagro de vivir y las brasas ardientes del amor-amante: “No dejes caer la noche sin decírselo. / La rosa no se avergüenza de velar / en lucidez al alba”.
Confluyen ausencias, desolaciones, promesas, años de niñez, manos, viajes, esperanzas… Los textos se desbordan y se contienen, siempre en espera de un corazón que los sienta y los adopte. El mío lo torna su alimento y publicita la afirmación lírica-aforística de Carmen Cristina Wolf.
Celebro este alumbramiento múltiple. Celébrenlo conmigo, repitiendo al menos un par de versos: “La espera, un eterno comienzo / …El oficio, aguardar / en la ciudad que se abre al horizonte”.
Octubre y en Tejares
Alfredo Pérez Alencart
Universidad de Salamanca
Selección del Libro: Atavíos de Carmen Cristina Wolf. Ediciones El Pez Soluble
1 LA CASA Carmen Cristina Wolf
¿Es ciego el giro de la casa
tan sola y huérfana?
Será que se detiene algunos días
sin darnos cuenta
se acicala con campos de espigas
y trae consuelo a dolores antiguos
La mecedora de la abuela levita suavemente
la persiana se mueve
.-.-.-.-
en clave morse
se balancea el móvil de corales
Millones de mensajes cruzan el corredor
sin golpear los retratos
provenientes de los siete confines
El aire se recrea con murmullos
salidos de laptops relucientes
El caserón de todos, no sabemos por qué
guarda secretos desde su pétrea hondura
le gusta cambiarse los vestidos
y lavarse la cara de pisadas maléficas
o besarse ella misma las memorias
Algunos días soleados acostumbro
acariciar los prados y dejarme
cobijar por la sombra
de las interminables filas de palmeras
mientras cientos de pies dejan huella impaciente
en los portales, apenas entran y se van
para dejarse caer un día u otro
en su regazo
Me acostumbré a vivir
un poco en su morada
y por instantes en el horizonte
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2 ORIGEN Carmen Cristina Wolf
Eres el sueño de aquél
en quien florecen siempre las palabras
Entre piedras que exudaban templanza,
caíste millares de veces en las playas de todos los océanos
Cuando aún no existía el cántaro ni el día,
se cumplió el ritual de la gota de luz en la penumbra
Sudaste al calor de ríos de lava y al frío de las cavernas
confundida entre hipocampos y corales
enredada en celacantos sin mirada
Las tortugas gigantes llevaban en sus casas
grabadas las señales del que sería mi cuerpo y el de todos
Había un itinerario
en el centro del alma, era fácil sentirlo
casi imposible hallarlo persiguiendo las sombras
Era extravío seguro atarse a los deseos
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3 PROMESA Carmen Cristina Wolf
Traje conmigo algunas piedras de la ciudad perdida
y un puñado de versos sin destino
Respirar lo imposible, no esperar noticias
recrearse en la experiencia de la sed
El oleaje aparenta una conversación con las otras máscaras
Mejor no oír su voz, quebrantaría el inquieto sosiego del mar
Si los sueños dejaran de serlo se perdería el gozo de la promesa
La espera, un eterno comienzo
Miré en celaje el vuelo de tus cabellos a través de la vidriera
Recé para que no fueras tú. Así nunca te poseería del todo
El vuelo del alma no debe caer abatido en la piedra más honda.
El oficio, aguardar
en la ciudad que se abre al horizonte
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4 AUSENCIA Carmen Cristina Wolf
Los minerales permanecían mudos
sus contornos buscaban las formas
– aún no había tonos verdes
El germen de conciencia
se dejaba ceñir por los océanos
Él se acercó, tenía atisbos de aurora en su mirada
mis manos fueron el refugio exacto de sus cabellos
y un temblor de sangre abrasó mis entrañas
Desde entonces –cuando regreso a este mundo
suelo sentir los pasos de su ausencia
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5 MEMORIA Carmen Cristina Wolf
Él nombraba las cosas con sonidos graves y conocí la risa
su porte recordaba el vuelo del albatros y el tornasol del tigre
Íbamos los dos solos intensamente unidos
Desde entonces, asistí innumerables veces a nuestro nacimiento
Alguna vez regresa el esplendor
Espero que regrese su mirada de mineral profundo
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6 INFANCIA Carmen Cristina Wolf
Me encuentro entre los niños que abandonaron pronto los patines
y le fueron infieles a los cuentos por viajar en un tren de compromisos
Osar volver a ser
un corazón de pequeño latido
pasear de nuevo en el carro de los bomberos
Eso haré, si es posible
dibujaré un caballo estremecido de praderas
pintaré líneas de tiza en el garaje
para advertir al auto que detenga sus ruedas
Es el espacio de los pies desnudos
con cientos de caminos y hojas de tonos sepia
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7 AMANTE Carmen Cristina Wolf
No dejes caer la noche sin decírselo
La rosa no se avergüenza de velar
en lucidez al alba
Tu cuerpo suele ser casa soñada
en los días del verano
y aún callas, tontuelo!
Mejor un instante de atrevido sonrojo
a mil versos de sensata palidez
Selección de poemas de Carmen Cristina wolf, escritora venezolana
Abril 2012
Síntesis biográfica de Carmen Cristina Wolf
Poeta, ensayista y editora nacida en Caracas, Venezuela. Abogado con Estudios Superiores en Literatura Hispanoamericana. Obra publicada: En poesía: Canto al Hombre, Cármina editores 1997. Canto al Amor Divino, Cármina Editores 1998; Escribe un poema para mí, Círculo de Escritores de Venezuela 2001; Prisión Abierta, Al Tanto 2002, Colección Las iniciales del tiempo; Atavíos, Editorial El Pez Soluble 2007; Huésped del Amanecer, poemas, Ediciones Universidad Nacional Abierta 2008. La llama incesante, 2ª edición del Instituto de Estudios Iberoamericanos de Salamanca 2010; Retorno a la Vida, Ensayo, Cármina Editores; Poesía Femenina y violencia, ponencia publicada en Antología 8º Encuentro Internacional de Escritoras 2008; Acontecer fecundo: Estudio sobre la obra de Luz Machado, publicado por la Asociación de Escritores de Mérida 2008; Aproximación a la obra de Rafael Cadenas, publicado por ConcienciActiva 21.
Actualmente tiene un libro de Ensayos inédito: VIDA Y ESCRITURA. Ha sido publicado en amazon. Contiene textos sobre autores venezolanos e hispanoamericanos.
En dos oportunidades ha presidido el Círculo de Escritores de Venezuela. Obtuvo el Premio al Concurso de Cuentos 2005 de la Librería Mediática. Finalista en el Concurso de la Sociedad de Arte y Literatura con el libro El huésped insomne. Obtuvo la Medalla Internacional de Poesía Vicente Gerbasi.
Su obra aparece en Antología de Poetas Venezolanos de José Antonio Escalona, Universidad de Los Andes 2002.. Quiénes escriben en Venezuela (Conac 2004); El Hilo de la Voz 2004; Antología del Círculo de Escritores de Venezuela 2005; Biblioteca de Venezuela Analítica; Mujeres Venezolanas ante la Crítica de la Asociación de Escritores de Mérida 2008; Antología Octavo Encuentro Internacional de Escritoras, de la Asociación de Escritores de Mérida, 2008; Antología de Versos de Poetisas Venezolanas Editorial Diosa Blanca 2006;
colaboró con el periódico de la cultura PublicARTE, Una muestra de su poesía aparece en el libro La Mujer Rota (Primer Foro Internacional de Poesía); Literalia Editores México 2008; y en las Revistas Circunvalación del Sur, Conciencia Activa 21, Ateneo de Los Teques y otras.
Ha escrito numerosos ensayos, publicados en diarios y revistas nacionales e internacionales. Sobre su obra han escrito: Helena Sassone, Alfredo Pérez Alencart, Alejandro Lasser, María Isabel Novillo, Miguel García Mackle, Edgar Vidaurre, Lidia Salas, Alejo Urdaneta, Eduardo Casanova, Enrique Viloria, Pedro Pablo Paredes, Milagro Haack y Lubio Cardozo. Es Directora de Cármina Editores y actualmente es Directora Ejecutiva del Círculo de Escritores de Venezuela.
Su nuevo Blog: La llama incesante carmencristinawolf.wordpress.com