Por Carmen Cristina Wolf
«Vuelve a tus dioses profundos», Eugenio Montejo.
La Virtud y la Alquimia
Una manera de reflexionar sobre lo aprendido es escribir en nuestras propias palabras aquello que entra en sintonía con nuestro ser interno. Así, intentaré escribir lo que aún conservo en la memoria de los temas tratados en el Taller de Poesía y Alquimia, impartido por la escritora venezolana María Isabel Novillo. Con la fuerza que otorga la templanza, María Ysabel nos adentra en el recinto interno y nos conduce con prudencia a la indagación sobre nuestro ser, a través de la sabiduría de los antiguos y mediante el contacto con la poesía.
La Alquimia Espiritual o hermética, llamada también la Operación del Sol es un trabajo espiritual usado para refinarse. «Es un sistema de indicios». Hay desacuerdos sobre si se dio a conocer primero la alquimia física o la alquimia hermética y espiritual. Uno de los pilares de la Alquimia consiste en cultivar la virtud, o la capacidad de pasar de la potencia al acto. Del latín virtus, es la actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos, poder o potestad de obrar, disposición constante del alma para las acciones de acuerdo a la ley moral. También se la define como espíritus bienaventurados, cuyo nombre indica fuerza viril e indomable para cumplir las operaciones divinas. Se refiere MY a la necesidad de ser virtuosos, en el sentido de ir del pensamiento al acto. De nada sirven buenas intenciones o propósitos si no se llevan a efecto. Cuando se descubre lo que se debe hacer, hay que hacerlo o se pierde la gracia. Las Virtudes Cardinales son cuatro: Prudencia, Justicia, Fortaleza y Templanza. Es gran cosa obrar bien independientemente de los preceptos legales, diría yo, obrar alineados con nuestra conciencia. La Virtudes teologales son tres: Fe, esperanza y Caridad.
Si se obra en virtud, se obra en fuerza, en consecuencia de, o por resultado de. Llama la atención el comentario de María Ysabel acerca de las personas que se someten a la cirugía estética. Hay un anhelo detrás de ese querer transformarse, buscar la belleza y la juventud físicas. Tal vez la persona no cae en cuenta de que ese deseo proviene de algo profundo, de una necesidad de cambio que proviene del alma. No es un mero asunto de vanidad. Los que sucede, me permito agregar, es que de poco vale verse más joven, más bello, si esto no va acompañado de un trabajo de metamorfosis interna. Poco dura la alegría, porque no se detiene el paso de los días. «Y el tiempo, cuando no otorga sabiduría, destruye». Se refirió asimismo a la gente que come en exceso, y explica que es a causa de un vacío, de una nostalgia de algo que no se sabe qué es.
La Tristeza
La ebullición que causa la alegría, siempre pasajera, es difícil que induzca al trabajo del alquimista. Los períodos de tristeza comprometen a indagar por qué la sentimos. Y no es cosa de salir corriendo a beberse «todo» el alcohol que encontremos hasta caer rendidos, como escribe Rafael Osío Cabrices en su columna La vida sigue (Todo en domingo, El Nacional 29-03-09). Más allá de las causas inmediatas del entorno familiar o social, hay tristezas que se sienten y uno no sabe bien por qué. ¿Serán nostalgias del alma por encontrar su Ser? Un país en crisis es un taller de almas, escuché decir.
Ayer volví a hojear los poemas de Antonia Palacios en Ficciones y aflicciones, Selección que publicó la Biblioteca Ayacucho en 1989. De ella decía Juan Liscano que su obra fue «una búsqueda de sí misma y de su fundamento en la tierra». En su libro Ese oscuro animal del sueño, ella escribe: Retírate. Retírate hacia adentro. Un poco más allá, más hacia adentro. Empuja hasta tocar el borde, Respira fuerte. Exhala el aire reprimido en tu aliento. No te detengas. Aprende a caminar de espaldas. Deja tu frente al descubierto. Si te hieren haz que tu cuerpo salte, se sacuda la sangre. No dejes que la luz te encandile. Cierra los párpados y mira lo que irradia la tiniebla. Lleva contigo tu desfallecida palabra, tu naciente canto. Inaugura tu voz en lo más hondo.
Y en Textos del desalojo escribe Antonia: » Constrúyete en el nuevo día … Invéntate en el día que alumbra, tú, prisionera y sin habla.» La lectura de estos versos revelan el trabajo alquímico de la poeta. Lo que escribimos no es ajeno a nuestro transcurrir vivencial, a nuestras luchas, penas y gozos.
Cualidades del Sol, Mercurio, Venus y Marte
Repasemos algunas de las cualidades del Sol, Mercurio. Venus y Marte. El Sol otorga Bien, Alegría, Calidez, Luz, Vitalidad, Propósito, Nobleza y Esperanza, y representa el Corazón y la Sangre. Mercurio rige los pulmones y el sistema nervioso, las comunicaciones, la transmisión de las ideas, la Palabra, el Lenguaje, la Inteligencia, la Verdad y la Transmutación. Venus rige el sistema generador y endocrino y otorga la Belleza, el Amor, la Unión, la Empatía, los Valores, la Caridad. En cuanto a Marte, rige el sistema muscular y otorga la Fuerza, el Coraje, la Pasión, la Fe, la Voluntad y la conjunción sexual.
Punto importante: el que no cultive las cualidades del Sol, no puede iniciar el Camino hacia la transmutación. El que sabe lo que tiene que hacer y no lo hace, cae en la parálisis, lo que de seguro se traducirá en enfermedades del cuerpo.
Los procesos depresivos provienen de un «Sol negado». El que siente que debe actuar en determinado sentido y no lo hace, cae en depresión. «Sin estar despierto no se puede morir para renacer». Habla también María Isabel del «Marte negado», que conduce a la autodestrucción. La luz del Sol maneja información. Si estás deprimido, exponte a los rayos del sol de una manera consciente. ¿Por qué los reyes llevan una corona de oro? Porque el oro es un receptor solar.
El Miedo
El Miedo hace que perdamos el coraje, la «andreia«. Escribe G. Clemenceau: «Es preciso saber lo que se quiere; cuando se quiere, hay que tener el valor de decirlo, y cuando se dice, es menester tener el coraje de realizarlo.» Y Albert Einstein dice: «Los ideales que iluminan mi camino y una y otra vez me han dado coraje para enfrentar la vida con alegría han sido: la amabilidad, la belleza y la verdad.» Pienso que muchos de los males que agobian al mundo provienen del miedo. MY nos recuerda la importancia de la respiración, respirar profundamente es vital para el esclarecimiento de las ideas y para salir de la parálisis que provoca el miedo. La inspiración no es un termino poético, inspirar significa atraer el aire exterior a los pulmones, en primer término. Entre otros significados alude también al movimiento natural que Dios comunica a la criatura. «Si respiras sabrás quien eres». Son grandes los beneficios de la respiración y el ayuno. Para no perder nuestra red de comunicación interna conviene «volverse hermético» durante ciertos períodos, estar en el mundo sin mezclarse con él. Aprender a sustraerse de las cosas externas. Desear la verdad es acercarse a ella.
Una de las recomendaciones es activar el timo, glándula un órgano hemato-poyético y endocrino, que deja de crecer durante la pubertad y luego empieza a disminuir de tamaño; pesa 15 g al nacimiento, 35 g a la pubertad, 25 g a los veinticinco años, menos de 15 g a los sesenta años y 6 g a los setenta. Morfológicamente tiene —durante la época en que es más activo— dos lóbulos lateral en estrecho contacto con la línea media, situado en parte en el tórax bajo el cuello. Los golpes de pecho que se dan al pronunciar el «Yo pecador» cristiano, probablemente provienen de la necesidad de activar el timo mediante golpecitos. Y recordemos los golpes que se dan los gorilas para manifestar su fuerza.
Taller de Almas
«Un país en crisis es un taller de almas». Una vida impropia, carente de inteligencia y sensatez conduce a la mascarada. Y nos recomendó leer la obra de Rafael Cadenas, en particular su poema «as if», «es como sí». Insistió en la importancia de la obra de Cadenas, que muestra un trabajo alquímico profundo y una gran sabiduría de vida.
Quizá el poeta que busca primero el reino, lo real, su justicia, confía en su advenimiento. «Buscad el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás os será dado por añadidura», dijo Jesús de Nazaret.
El Fuego Blanco
MYN leyó el poema de Emily Dickinson: «Ver un alma al Fuego Blanco / … Refinando estos impacientes metales con martillo y con Fuego / hasta que la designada luz / responde al fin la fragua». María Ysabel menciona un taller al cual asistió en España, con el gremio de los joyeros que utilizan las artes antiguas. Al oro no se le puede poner al fuego directamente, se coloca en un nido de hierro y sólo se trabaja mediante el resplandor. El hierro pertenece a Marte, que es protector del Sol. Si Marte pretende ser más fuerte que el Sol se desata la violencia.
Leemos otro poema de Dickinson: «Una joya tenía entre mis dedos / y me quedé dormida / El día era cálido y los vientos eran tediosos / «Permanecerá», me dije / y ahora un recuerdo de Amatista / es todo lo que queda.» El trabajo espiritual de una persona determina su manera de vivir, es por ello que se recomienda indagar en la existencia cotidiana y en los acontecimientos que marcan la vida de los escritores. No se puede perder la amatista entre los dedos sin trabajarla, pues se esfumará en el viento y no quedará de ella más que el recuerdo.
Interrumpo aquí, mas he de continuar en el intento de re-cordar, acordar de nuevo, las palabras e ideas de María Isabel Novillo en su Taller. Vendrá luego el repaso por algunos poemas de Eugenio Montejo, Rafael Arráiz Lucca, Patricia Guzmán, Alicia Torres, Igor Barreto, y la referencia a la forma como algunos poetas logran la transformación, esa Metálica Virtud, como ha sido el caso de Rafael Arráiz Lucca, lo que se revela en el estudio de su poética.
Concluimos esta nota insistiendo en recorrer el sendero hacia el recinto interno para indagar sobre nuestro ser, a través de la sabiduría de los antiguos y mediante el contacto con la poesía.
* Alquimia Espiritual: Alquimia hermética, o La Operación del Sol es una técnica espiritual usada para refinarse. Tuvo su origen en el Egipto Antiguo, como un arte hermético, y durante la Edad Media dominó las otras disciplinas como la Astrología y Teúrgia. Este arte y la Astrología son conocidos como las dos ciencias más antiguas del mundo.
Atanor de Laboratorio Alquímico