Teresa Coraspe: Selección de poemas inéditos

 Proyecto «Literatura Hispanoamericana Contemporánea»

Del libro Éxtasis del Mar

Por Teresa Coraspe

«La poesía siempre, señora y dueña de la casa y del tiempo.»

«Hay que cuidar la casa, no olvides que es de vidrio

LA PUERTA

I

La puerta (de mi casa) mide un metro setenta y dos

de estatura

un tin encorvada -según dice-

Ella sale del marco y la veo entrar

hacia este espacio donde espero

abrazo la puerta fuerte contra mi pecho

y le quito el respiro

ella se desmaya y la acuesto sobre la cama/

en el cuarto (de al lado) donde viven los muertos

con sus plegarias

En la curvatura de sus pies  cansados

la beso suavemente como siempre hago

y no despierte

El marco se desprende y fragmenta

surgen varas para que nadie entre o salga

yo miro la complicidad del marco

mientras la puerta duerme y yo me acerco.

 

Un siglo después

no logro descifrar qué sucedió.

DAME UN POCO DE MAR

  II

Dame un poco de mar

mientras me voy desdibujando

como esas acuarelas

a quien la lluvia cae

Entonces soy

el puerto que se pierde

cuando los barcos se alejan de las costas

un rostro triste amurallado y gris como las tardes

que se van ocultando entre la noche

Dame un poco de mar

el que guarda escondido tu mirada

y reposa en las esquinas de tus labios

Dame un poco de mar

porque tu mar es dulce

y puedo sostenerlo entre mis brazos

abrir las rutas y encender los faros

que la vida no espera

y   ella         también se va.

  LUCES EN LA CASA DEL RIO 

  III

Hay que cuidar la casa

no olvides que es de vidrio

contiene letras de cristales

que bien pueden quebrarse

romperse con el tiempo

Si alguien pretende entrar

nunca los dejes

en ella habitan duendes

hadas      gnomos

que pueden asustarse

los fantasmas también

ellos encienden los cirios en las tardes

cuando el mar y el río se aprestan a dormir

y el silencio con velos sobre el rostro

les canta una canción

Cuida la casa que cambia en las mañanas

y en las puestas de sol.

SIEMPRE ESTARÁ EL MAR

IV

Siempre estará el mar
y yo me perderé entre sus olas

Cuando busques ya estaré lejos
 donde el olvido aguarda
 y no quiero que alguna vez haya que lamentar
lo que la vida no ha podido darnos

Sólo he querido mirar las olas juntos
cuando la tarde enciende las miradas
y la noche entreabre los párpados
con la voz del silencio

Estoy reconstruyendo las rocas
esparcidas por las aguas sobre las arenas

Allí estoy
en ese espacio de blancas espumas
donde te he buscado a gritos
ahogados en mi propia garganta

Ya el tiempo se ha cansado de esperar
su propio tiempo
las horas se han quedado fijadas
a sus propios horarios

Yo camino
sigo sin detenerme y sin volver el rostro
sé que siempre estará el mar
y las huellas aferradas a los pasos.

FONDO NEGRO

  V

Soy el fulgor de un relámpago inconcluso
Soy ese viento (fuerte) que se calma en la atadura
del instante
el ojo que se asoma desde el fondo del mar
a mirar los abismos de la soledad
adheridos a mi espalda

Soy quien tiembla
se interroga y estremece
en las esquinas dobladas de mi piel
Soy quien repasa una a una
la lectura de tus pasos
el encierro de tus ojos
el silencio mortal de las ventanas sin abrir de tu boca
Soy quien no soporta el aullido de la espera
la oscuridad de los muelles sin faro
donde he vaciado el rostro como relojes desteñidos
sobre paredes derruídas hace tiempo
Soy el modo de la desesperación más profunda
catedral diluída por el fervor de los fieles
Soy el grito del silencio en noches interminables
espinas infernales en toda la extensión del alma
Soy la descripción perfecta de un paso vacilante
la interrogante jamás descifrada
que ve en la hondura del abismo
su propia salvación.

* Poemas publicados en OJO DE BÚHO 129
 
© TERESA CORASPE: Del libro inédito Éxtasis del Mar, 2003 – 2009.

«Esta selección la dedico a Eve Guzmán, Horacio Biord, Elluz, Hildelisa Cabello,Roger Vilaín, Ricardo Azuaje, Milagro Haack, Dinapiera, Mercis, Carmen Cristina Wolf, Gabriela Abeal y a todo querido lector que le agrade leer poemas, así como Geraldine Fowler, quien tuvo la gentileza de leer mis poemas en Francia, los encontró en Internet y los seleccionó para un evento en ese país, donde se leerían poemas de mujeres latinas. Desde aquí mi agradecimiento.»

 

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