Por Carmen Cristina Wolf
En los años 60 y 80. Pablo Neruda fue “olvidado” por los intelectuales de vanguardia, tal vez por el éxito desmedido que tuvieron los XX poemas de amor, escritos para Matilde Urrutia, transformándolos en uno de los libros más leídos y comentados de la época. Los nuevos poetas buscaban otras formas de decir. Esta posición adversa, se debió a que muchos de ellos no conocían su obra entera.
Por ejemplo, La Barcarola, Cantos ceremoniales, Residencia en la tierra, Cantos Ceremoniales, Odas elementales, que son libros de inmensidad poética. Un pequeña parte de su obra, fue dedicada a personajes políticos controversiales, esto también le valió el rechazo de los demócratas del mundo. Estos “errores”, el poner a la poesía al servicio de posiciones ideológicas, es una minucia, cuando se aquilata la fuerza y la belleza impresionante de la mayor parte de la obra de Neruda. Hoy, selecciono un poema de Los versos del Capitán, y dos poemas de La Barcarola:
8 DE SEPTIEMBRE
Hoy, este día fue una copa plena,
hoy, este día fue la inmensa ola,
hoy, fue toda la tierra.
Hoy el mar tempestuoso
nos levantó en un beso
tan alto que temblamos
a la luz de un relámpago
y, atados, descendimos
a sumergirnos sin desenlazarnos.
Hoy nuestros cuerpos se hicieron extensos,
crecieron hasta el límite del mundo
y rodaron fundiéndose
en una sola gota
de cera o de meteoro.
Entre tú y yo se abrió una nueva puerta (…)
Pablo Neruda, Los versos del Capitán
& & & & &
TE AMO
Amante, te amo y me amas y te amo:
son cortos los días, los meses, la lluvia, los trenes:
son altas las casas, los árboles, y somos más altos:
se acerca en la arena la espuma que quiere besarte:
transmigran las aves de los archipiélagos:
y crecen en mi corazón tus raíces de trigo.
No hay duda, amor mío, que la tempestad de Septiembre
cayó con su hierro oxidado sobre tu cabeza
y cuando, entre rachas de espinas te vi caminando indefensa,
tomé tu guitarra de ámbar, me puse a tu lado,
sintiendo que yo no podía cantar sin tu boca,
que yo me moría si no me mirabas llorando en la lluvia. ^
Porque los quebrantos de amor a la orilla del río,
porque la cantata que en pleno crepúsculo ardía en mi sombra,
por qué se encerraron en ti, chillaneja fragante,
y restituyeron el don y el aroma que necesitaba
mi traje gastado por tantas batallas de invierno?
La Barcarola, Pablo Neruda
& & & & &
EN LAS CALLES DE PRAGA
Recuerdas las calles de Praga qué duras sonaban
como si tambores de piedra sonaran en la soledad
de aquel que a través de los mares buscó su recuerdo:
tu imagen encima del puente San Carlos era una naranja.
Entonces cruzamos la nieve entre siete fronteras
desde Budapest que agregaba rosales y pan a su estirpe
hasta que los amantes, tú y yo, perseguidos, sedientos
y hambrientos,
nos reconocimos hiriéndonos con dientes y besos y espadas.
Oh días cortados por las cimitarras del fuego y la furia
sufriendo el amante y la amante sin tregua y sin llanto
como si el sentimiento se hubiera enterrado en un páramo
entre las ortigas
y cada expresión se turbara quemándose y volviéndose lava
La Barcarola, Pablo Neruda