Enrique Viloria Vera
A sus ochenta y siete años Guillermo Morón nos demuestra que está más vivo que nunca. Corona el historiador un largo anhelo y un viejo proyecto personal al que le dedicó sus más recientes reflexiones y escritos. Los Imperios y el Imperio. (Los Libros de El Nacional. Caracas, 2013) es el título del libro en el que Guillermo Morón escribe la historia imperial, a la manera de otros y a la manera suya, muy suya.
El libro comienza por el principio y termina por el final, esta aseveración que parece de Perogrullo no lo es en absoluto. En efecto, Morón transita – con particular agudeza y enjundia – la historia imperial desde los propios orígenes de los imperios – sitos en el mismo espacio geográfico del origen del hombre – hasta el imperio más reciente que lentamente se desmorona, mientras otro viene emergiendo con una pujanza inusual. Acertadamente el escritor registra: “Así pues, la historia del animal político no es un privilegio de Grecia ni de Roma, ni de los hebreos – cananeos, ni de los cristianos ni de los musulmanes, ni de Europa, ni del Mundo Occidental. El animal político comenzó su historia en África”.
Dentro de una perspectiva analítica de carácter mixto que reconcilia la dimensión geográfica con la sincrónica, el historiador se adentra – con la amenidad que lo caracteriza y la sencillez expositiva que sólo se adquiere después de lo mucho leído y escrito – en la caracterización de los imperios africanos, asiáticos, europeos, americanos y el Imperio, es decir, los Estados Unidos de América que comienza a mostrar su progresiva decadencia: “Si Estados Unidos es el Imperio por antonomasia en los primeros años del siglo XXI ya puede discutirse. Que es un poder mundial no es posible negarlo, aunque se insulte a sus Presidentes en la ONU o se le tiren zapatazos en algún país lejano”.
Y ahí vienen los chinos, nos advierte Morón y confirma: “China no necesita territorio ni esclavos. Así como los fenicios conquistaron el Mediterráneo y parte de las costas atlánticas de África y Europa, sin armas, en la Antigüedad, China enviará gente a comerciar, a estudiar, a enseñar, a convivir con todos los pueblos de la tierra. Es el Imperio del Siglo XXI, sin ningún socialismo (…) cuando el yuan tose se resfría el dólar y le da calentura al euro”.
Muy bienvenida sea pues esta nueva obra de nuestro querido y admirado Don Guillermo; hay otras en camino que sus lectores esperamos leer más temprano que tarde. Con Los imperios y el Imperio, Morón demuestra incontestablemente que es ciudadano de Carora, de Venezuela y del mundo, que tiene muy claro el alcance de su presente: “su aquí y su ahora”, así como el de su pasado: “su allá y entonces”.