Mi Castellano
Distintamente, en otros tiempos, el acento peruano suavizando los músculos del idioma. Hoy, donde estuvo el mismísimo Nebrija, descifro ciertos mensajes que me dejaron aquellos sonreídos por la Poesía de Dios (Luis de León, Juan de Yepes y Miguel de Unamuno). Para mi castellano, soy un eslabón de sílabas sanguíneas anunciando que su corazón sigue vivo, nutriéndose de savias de todas las provincias… Lo aprendí con sus cadencias amazónicas y, desde hace casi cinco lustros, voy mestizándolo en la pétrea Salamanca. No sé si el mañana lo deshaga, pero sepan que a diario yo le pongo una semilla.
Alfredo Pérez Alencart
Para el Día del Idioma
Salamanca, España
Miembro Correspondiente del Círculo de Escritores de Venezuela.