Por Carmen Cristina Wolf
Ayer, en «Poesía en el Friedman», habitamos el gozo de escuchar al poeta venezolano Carlos Gottberg. Rosalina García escribe sobre su obra: “Presa del secreto, de una sabiduría a veces incisiva”… Gottberg vive entre “la belleza y el amor, ese es su oficio inevitable”.
Carlos Gottberg sorprende en cada poema, es aquel que alguna vez escribió: “Amo tu claro espacio / de piedra iluminada / por donde transcurro / muy lejos de la voz / de las agencias funerarias. / No te detengas / cuento tus planetas…No me conformo con mi isla/ batida por los perros / ni con mi copa de obligaciones”…
Carlos Gottberg nació en Carayaca, Estado Vargas. Ha publicado: Digo del otro Árbol (E. Arte Gráfica, Caracas 1951). Otra vez, E. Losada, Buenos Aires, Colección Poetas de España y América, ilustraciones del poeta español Rafael Alberti. Exactamente Humano, Cuadernos de Poesía, Caracas 1956. Estrictamente Humano, Antología, E. Universidad de Carabobo 1951, con ilustraciones de Mateo Manaure. Como quien respira, E. Universidad del Zulia 1956. Los papeles del fuego, E. Lírica Hispana 1966. Caballo de Ceniza, E. de la Dirección de Cultura del Estado Miranda, Los Teques 1966. Testigo soy de ti. Canto a Caracas, E. Del Cencejo Municipal de Caracas 1968. Antes que venga el viento, Antología. Colección Temas y Autores Mirandinos 2001. Con la Luz de Venezuela, en colaboración con Thea Segali, Ed. Arte 1978. El camino de los Arrieros, en colaboración con José Ramón Medina y José Antonio Armas Chitti. Oficio inevitable, E. Círculo de Escritores de Venezuela 2003.
A continuación, como homenaje al Día Internacional de la Poesía, elegimos dos poemas de Carlos Gottberg:
SOL AJENO
Hecho pájaro,
Desde el bosque de oficins
Huyes
Mientras las máquinas conversan
o se entregan secretos
y el papel muere
bajo el peso de tanta sombra.
Quizá nos salvaríamos
Si de repente
pusieras un molino
de viento en el pasillo,
o una torre con grullas
en el subterráneo
donde duermen los autos.
Estaría bien
que el verano
tomara posesión de las esquelas.
Pero alguien
ha cegado la ventana
y todo huele a olvido.
Sólo queda de ti,
de tu esplendor,
la voz de las mujeres
en la oscuridad.
& & &
DA LO MISMO
Todo me cansa,
hasta la primavera.
En el cuerpo del día,
en la noche que no me reconoce,
en la furia que habito.
Si escucho que me llaman
imagino un esfuerzo
del viento equivocado.
¿Qué hay de mí en este mar
afirmado y borrado
al borde de los ojos?
Quisiera anticiparme
a la destrucción
pero el pesar me alcanza.
El poeta es apenas
una criatura
dejada por el rayo,
atiende a unas señales
que vienen de la sangre
o quién sabe de dónde.
Del libro Oficio inevitable, editado por el Círculo de Escritores de Venezuela, Caracas 2003
Carmen Cristina Wolf
Cracas 20 de marzo de 2011
Estoy muy contenta de saber que aún vive y es reconocido este maravilloso poeta, hace poco llegó a mis manos una antología de autores venozolanos y fue él uno de los que más me llamó la atención 🙂
FABULOSO…… MIS FELICITACIONES POR ESA PUBLICACION, ME ENCANTA EL POEMA: DA LO MISMO, COMO SU PERSONALIDAD. MIS RESPETOS Y SALUDOS AL DR. GOTTBERTG, TUVE LA SATISFACCION DE HABER TRABAJADO CON EL; EN UNA OPORTUNIDAD. Y ME GUSTARIA MUCHO (CUANDO LAS CONDICIONES ESTEN DADAS), SABER COMO ESTA.
ANGELICA MACHADO