A propósito del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer

Por Magaly Salazar Sanabria

Me he sentido muy honrada de poder leer esta valiosa literatura defensora de los derechos de la mujer denominada: La mujer: Ciudadano de Segundo Orden, de la Doctora Sonia Sgambatti, en la cual se plantea la discriminación de género y se profundiza en el uxoricidio que consiste en la muerte ejecutada por el marido cuando sorprende a la mujer en adulterio. La ley sanciona el adulterio de la mujer pero es tolerante si lo practica el marido. Aplaudo todo el seguimiento que, través de la historia, ha realizado la Doctora Sgambatti, con mucha constancia y firmeza ante las instancias jurídicas del país para hacer valer la igualdad de la mujer en la legislación venezolana, sobre todo en los casos de uxoricidio.

Cuando empecé a leer el libro me tropecé con las escrituras de mujeres valiosísimas: Sofía Imber, Lucila Palacios, Virginia Betancourt, Mariglé Alarcón Vargas, Evangelina García Ponce, Cecilia García Arocha y la inefable Ernestina Salcedo Pizani, a quien acompañé en la Asociación de Escritores de Venezuela, Zona Metropolitana de Caracas, cuando ella era la ilustre Presidenta. Me detuve en sus palabras,  aunque todas las distinguidas damas mencionadas aportan significativos comentarios a la importancia de dos  obras de la Doctora Sgambatti: La mujer: Ciudadano de Segundo Orden y La familia en la Legislación Venezolana. Ernestina, quizás por haber estado más cerca de mi, me tocó el alma ¿o tal vez fue Santa Teresa?. La historia del tratamiento marginado y cruel hacia la mujer,  que plantea Ernestina a través de varios autores y épocas con un toque de hermosura literaria y la contribución de relevantes hombres y mujeres que osaron quebrantar los paradigmas de la época para establecer una lucha a favor de la igualdad de las mujeres, afirma la trascendencia de la labor de la autora, como mujer y jurista defensora de los derechos del género. He allí que Santa Teresa declara su divina pausa para señalar «los ánimos virtuosos y fuertes» de las mujeres, versus: las expresiones: «carente de alma», «lujuria de las lujurias», «ruina de los reinos» y otros nombres terribles que  colocaban al género en minusvalía con respecto al masculino.

La obra que nos ocupa destaca la defensa de la igualdad de derechos, en cuanto a los derechos humanos  de las mujeres incluyendo la visión política y democrática que contempla la igualdad como uno de sus principios básicos y también, el criterio de ciudadanía. La lucha por la eliminación del artículo 423 del Código Penal Venezolano que permite al hombre hacerse justicia por sí mismo y poder maltratar o matar a su mujer en caso de adulterio, ese delito mencionado, denominado uxoricidio por causa de honor, es bárbaro y la Doctora Sgambatti, valientemente, se ha enfrentado a varias leyes discriminatorias de la mujer en nuestra legislación. Su lucha se remonta a la presentación de una ponencia brillante ante el II Congreso de la Federación Venezolana de Abogadas en 1970. Más tarde, acudió a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, después a la Sala Electoral de la misma Institución. Presentó en 1971,  demandas ante la Corte Suprema de Justicia solicitando la nulidad del artículo 423 del Código Penal, aunque en 2005 se incorporó de nuevo el delito de Uxoricidio por Causa de Honor y otra vez volvió a pedir su nulidad en el Tribunal Supremo de Justicia cuyo fallo de declaración de nulidad del mencionado artículo  se realizó en abril de 2006. Han sido muchas  y eficientes sus diligencias jurídicas realizadas para que el hombre conozca los derechos que históricamente son negados a las mujeres que han elegido como pareja. También, en este libro, las mujeres, víctimas de esa discriminación, puedan conocer la violación de sus derechos y puedan sentirse como ciudadanos de Primer Orden y lograr una participación más activa en la sociedad, no sólo de ellas sino de la familia en general. Esta obra es de indiscutible referencia para abogados y personas interesadas en el tema de la violencia de género.

Las mujeres venezolanas agrademos a la Doctora Sonia Sgambatti su lucha y en este día celebramos su constancia, su honestidad, su esfuerzo. Un saludo para esta meritoria y valiente mujer venezolana.

Magaly Salazar Sanabria
Directora de Relaciones Institucionales
Círculo de Escritores de Venezuela

Poeta y ensayista venezolana

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